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Teuchitlán, horror jalisquillo

Juan M. Negrete

La lectura de que se hayan encontrado en Teuchitlán, un poblado pequeño de los supuestamente pacíficos municipios del interior, un espacio con hornos crematorios fue un golpe a la nuca del que no nos repondremos pronto. Vinieron luego notas posteriores sobre el caso. Unas ahondaron tal visión patética y otras urgieron a la calma y a la revisión objetiva de lo hallado y de lo que generó tales cuadros terroríficos.

En los medios, ambas posturas encontraron cobijo de inmediato. La gente comunicadora que tiende al amarillismo cargó sus pilas con la tinta de la ingobernabilidad generada por las huestes del crimen organizado, funcionando en nuestros espacios a todo lo que da. La otra visión nos invita a no perder los estribos y a revisar con detalle lo que se pueda hallar en todo esto; buscar hasta los ínfimos detalles de los autores de las posibles masacres y a la contingencia con sus víctimas. Es la voz de la serenidad y la paciencia aplicadas, como lo revivió la señora Claudia, recordándonos que Kalimán siempre nos aconsejaba tal conducta.

En este punto estamos. Nos prometen las autoridades responsables de tal información que la semana que viene nos tendrán un cuadro oficial de tales acontecimientos. Esperamos que no nos salgan con un cuento al estilo de lo que Karam construyó y calificó como “verdad histórica” en torno a la supuesta quemazón de los cuerpos de los jóvenes de Ayotzinapa en el basurero de Cocula hace ya diez años, que dio de inmediato pie a convulsiones y conflictos que no cesan.

Son, desde luego, pruebas de fuego para las autoridades en turno. Si la desaparición de 43 muchachos levantó una ámpula que no sana, ¿que generará la explicación, atenta o desastrada, de la desaparición de dos cientos de cuerpos hilados a este descubrimiento macabro? Y esta cifra de 200 fue una primera cifra. De inmediato hubo fuentes que hablaron ya de posibles 1 500 o más desaparecidos, vinculados a la existencia de este horno criminal y de algunos otros más, funcionando en la zona del hasta ahora proverbial estado de Jalisco, el nuestro. Es por demás el manejo morboso de cifras de desaparecidos aquí, allá y acullá. Pero de pronto quedamos en el epicentro del huracán.

Nadie puede negar la presencia de dos gobiernos. Uno, el más conocido, es el que contiende en las lisas electorales y resulta electo. Hablamos de las alcaldías de los municipios y del gobierno de los estados. Una lengua diversa del poder tiene que ver con la turba de los legisladores, que también entran a la disputa electorera. Pero por lo pronto nos referimos al ejercicio del poder ejecutivo, en los municipios y en el estado.

Local 17 interior del mercado municipal, más de 40 años de tradición, atendido por su amigo Alfonso Gómez el cortito

Con los poderes ejecutivos electos contiende la presencia de lo que designamos como crimen organizado. Es del dominio público que los de la plaza (otra denominación popular para los del crimen organizado) cobran derecho de piso a cuantos les da la gana expoliar. Extorsionan a quienes se les ponen enfrente. Venden seguridad al que está establecido y al que va pasando. Y, lo peor del caso, es que recogen el dinero expoliado y no le dan la cara a nadie. Por tanto, nadie los conoce. ¡Cuán extraños nos resultan todos estos cuadros! Parecen imágenes tomadas de historias de ciencia ficción, por decirlo de algún modo.

Tras toda esta recolección heterodoxa de dinero ajeno, tiene que venirse por fuerza la tarea de los lavaderos. Todo ese dinero sucio, por mal habido, tiene que ser blanqueado. ¿Dónde, cómo, por quiénes? Por fuerza tiene que ser con personas e instituciones que en todos los casos y todos los días están dando la cara al público. Unas son pues las autoridades establecidas o electas. En todas estas instituciones hay tesorerías, hay policía que ejerce la fuerza autorizada y que aplica cuantas tarifas conducentes y aprobadas haya que aplicar.

Aquí está el meollo del asunto. Cuando alguien busca escabullirse del pago de los impuestos y las tarifas oficiales sabe que tarde o temprano se las verá con la cara estricta de la fuerza comandada por el poder establecido. Pero entonces ¿porqué también tiene que soportar la exigencia de otros pagos, no autorizados, no sancionados, pero avalados también por la violencia y el ajuste de cuentas, que no haya límite ni con la muerte misma de quienes no les cumplen sus caprichos?

Este recuadro cruel es el que ha impuesto su marca en todo el país con la extensión del dominio del trasiego de drogas y armas, reforzado desde luego con la participación de nuestros vecinos gringos, sea ya porque le compran la droga a nuestros cárteles y porque les venden las armas a estos mismos personajes. Para ellos, los vecinos, la solución consiste en calificar a estos traficantes nuestros como organizaciones terroristas. Y luego autorizar su persecución y cauterización autorizada, convertida en medida legal, aunque violen la soberanía territorial.

Por supuesto que estos delincuentes nuestros tratan con delincuentes invisibles de allá y con consumidores que pagan también a vendedores invisibles de allá mismo. Todos los que están mal y merecen castigo son pues los criminales de aquí, que nos extorsionan y atracan aquí y también nos matan aquí, como ahora lo estamos descubriendo. ¿A dónde iremos a documentar todo este infierno surrealista? Si la frontera de lo humanamente posible ya fue borrada aquí, como trasciende de lo descubierto en Teuchitlán, ¿Dónde pararán los nuevos límites?

Empleados en la Cooperativa: ¿Socios, Sindicalizados oNinguna de las Anteriores?


Por: Leonel Michel Velasco

  1. ¿Es conveniente que los empleados sean socios?
    En una cooperativa, los socios son los dueños y toman decisiones colectivas. Que los empleados sean socios puede tener beneficios, pero también desafíos. En la cooperativas de consumo, el
    tener empleados no socios puede facilitar la operación. No es común ni necesario que los empleados de una cooperativa de consumo sean socios. Sin embargo, si se permite, debe haber
    reglas claras para evitar conflictos de intereses.
Zambra de marrullerías

Juan M. Negrete

El buen trato que le da a Claudia Sheinbaum, nuestra presidenta, hasta ahora, debe provenir en primera instancia porque se trata de una dama. Y, bueno, los padrotes profesionales se desviven en galanteos y cursilerías con las mujeres, venga al caso o no. Es conocido el dato de que este mercader de muchas líneas anduvo muy activo en el mundo de la farándula y los hábitos de doblar la cerviz ante las mujeres es una de las características de estos lebrones, sean machos alfa o no. Me late que por ahí vaya la cosa.

Pero el grano sustancioso de lo que con ella discute el personaje de marras apunta a otros entenderes. Cuando Trump llegó al poder gringo en el 2016 se encontró con que nuestro país había celebrado un acuerdo o alianza de mercaderes entre los nuestros y los de los dos países al norte nuestro. Había entrado en vigor el famoso TLC o NAFTA en 1994, lo que quiere decir que ya llevaba funcionando 22 años. Pues se lo halló sobre la mesa y desde el principio estuvo con su chilla de que era el peor acuerdo que el gobierno gringo podía haber firmado y que iba a ponerle todas las piedritas en el camino para cancelarlo. Y lo hizo.

Bueno, no lo canceló. Lo modificó. Movió todos sus encantos para convencer a los otros dos socios (Canadá y México) a que se sentaran a revisarle las cláusulas. Pasados algunos tragos amargos por las tres instancias participantes, finalmente terminaron signando el nuevo instrumento de intercambio mercantil que nos regiría a los tres países. Para diferenciarlo del primero, a éste le llamaron T-MEC. Siguió pues adelante el convenio de una Norteamérica unida, al menos en los renglones de los intercambios mercantiles.

Debe quedarnos bien claro a todos los que estamos englobados y regidos por dicho acuerdo, que fue justamente El Trompas el motor o dínamo de esta nueva versión del tal acuerdo. Él dejó la presidencia hace cuatro años, pero su convenio suscrito quedó vigente. Luego volvió a contender para la presidencia, porque en el 2020 no se pudo reelegir y la suerte le favoreció. Volvió pues al control de los panderos.

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La gran sorpresa que nos llevamos todos los que habitamos estos tres países fue la nota, que ya hasta cansona se nos ha vuelto, de que nos iba a aplicar aranceles de un 25% a los productos que les exportamos tanto Canadá como nosotros a su mercado interno. Como dicen nuestros vagos: Eso me saco por andar contigo. Se supone que la cercanía y otros vectores presentes nos hacen ser socios y amigos privilegiados de los gringos. ¿Que se espera de sus sablazos a los que les quedan lejos y que no gozan del privilegio de su amistad y cariño?

Le escuchaba decir a mi progenitor, cuando andando alguien en operaciones confusas o no bien vistas, aplicar un refrán extraño: Así paga el diablo a los que le sirven. Para los que están familiarizados con la terminología católica el fondo del dicho es transparente. No hay pues necesidad de esclarecerlo. Lo gracioso vendría a ser que le apliquemos la categoría de demonio a este señor tan controvertido. Porque hay muchos ciudadanos gringos (nos referimos a quienes votaron por él) que lo acogen por presbiteriano y lo tienen como un seguidor fiel de ciertas prédicas cristianas. En fin.

Los buenos oficios de doña Claudia habían logrado aplazar un mes la aplicación de los tan mentados aranceles a nuestras exportaciones. Ha habido mucho movimiento en las fronteras por asuntos de seguridad, de tráfico de armas, por el trasiego de las drogas y más yerbas. Ya hasta se le entregó a la justicia gringa a 29 presidiarios nuestros, como para acomodar en el tapete todas las fichas en juego. A los incautos ciudadanos de a pie no nos quedan claras las motivaciones concretas de tantas jugadas; por eso vemos todo el sainete presente como zambra. Así le llaman los moros a sus fiestas descontroladas, cuando el alcohol o la euforia, o las dos cosas juntas, vuelcan todas las ollas posibles.

Ya había puesto don Trompudo, como fecha de arranque de sus sanciones impositivas a nuestros productos, el día cuatro de marzo. Pero volvió a comunicarse oficialmente doña Claudia con él y consiguió aplazar otra vez la fecha. Ahora nos esperaremos hasta el día dos de abril, para entender de qué humor amanece ese señor albino. De boca de nuestra presidenta se nos dora la píldora de que en ese tal día expectorará el presidente gringo una aplicación universal de aranceles para todos sus clientes en el mundo. Pero que como nuestros productos están regidos por las reglas del T-MEC, entonces, no habrá sanciones para las mercancías que les llegan de nuestros almacenes. ¿Irá a ser así, o nos irá a aplicar otra de sus malhadadas sorpresas callejeras, que no obedecen sino a la lógica de la marrullería y a las trampas ventajosas? Ya lo veremos.

Por lo pronto, quedamos avisados. Y no sería ninguna novedad qie nos aplicara la masacuata, de manera unilateral y hasta con injurias de parte suya, en contra de nuestra humanidad mexicana. De lo que ya tienen cayo. Y no porque seamos mexicanos, o porque les quedemos en tan cortita vecindad. ¿Quién se hubiera imaginado que daría a sus grandes amigos y socios europeos este trato denigrante e insufrible de lacayos infames y de malagradecidos respondones? No se la acaban. Ni modo.

TIEMPO DE MUJERES, GARANTÍA DE SUPERACIÓN.

Por Pedro Vargas Avalos

                El reciente sábado 8 de marzo (8M), se conmemoró de múltiples formas el día de la mujer. El antecedente se remonta a la épica jornada que llevaron a cabo en igual día del año 1857, más de cien trabajadoras de la fábrica textilera Cotton de Nueva York, las cuales se manifestaron por las calles cercanas a la factoría, reclamando mejores condiciones laborales y la reducción de sus largas jornadas. La protesta fue bárbaramente refrenada por fuerzas policíacas, con un lastimoso saldo de 120 mujeres muertas, unas por disparo de arma de fuego y otras quemadas. Este suceso se volvería símbolo del movimiento obrero mundial, de modo que el 8 de marzo de 1910, en Copenhague, Dinamarca, en la II Reunión Mundial de Mujeres Socialistas, la lideresa alemana Clara Seltkin (1855-1933) propuso la institucionalización del Día Internacional de la Mujer, que finalmente quedó fija en tal día.

                No obstante lo anterior, para que tuviese carta de naturaleza mundial, hacía falta la sanción del máximo organismo internacional (la Organización de las Naciones Unidas -ONU-) para cuya meta, nuestra nación mexicana tuvo gran participación, pues en  1975, la ciudad de México fue sede de la Primera Conferencia Mundial de la Mujer, auspiciada por dicha organización; en ese entonces a través de diversos acuerdos con los países miembros y conforme el principio de que “La mujer es un miembro activo y con plenos derechos, y a la vez parte importante para el desarrollo de los pueblos”, se aprobó oficialmente el día de la mujer, lo cual paulatinamente se incrementó sumando cada vez más y más naciones que honran la fecha. Otras tres conferencias internacionales se han celebrado: Copenhague (1980), Nairobi (1985) y Beijing (1995), siendo esta última la que proclamó aspectos tan importantes que hasta nuestros días siguen siendo objetivo del esfuerzo en pro de la igualdad de géneros.

             Esa “Declaración y Plataforma de Acción de Beijing” estableció una serie de objetivos estratégicos y medidas para el progreso de las mujeres y el logro de la igualdad de género, envueltas en 12 esferas cruciales, que son bandera de esa lucha. Allí se incluyen la mujer y la pobreza, la educación y capacitación de la mujer; la mujer y la salud, la violencia contra la mujer, la mujer ante los conflictos armados; la mujer y la economía, la mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones; los mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer, los derechos humanos de la mujer y la mujer en relación con los medios de difusión, así como la mujer y el medio ambiente. Finalmente se considera un tratamiento especial para las niñas.

Local 17 interior del mercado municipal, más de 40 años de tradición, atendido por su amigo Alfonso Gómez el cortito

            Como podrá observarse, en varios capítulos los mexicanos hemos avanzado, (tenemos presidenta de la república, gabinetes y organismos públicos con paridad de género, etc.) es decir, las mexicanas han salido de la penumbra de la historia y sin embargo, aún quedan bastantes renglones por superar tanto en la vida pública como la privada.

            Por lo que ve a nuestras jaliscienses -heroínas, notables artistas, enormes escritoras, maestras e intelectuales- han ido recuperando su lugar esclarecido en la memoria y las efemérides. Sin embargo, a nivel nacional, no se ha dado su lugar trascedente a las mujeres -tampoco a los varones- nativas de Jalisco, por lo que se debe realizar un notable esfuerzo para que se les reconozca. Por solo dar algunos ejemplos, allí tenemos a doña Rita Pérez Jiménez (esposa del héroe Pedro Moreno, y madre del bisoño insurgente Luis Moreno Pérez); Ignacia Riechy, defensora de México ante Estados Unidos, los conservadores y la intervención francesa; la poetisa Refugio Barragán de Toscano; la gran impulsora de la cultura Emilia Beltrán y Puga; la original pintora María Izquierdo y la educadora singular Soledad Anaya Solórzano.

 En la revolución mexicana arriesgaron su vida por la causa reivindicadora, damas esforzadas como Atala Apodaca. También fue excelente Antonia “Toñita” Vallejo, polifacética y bohemia. Y la exquisita Eugenio Zúñiga Gálvez, primer premio Jalisco. En otros ámbitos hemos tenido distinguidas tapatías, como la actriz Ester Fernández, la intérprete Lucha Reyes o la compositora Consuelito Velázquez, por solo dar botones de muestra. Y así podríamos enumerar varios nombres en otros ramos, pero insistimos, falta proyectarlas y que sirvan como arquetipos o inspiración de las nuevas generaciones.

                Las marchas y actos conmemorativos del 8M, los debemos tener presente no como ordinarias celebraciones, sino como sentida exhortación para proseguir en la pugna a efecto de lograr que, realmente, todos los derechos sean parejos para mujeres y hombres. La presidenta Claudia Sheinbaum, expresó al asumir su cargo, que, con su llegada al poder ejecutivo federal, llegaban todas las mujeres, incluyendo las víctimas de feminicidio y las desaparecidas, haciendo un llamado a combatir esos actos y de plano erradicar la violencia por razón de género. Tal como se leyó en una pancarta de las marchistas del sábado:” Ni un feminicidio más, ni un golpe más, ni un trato ni palabra violenta más contra las mujeres”.

                Durante el 69.º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU, convocados para llevarse a cabo este mes de marzo, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, especialistas y activistas de todo el mundo se reunirán para acordar acciones, políticas e inversiones en favor de la igualdad de género, y como declaró el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres: La igualdad de género y los derechos de las mujeres son fundamentales
para el progreso mundial en las esferas de la paz y seguridad, los derechos
humanos y el desarrollo sostenible. Solo podremos restablecer la confianza
en las instituciones, reconstruir la solidaridad mundial y cosechar los frutos
derivados de contar con perspectivas diferentes si hacemos frente a las
injusticias históricas y promovemos los derechos y la dignidad de todos.”
Estas decisiones determinarán el curso de la historia para la generalidad de las mujeres del orbe entero y nuestra patria, como siempre, estará presta para lograr tan necesaria meta.

                 No cabe duda de que debemos celebrar a las mujeres, quienes son claros ejemplos de audacia, valentía, serenidad, rectitud, tacto y por si eso fuera poco, cabal expresión de la hermosura. Por ello, culmino este comentario, trayendo a colación la rima de Carlos Parra, cronista etzatlense: La mujer es maravilla/goza de distintos dones, /es doctora, es artista, /es maestra de ilusiones. /Máquina que no se cansa/luchadora perseverante, /portadora de esperanza/ ¡que marcha siempre adelante!