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El bocho de la familia
Por: Leonel Michel Velasco

A principios del 79 adquirí mi primer carro un Volkswagen del años 1977 que rescate del cerro; por allá lo traían entre veredas brincando piedras y hoyos. Su aspecto era bastante deteriorado, con la barriga del caparazón en la parte trasera del piloto zambullida; al subir al auto, más de uno lo comentaba. 

Ese bocho se convirtió en mi fiel compañero en varias aventuras; lo conduje en tres ocaciones desde El Grullo a Tijuana y, una más de El Grullo a Santana California; siendo esta mi primer larga salida, recorriendo más de 2500 kilómetros, de allá regreso transformado rejuvenecido, trabajo de un primo quien tenía un taller de laminado y pintura; él era un experto ganando varios premiados en VW. Después de mi visita en Santa Ana, California, invité a mi anfitriona, mi tía Lupe, a acompañarnos en el viaje de regreso hasta El Grullo. Al ver nuestro carro tan reluciente que parecía nuevo, nos felicitó y decidió unirse a nosotros en el viaje. Solo quedaba disponible el asiento trasero pues llevábamos el equipaje de los tres, varias compras y regalos. En el asiento delantero, mi experimentado amigo se encargó de conducir mientras nos turnábamos en el camino. Después de un buen tramo de camino, en Jalisco, subiendo una cuesta, tuve que cambiar de cuarta a tercera y acelerar a fondo, ya que venía bajando una camioneta; solo se golpeó el espejo retrovisor con un ligero toque, el cual regresó a su posición sin ningún daño o problema. Este fue el único sobresalto durante todo el trayecto.

En la segunda larga salida cuando me fui a vivir a Tijuana, manejando solo en el desierto de Sonora pasando Hermosillo me quede sin gasolina, saque una bolinga y un trozo de manguera mostrándolo al primer carro a la vista mismo que aproximadamente diez minutos atrás acababa de rebasar, me auxilio permitiéndome extraer un galón, indicándome que a nueve kilómetros encontraría una gasolinera, recomendándome no manejar tan fuerte por esa interminable desértica recta, donde en soledad y sin señal radiofónica, después de cinco horas de silencio escuchando solo al viento, se vuelve imperante gritar a todo pulmón, rompiendo el silencio y disipando la ansiedad; antes de doblar a la izquierda rumbo a Rio Colorado, un avión del ejercito de USA, me saco un gran susto he indignación, ya que aparte de violar nuestra soberanía, se vino en picada como si se dirigiera asía mi, sacudiendo al bocho y ensordeciéndome, de seguro al piloto le resulto divertido …   

La tercer vez en la luna de miel rumbo a El Grullo, visitando: Mexicali donde pase la primer noche todo afiebrado, ya restablecido y bien desayunado nos dirigimos para Hermosillo, continuando a Mazatlán, Guadalajara, Manzanillo, Colima y Ciudad Guzmán, por insistencia de la recién esposa; humo negro detrás del bocho, surtiendo dos de aceite por una de gasolina y de regreso cuarta vez igual con humo y sin ningún contratiempo, al llegar a Tijuana, a otro día lo lleve al mecánico para reconstruir  el motor. 

Ya con tres de mis hijos trabajando en una abarrotera de gerente de personal un grupito de empleados a quienes tuve que despedirlos por robo, se desquitaron conmigo poniendo algún solvente a la gasolina de mi vw; una cabeza del motor exploto derritiéndose, por suerte no paso a mayores cuando exploto ya había dejado la autopista y conducía a baja velocidad entre hoyos y piedras, por la Colonia los Altos.       

Y la quinta regrese solo para emigrar a GDL y posteriormente regresar a vivir a El Grullo, donde nos establecimos.

En estos largos trayectos llegue a quedarme sin closh, acelerando y desacelerando para hacer cambios de velocidad; sin acelerador, quitando las agujetas de los tenis para acelerar manualmente, me  sentía orgulloso de mi auto pues nunca me dejo, en mis travesías llegue a mirar autos nuevos y grandes varados por calentamiento. Es increíble cómo un objeto tan simple como mi bocho puede generar tantos recuerdos y emociones. Ese carrito VW del 77  siempre será especial para mí, no solo porque me llevo a lugares increíbles, sino que me enseño el valor de la perseverancia y el amor por las cosas que nos importan.   

Este héroe de mil batallas ya no las contaba, en una ocasión mi hermana y yo decidimos ir en el recién adquirido Volkswagen, desde Guadalajara hasta El Grullo. Todo parecía ir bien hasta que llegamos a una peligrosa serpenteante carretera, conocida en la región como el chorrillo ya que muchos chorrean sus frenos y otros inexpertos pecan de imprudentes como yo mero, quien confiado en mi habilidad al volante, decidí rebasar a un camión que llevaba vigas de acero. Pero justo cuando estaba en el medio de mi maniobra, de repente apareció otro enorme camión de frente. No había espacio para frenar ni para acelerar, y pronto me encontré atrapado entre los dos vehículos. Mi única opción fue meterme entre las cuatro llantas del camión que estaba rebasando, mientras trataba de sincronizar la velocidad y mantenerme a salvo. Como hipnotizado conteniendo la respiración y atento al espejo retrovisor del camión que rebasaba y tanteando no testerear el redondeado techo del bocho, con la parte baja de la redila del camión y, sobretodo sincronizar la velocidad teniendo de frente dos enormes llantas y las de atrás. 

Al rebasar, aún conteniendo el aliento y en sepulcral silencio solo saque mi mano agradeciendo al trailero, quien a su ves me mostró su pulgar hacia arriba.

Fue una situación aterradora, en la que mi hermana y yo apenas cruzamos palabra. Nos mantuvimos en silencio durante media hora, hasta que finalmente llegamos a nuestro destino sano y salvo. Desde ese día, aprendí la importancia de ser más cuidadoso en la carretera, y de nunca subestimar los peligros que pueden aparecer de repente, fue como volver a nacer.

Años después viniendo de GDL con un tío de peso pesado y antes de llegar a Juchitlán, una combi VW, salió de la carretera dándose vuelta en U, la cual no pude esquivar, pegándole a mi bocho en las llantas traseras girando tres vueltas hacia la derecha, creó que si no volcamos fue gracias al contrapeso de mi tío,  el bocho quedo varado dañada la suspensión, cuando reaccione, la combi se dio a la fuga y ni las placas pude tomar; el tío solo comento que era un ave de mal agüero. 

En otra ocasión, varios parientes y yo nos fuimos en caravana a una fiesta en Uruapan, Michoacán. 

En el viaje de regreso a Guadalajara, mi tío, quien disfrutaba del buen vinillo, me acompañó como copiloto. En una intersección de carreteras, necesité frenar de repente, pero por más presión que ejercí sobre el pedal del freno, no logré detener el vehículo. El carro de un primo, quien iba delante de nosotros se percató de lo que estaba sucediendo y aceleró, acercándose lo más posible al siguiente vehículo. Esta maniobra nos permitió desviarnos hacia un montículo de tierra y finalmente detener el coche. Es importante mencionar que este VW ya tenía experiencia en conducir en terrenos montañosos. 

Al revisar detrás del freno, encontré la pachita pequeña botella de mezcal. Mi tío solo dijo: «Este conductor parece que trae un tractor, definitivamente no me volveré a subir con él».

Posteriormente entregué las llaves del bocho al presentarme su titulo universitario a uno de mis hijos, quien le ha dado  un nuevo look quedando reluciente y rejuvenecido, como si hubiera vuelto en el tiempo en sus años de gloria, siendo el orgullo de la familia, donde los tres varones aprendieron a manejar y a escondidas competían en arrancones. Se pretende que mi niña la menor de la familia aprenda a manejar  en el bocho como lo hicieron sus hermanos. Así que, mi niña ya pueden iniciar tus clases de manejo.

En lo Esencial: Solo el pueblo salva al pueblo.

Por Pedro Vargas Avalos

          La discusión sobre el INE y la Reforma del Poder Judicial, nos ha enfrascado a los mexicanos, con algunas incursiones de extranjeros, en exaltadas reflexiones. Del primero se dice que va a desaparecer, lo cual es crasa mentira; y se agrega, al ponderar sus aportaciones, que gracias a dicho organismo se han registrado las alternancias en el poder.

         En cuanto al ámbito judicial, se sostiene por un lado que es la salvaguarda de la Constitución, aunque, por otra parte, se afirma que es el nidal de la corrupción. En medio de unos y otros, están los principales elementos sobre los que giran ambos: la democracia, los principios republicanos federalistas, el pueblo y sus derechos.

        Según el filósofo Armando Batra, Latinoamérica ha sido el laboratorio mundial de la revolución durante este siglo. Aquí se abrió paso un postliberalismo de izquierda, donde el motor del cambio es el pueblo, mientras que, en los demás países occidentales, con un desgastado neoliberalismo clásico, se rigen por gobiernos oligárquicos de ánimos xenofóbicos y matices neofascistas.

         También asegura el pensador citado, que, las insurgencias sociales – es decir populares- y los regímenes progresistas, son los pilares del proceso emancipatorio en Latinoamérica. Creemos que, intuye, que esa manumisión, es tanto de la potencia del norte de América como de las cúpulas autóctonas, para quienes la democracia solo es motivo de eufemismo.

           Lo que han hecho los gobiernos puestos por el pueblo, son: Recuperar los recursos naturales y sus rentas, en manos de esas camarillas, lo que es una de las primeras acciones de la izquierda actual, que se afana por reducir la pobreza y hacer revoluciones de bienestar. Estos movimientos, en atinada actitud, reivindican la democracia electoral y el pluralismo político: en aquellas se puede ganar y perder. Hacer de esa democracia una regla, fue un acierto porque ahora, si se ve el panorama del subcontinente, tenemos que por la vía del sufragio popular se comprenden 9 países y el más reciente, Brasil, lo cual deja buenas cuentas para la izquierda. 

       Ahora bien, para los movimientos populares triunfantes no todo es miel sobre hojuelas: les llueven descalificaciones, pues se les acusa por varios grupos, incluyendo algunos clasificados como de avanzada, afirmando el susodicho Bartra: Porque combinan partidos y movimientos, se las acusa de indecisas. Porque preservaron la democracia electoral, se les culpa de ingenuas; porque no expropiaron a las burguesías, se las incrimina de tibias. Porque recuperaron y valorizaron recursos naturales, se las acusa de extractivistas. Porque distribuyeron el ingreso mediante programas sociales, se las acusa de asistencialistas y clientelares. Porque derramaron poca sangre, pues no perpetraron ajusticiamientos y expropiaciones, los ortodoxos dudaron de que fueran auténticas revoluciones. “Pero lo son, lo están siendo y lo seguirán siendo.” (Mesa Política de la 22 edición de la FIL Zócalo, “Mirando al Sur”, 8-VIII-2022).

                Para el aludido filósofo: “El primer ascenso revolucionario duró diez años, luego se deprimió y al padecer de verdaderos partidos de izquierda, las derechas recuperaron espacios, lo cual facilitó una vuelta neoliberal. Pero a partir del 2018, con 30 millones de mexicanos que apoyaron a Amlo, se reinicia el progresismo; y luego en Argentina, Bolivia, Brasil, etc. Por ello podemos afirmar que nuestra América, va”. Eso siempre y cuando la democracia, en la cual deciden las mayorías, este vigente.

         Y es que, donde la mayoría de los habitantes son necesitados, para aliviar a su pobreza, debemos crecer en base a una producción incluyente, que no de la espalda a los mercados mundiales, pero se apoye en el mercado interno; atenta a priorizar los factores estratégicos,  la soberanía alimentaria  indispensable para no pasar hambre, y la energética para sostener la marcha; soberanía laboral para garantizar empleo digno y remunerador para todos; economía respetuosa de personas y cosas, que en vez de erosionar comunidades y ecosistemas, fortalezca la cohesión y armonía con la naturaleza o sea, una economía moral. En pocas palabras sostiene este filósofo, “Ese es el nuevo orden mesoamericano que habremos de edificar todos, porque el boliviarismo, para Latinoamérica, debe seguir siendo la consigna”. 

     Lo anterior se vertió en la Feria del Libro de México, en 2022, y tal como afirmó en el 85 aniversario de la expropiación petrolera el presidente AMLO: “Solo con el pueblo se puede llevar a cabo la transformación”, otro ponente en esa feria, Ricardo Rada, exministro boliviano, aseguró que, si las reformas vienen acompañadas por el pueblo, este las defiende. Advierte, que no habrá transformación social si los gobiernos convierten al sector popular en beneficiaria pasiva: cuando esto sucede, el sector social no sale a la defensa de los avances logrados, permitiendo que la derecha gane adeptos y vuelva a recuperar el poder. En consecuencia, afirma este boliviano, “Se debe luchar juntos, gobierno y pueblo”. Pero cuando no se es gobierno, si solo es pueblo, este ha de mantener la unidad, y con todos sus esfuerzos, ganar elecciones y ser gobierno., es decir poder institucional de izquierda. Y así el pueblo permitirá profundizar las reformas transformadoras, en las cuales la mujer ocupa papel igual al del hombre. 

                Como sucedió en varios países y lo observamos en el nuestro, la derecha  maneja los medios de comunicación -la inmensa mayoría- y tiene gran influencia en el poder judicial; por ello, se afana (y lo propaga intensamente) por ganar en tribunales lo que no logra en urnas o plebiscitos. Conclusiones: necesitamos medios plurales, porque es difícil pelear contra un sistema donde nos bombardean a cada instante, de otra manera volveremos a ser vasallos. Es paradójico que los movimientos sociales en la calle, molesten al gobierno, pero este -siendo popular- sostiene que “por favor, nunca salgan de la calle”, ya que sin esas movilidades, no se avanza al servicio del pueblo.

         Aspecto primordial es lograr que los jueces respeten la constitución y el estado de derecho, o se tendrá una lucha perdida de antemano, porque la derecha se escuda en jueces veleidosos, parciales o sin escrúpulo. Por ello es tan importante castigar al juez corrupto, como compensar al juzgador apto. 

           Como se garantiza la continuidad de la Cuatro T, solo preparándose para triunfar en la siguiente elección presidencial, y hay dos factores esenciales -dentro del pueblo- que deben incorporarse: jóvenes ecologistas y mujeres, con lo que se garantizará ser vanguardia mundial: solo los pueblos con conciencia tienen esperanza.

         De todo lo anterior salen a relucir dos elementos: el pueblo y la democracia. El INE no es cierto que sea la democracia, ni siquiera el factor que permitió la alternancia en el gobierno. El ingrediente determinante, fue y es la ciudadanía, la cual con su masiva participación legitimó el proceso de 2018, en tanto que el INE solo legalizó los comicios de 2006 y 2012, en medio de muchísimos señalamientos de irregularidades. Aquí se acreditó la idea de que “Solo el pueblo salva al pueblo”.

         Por lo que ve al Poder Judicial, es una falsía muy divulgada por medios tradicionales, que tiene alto rango de confianza popular. Los mexicanos, en general no confían ni en jueces ni en ministerios públicos, que ordinariamente se conducen muy alejados de lo que prescribe la Constitución de como ha de ser la justicia. El nepotismo, amiguismo y otros “ismos” reprobables se practican con prodigalidad entre los miembros del poder judicial, ya federal como estatal. Y tengamos en cuenta que este poder es el único que no es electo por el pueblo, lo cual, antes de la Constitución de 1917, si se hacía al menos a nivel de magistrados o ministros.

         Asi como se afirma que la política es sumamente importante para que solo esté en manos de los políticos, también se puede sostener sobre la justicia: es demasiado trascendente para que un solo individuo, detenga la vigencia de una o más leyes, legítimamente procesadas y promulgadas. Esto es lo que sucedió el pasado 24 de marzo, cuando el ministro Javier Laynez Potisek (viejo servidor de Fox, Alarcón y Peña Nieto, quien lo propuso para la Corte) concedió al INE, (que había interpuesto una controversia constitucional contra la reforma), la suspensión que bloqueó totalmente lo previsto por las leyes del Plan B en materia electoral, que apenas habían sido publicadas. Como resultado, este organismo continuará funcionando sin ningún cambio, gracias a la actuación de un solo personaje. El comunicado que informó lo anterior, sin haberse notificado como lo ordena la ley, se dio a conocer a las 19.25 horas del viernes, dando un típico “sabadazo”, al estilo de los antiguos agentes policíacos. Además, se critica por muchos, que esa información, hable a nombre de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y no exclusivamente del ministro Laynez, siendo que es un acuerdo exclusivo de él.

              Por lo anterior, es que la Consejería Jurídica de la Presidencia, reaccionó el domingo 25 reciente, señalando “que no es función del árbitro electoral cuestionar las normas jurídicas que el Poder Legislativo tuvo a bien expedir”, en referencia a que la decisión del togado referido fue respuesta a una controversia constitucional interpuesta por el Instituto Nacional Electoral (INE), atribución que la Constitución no permite. Esto, afirmó el representante del gobierno federal, es preocupante, pues denota que el ministro instructor desconoce “las reglas del procedimiento que regula controversias constitucionales, lo que desnaturaliza este medio de control constitucional que busca alcanzar el equilibrio sano entre los Poderes de la Unión”. Lo antedicho es “una grave anomalía de procedimiento en el fallo mencionado, por medio del cual un solo ministro de la SCJN dejó sin efectos la totalidad de una ley electoral aprobada legítimamente por el Poder Legislativo” y -además, por si fuera poco lo anterior- ordenó revivir las disposiciones derogadas, lo cual sólo puede determinarse, en su caso, mediante una sentencia definitiva aprobada por ocho ministros”. Por ello, solicitará al pleno de la SCJN revocar el acuerdo que admite a trámite dicha controversia, así como la medida suspensiva, al resultar contrarias a los principios fundamentales del Estado de derecho que nos rige. (milenio.com/ 26-III-2023).

           Al respecto se le preguntó a la Ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, quien sabe bastante sobre el tema: ¿El ministro está en lo correcto o en lo incorrecto?, y la ahora Senadora, respondió: “En materia electoral no pueden presentarse controversias constitucionales porque lo prohíbe la Constitución. ¿Qué se presentó? Una controversia constitucional. Ahí está la respuesta”. (La Jornada, 27-III-2023). De allí, que el diario antes citado, en su editorial del mismo día, opina: “Cierto es que la determinación del ministro Laynez es, por varias razones, contraria al marco legal, y lo más grave es que ocurre en un contexto en el que en el Poder Judicial parece fortalecerse la decisión de obstaculizar el ejercicio de gobierno de la presidencia obradorista y alinear a la SCJN con causas opositoras.” Es comprensible entonces, que sobre este tema, el primer mandatario (que andaba en gira de trabajo por el sureste) dijese: “Pueden (suspenderla) porque es la misma mafia. Son iguales que Ciro (Murayama, consejero del INE), que Claudio X. González, que los conservadores que no quieren que haya democracia, porque ellos son partidarios de la oligarquía, no de la democracia. ¿Saben qué es la oligarquía? Es el gobierno de los ricos y la democracia es el gobierno del pueblo. Entonces, ellos no quieren al gobierno del pueblo, entonces por eso no quieren la reforma electoral, eso es lo que está sucediendo” (INFOBAE, 26-III-023).

          A la fecha, sostiene el senador César Cravioto, no se ha podido reformar al Poder Judicial, un poder cuya concepción viene del antiguo régimen y está infectado, plagado de corrupción, que se fue construyendo -ajeno al interés popular- para proteger a sujetos corrompidos y a las élites del poder económico y del poder político. Esa reforma debe incluir al Consejo de la Judicatura, como alertó Ricardo Monreal. Ante esta situación, es indispensable que reformar de fondo, esa rama del Poder público, para que actúe como un genuino árbitro jurisdiccional que al defender la Ley Suprema, este protegiendo los derechos del pueblo soberano, y que sus componentes sean ejemplos de ética y austeridad republicana, principios que, con excepcionales casos, brillan por su ausencia en la actual judicatura. Pero eso sí, toda transformación sobre ese tema, debe tener como factor, la participación ciudadana.,, ya que lo repetimos: En lo esencial, solo el pueblo salva al pueblo.

GUADALAJARA, CRISOL DE LA MEXICANIDAD.
Pedro Vargas Avalos

Conocida como la Perla Tapatía o de Occidente, en alusión a su gente o a su ubicación geográfica, la también admirada “Atenas de México”, por su colosal venero de cultura y la genialidad de sus escritores, lo singular de sus científicos, la habilidad de sus artesanos, la belleza de sus mujeres, la integridad de sus hombres y el humanismo de sus pensadores, Guadalajara es el crisol de la mexicanidad.

Fundada en el valle de Atemajac, (14 de febrero de 1542), conserva cual reliquia intangible, el recuerdo de su arduo inicio en Nochistlán una década antes; el arribo pasajero en Tonalá por 1533 y, dos años después, su denodado paso por Tlacotán: pueblos y regiones todas, insertas en el paisaje del oeste mexicano; por ello, también la Perla Tapatía, forjó el titulo de Sultana de Occidente. 

Asentada en tierra arenosa, en su momento la capital de la antigua Nueva Galicia -nombre que le impusieron los colonizadores hispanos- inspiró, el 16 de junio de 1823, la denominación del Estado hermano mayor de la federación mexicana: Xalisco, hoy por hoy, Jalisco.

Hablar de Guadalajara, la de los de Jalisco, es profundizar en el alma nacional: el jalisciense no tiene doblez, en justa correspondencia con la frase de que “Como México no hay dos”. 

En los guadalajarenses palpita el ansia de la libertad; por ello, cuando el Padre de la Patria estableció el primer gobierno mexicano en 1810, se abolió la esclavitud y se publicó el primer periódico libre “El Despertador Americano”. Ambos hechos solo son muestras de la grandeza de esta tierra y sus habitantes.

Cuna del federalismo que robustece la república, nuestra Ciudad de la Eterna Primavera, ha sido factor determinante para enlazar a las comarcas que, desde siempre, han fraguado la nación.

En todo el mundo, donde se hable de los mexicanos, el toque distintivo lo dan matices y aspectos propios de los jaliscienses: gallardía, laboriosidad, tradiciones, valores de familia y principios comunitarios, son una amalgama de materias cuya representatividad se encarna en quienes viven en Guadalajara. ¿Quién no admira el porte de nuestros charros o el encanto de las tapatías? ¿Quién no brinda acompañado de un sabroso tequila y sacia su hambre consumiendo la apetitosa cocina local? Y quien no reboza de alegría cuando escucha el vibrante mariachi, y se entusiasma al calor de las bravías o románticas canciones de Jalisco.

Cuando se vive en la Ciudad de las Rosas, otro renombre de la Perla Tapatía, se aprecia que su cielo (a pesar de la siniestra contaminación) conserva rasgos que sirven de marco y trasfondo a las estaciones del año: copiosas lluvias, frescos amaneceres, cálidas tardes y recitales nocturnos. 

Los barrios guadalajareños fusionaron seres humanos autóctonos, extranjeros de dura diestra y ambiciosas miras, con avecindados migrantes de todo el país. Y se funden en medio del embeleso de sus calles, plazas, callejones y plazoletas, que no obstante sus baldosas, aún huelen a tierra mojada. Y en el horizonte, se dibujan las torres gemelas de la bella Guadalajara, flanqueada por el rebuscado Palacio de Gobierno y acordonada por sus recios portales.

Por todo lo anteriormente dicho, que apenas es bosquejo de lo que significa la capital jalisciense, se propaló la frase de que “Jalisco es México”; por lo tanto, en cabal reciprocidad, podemos afirmar que Guadalajara, la mayor alhaja de los de Jalisco, es el supremo símbolo de la mexicanidad.

Fernández Noroña: Una Corcholata… tan sin embargo.

Por Pedro Vargas Avalos

Un tema de suma actualidad, desde hace meses, pero ahora tratados con mayor viveza, es el relativo a los aspirantes a ser candidatos para competir por la presidencia de la república el venidero año de 2024. Popularmente se les bautizó como “corcholatas”, debido a que al mencionarlos, se les “destapó”, en alusión a otros tiempos cuando algún priísta (tapado, es decir, que nadie sabía que iría a ser el afortunado) era designado abanderado tricolor por “dedazo” del mandatario federal en turno; así pues, la costumbre del “tapado” tenía como corolario, el ser “destapado”, es decir, mostrado públicamente como el “bueno” para contender por el máximo cargo de elección nacional. Por ello, el término se popularizó, y ahora, los nominados para llegar a la postulación presidencial, son llamados “corcholatas”, o sea tapas de botella descorchada.

Ya sabemos que el mismo jefe del ejecutivo actual, fue quien inició este juego de la carrera por la presidencia, hace mas de un año. En una mañanera señaló los primeros nombres, pero al correr de los meses, esa lista se ha ido depurando, al menos en lo que respecta al partido en el poder y sus aliados, porque la oposición sigue deshojando la margarita, dando palos de ciego. La realidad es que en el partido guinda, quienes entrarán a la recta final, -no pasa de cinco personajes-, que será un ejercicio demoscópico, ahora hacen su lucha para llegar bien posicionados y de esa manera, tener buenas posibilidades de ganar la correspondiente encuesta. Esto lo sostiene no solo el líder morenista (Mario Delgado), sino también el presidente del país, quien repetidamente lo ha confirmado, indicando que apoyará al triunfador de esa consulta especial, solo como miembro de su partido. 

Ahora bien, de los cinco presuntos finalistas, aun cuando cada uno se dice ser el más apto, lo cierto es que, hasta la fecha, los que más opciones tienen de salir avante, son los miembros del gabinete de AMLO: la Jefa de Gobierno de la ciudad de México (Claudia Sheinbaum); el canciller, Marcelo Ebrard y el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Enseguida se menciona a Ricardo Monreal, senador y líder de la Cámara Alta -en razón a ser el coordinador de la bancada de MORENA, que es la mayor- y por parte de los partidos aliados, el controvertido diputado federal por el Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña.

Quienes se encargan de difundir encuestas, suelen mencionar a los cinco antedichos políticos, y la popularidad por lo general es para la Jefa del Gobierno chilango. Luego viene, en porcentaje poco menor, entre el 3 al 10%, el secretario de Relaciones Exteriores. A partir del tercer lugar, están muy cercanos entre sí los aspirantes: el secretario de gobernación, anda alrededor de doce puntos porcentuales, en tanto que Ricardo Monreal, muy rezagado, aparece apenas con un siete por ciento. Por lo que ve al quinto suspirante, Gerardo Fernández Noroña (GFN), el cual, desde no aparecer en las dichosas encuestas hasta rebasar al zacatecano Monreal, ha manifestado repetidamente, que está en pie de lucha, y según su optimismo, podrá dar la sorpresa de sobrepasar hasta a Claudia Sheinbaum. Por lo pronto, la encuesta de MetricsMx de marzo de 2023 -publicado el 24 reciente por la agencia SDPnoticias-, informa que con 21.7%,  ya le pisa los talones a Ebrard. 

Por lo anterior, es que una entrevista que sostuvo GFN con el destacado periodista René Delgado, (Entredichos, 22 marzo) nos pareció sumamente interesante. Y de ella entresacamos frases y pronunciamientos que, por muchos motivos, son dignos de considerarse. Nos dice el entrevistador, que Fernández Noroña, es sociólogo y se destacó liderando a los deudores de la Banca, habiendo militado en el genuino Partido de la Revolución Democrática (PRD) y actualmente, afiliado al PT. En sus cargos, destacan tres veces que ha fungido como diputado federal, desempeñándose como vicecoordinador de su fracción parlamentaria.

Noroña -como a veces se le identifica- es vehemente, de hablar vívido, y a sus 62 años de edad, parece incansable. Su verbo le da para debatir con el más pintado, y su valor, lo hace desafiar cualquier reto. Asegura ser convencido de la unidad en la coalición que forma MORENA y PT. Sobre la contienda con los demás aspirantes, solo pide que haya respeto; no exige ni siquiera piso parejo, pues esto no debe argüirse entre compañeros. En consecuencia, si gana, exige le respeten, y viceversa, el acatará el triunfo de quien lo alcance. 

Según Noroña, ser amigo del pueblo es lo fundamental: para ello, hay que forjarse en la brega de la lucha política, lo cual manifiesta que eso lo posee. Y la experiencia en cargos ejecutivos, (práctica que se le achaca no tener) enfatiza: no son indispensables, y ejemplifica con  el caso de Lula en Brasil, Allende en Chile, etc. En cambio, con experiencia, -indica- allí esta la historia de Rosario Robles, que es decepcionante, al igual que Miguel Mancera, quien es indefendible. Asi pues, lo trascendente es no tener desprecio hacia el pueblo. “Yo soy hombre de carácter”, pregona, y eso lo usan sus críticos para descalificarlo, pero les revira: eso es de mala fe, porque -dice- asume ser razonable, ya que, si se trata de negociar, negocia y si de luchar, pelea.

Algunas ideas de GFN: Yo no aspiro a ser candidato presidencial por puro ego, sino porque me siento capaz para arribar al cargo de primer mandatario. El pueblo tiene derecho a ser dichoso, y esa es su meta: su radicalidad es creer que el ser humano tiene derecho a ser feliz, a tener educación plena, protección de la salud, a poseer casa, a no padecer hambre. Sobre la postura de Monreal, de que busca la reconciliación, dice Fernández Noroña: que comience por reconciliarse con sus correligionarios. Con sus demás competidores, manifiesta no querer ser duro. El dice conocer el país, leer más que los demás y por ello, comprender al pueblo, (máximo líder de México) que es quien decidirá cual de los aspirantes será el candidato.

Sobre la derecha, reconoce que tiene base social, pero no pasa de ser minúscula; que critica todo lo bueno que ha hecho AMLO. Le recrimina que se manejan con clasismo, (si voy a una tienda elegante, dicen que no tiene derecho de comprar en ella; o si viaja en un avión, que no debería estar entre los pasajeros); en pocas palabras, invariablemente mienten y siempre tienen furor en contra de la Cuatro T, no obstante que gozan de plenas libertades, como nunca, que la usan para difamar al primer magistrado nacional. Para la derecha, igual a conservadores, su verdadero líder, es el dinero. Y por lo que ve a sus decenas de “suspirantes” para 2024, los pondera tan decaídos, que “si los echan en una licuadora, de todos no se hace uno”. A pesar de ello, él aclara que los respeta.

En relación a que es misógino, precisa que es una falsía, pues sostiene que él defiende los derechos de la mujer, de la paridad de género, y de que ellas dispongan sin cortapisas de su cuerpo. Por ello quien lo acuse de misógino, es un embustero. “Yo soy absolutamente solidario de la mujer”, convencido de la igualdad, aunque no feminista, recalca.

Noroña, vuelve a reiterar: en el movimiento lopezobradorista, es esencial mantener la unidad, como fundamental conservar la congruencia, y de forma invariable, primero considerar, servir al pueblo. Sobre Claudia y Marcelo, dice son excelentes. De Adán López, afirma es su hermanito y gran secretario de gobernación, mejor que gobernador que fue de Tabasco. Y al interrogarlo sobre si declinaría por alguno de ellos, simplemente expone: Les voy a ganar. Y para ello, conforme a su idea, lanza su frase de lucha: El pueblo decide, Noroña es el que sigue.

Los lectores, quizás consideren que este personaje no podrá llegar a ser candidato presidencial, pero lo cierto es que, muchas de las cualidades de él, falta le harán a quien resulte ganador en la carrera morenista para ser el sucesor de su fundador.  Es pues, Gerardo Fernández Noroña, pésele a quien le pese: una corcholata, tan sin embargo.