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LAGOS, HERALDO DE JALISCO.

Por Pedro Vargas Avalos

La grandeza laguense, enlazada a la extensa Nueva Galicia y luego lanza punta de los jaliscienses, se forjó enseguida de su fundación, con peldaños que abrazan el siglo XVII, con una creciente actividad agrícola y ganadera en las comarcas alrededor de la población, dinamizadas por la actividad de los centros mineros de Zacatecas, Comanja, Guanajuato y San Luis Potosí. De esa manera se consolida la Villa de Lagos, acreditando que desde el año de 1615 fuese elevada a la categoría de Alcaldía Mayor, la cual abarcó las poblaciones de Jalostotitlán y Teocaltiche. El desarrollo prosiguió y con excelentes construcciones como el edificio parroquial y luego la fundación del Convento de Nuestra Señora de la Merced y el Colegio de San Lorenzo, la flamante Alcaldía Mayor cerró esta centuria.

Para el siglo XVIII, el llamado Siglo de las Luces iluminó a Lagos y se registró el nacimiento del Convento de Capuchinas Pobres del Señor San José, iniciándose la construcción del Templo Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, el Templo de Nuestra Señora del Rosario, la Casa Consistorial, etc., además de poseer numerosos mesones, indispensables para alojar a comerciantes y pasajeros del centro, poniente, este y norte de la Nueva España. Muchas de esas fincas, son actuales atractivos arquitectónicos de la ciudad, como el Mesón de la Merced, de Jesús María y de la Soledad; en consecuencia, la urbe ostenta ahora una red hotelera más que aceptable. Como ya dijimos, en todo este tiempo, Lagos, partido de la vieja Nueva Galicia, permaneció como cabeza de la Alcaldía Mayor, cuya jurisdicción político-administrativa era patente en casi toda la región alteña.

En la alborada del siglo XIX muchos criollos de la ya antigua Villa de Santa María de los Lagos, se manifestaron a favor de la “independencia”. De esta época data la vida y obra del inmenso laguense Lic. Francisco Primo de Verdad y Ramos, síndico de la Ciudad de México y firme sostenedor del principio de la soberanía popular, por lo cual se le apresó y tuvo misteriosa muerte en 1808, dentro de las mazmorras de la Inquisición. Este personaje es una indudable gloria de Jalisco, a tal grado que otras entidades disputan su pertenencia.

La cruenta guerra de independencia, iniciada en 1810 con el Grito de Dolores que pronunciara el padre de la Patria D. Miguel Hidalgo y Costilla Gallaga, -quien varias veces visitó Lagos y sus cercanías, sosteniendo relaciones con prominentes vecinos- coronó cuando se proclamó la independencia, primero en lo que era ya Intendencia de Guadalajara (aunque comúnmente seguía diciéndose Nueva Galicia a su territorio, incluidos Zacatecas, Aguascalientes, Colima y Nayarit), el 13 de junio de 1821, en la población de San Pedro Tlaquepaque, por el ejército de reserva -cuyo asiento principal fue Lagos- de la provincia comandado por Pedro Celestino Negrete, bajo el lema de “Independencia o Muerte”; meses después se llevó a cabo la emancipación de índole nacional, al entrar a la ciudad de México el ejercito Trigarante  liderado por Agustín de Iturbide, el 27 de septiembre de aquel año. En esa gesta insurgente, Pedro Moreno, su joven descendiente Luis, su esposa doña Rita Pérez Jiménez, su hermano Juan de Dios; Don Pedro Aranda -primer gobernador de Coahuila- y muchos otros personajes, como Juan Pablo Anaya, el cura Juan Manuel Castro y Cirilo Gómez Anaya, tuvieron papeles estelares, aunque desde distintos bandos, como fue el caso de Gómez Anaya -laguense diputado por la ciudad de México-, quien en 1823 alentó fallidamente en el Congreso nacional constituyente la creación de un Estado desprendido de Jalisco.

Al enterarse de lo anterior, y sobre todo por la difusión que ciertos grupos procentralistas le dieron a la idea, el ayuntamiento de Lagos, presidido por el señor Quirino Sanromán y Gómez, desmintió tal propuesta y subrayó su apego a Jalisco. De igual forma, el hermano del anterior, el impresor Urbano Sanromán, a la sazón diputado constituyente local, en el periódico que editaba (El Iris de Jalisco) en Guadalajara, respaldó la unión de sus conciudadanos y repudió esa proposición. Unos sonetos publicados en ese impreso el 29 de diciembre de 1823, en lo conducente dicen: “Brindemos, jaliscienses, / Hijos de la victoria, /Viva la Patria libre,/…Cantando alegres odas, /…Ya la Federación, / El Congreso sanciona,/Brindemos a Jalisco,/Que de ella es protectora.”

Retrocediendo un poco, con la vigencia de la Constitución hispánica de Cádiz (1812), Santa María de los Lagos ya había electo ayuntamiento constitucional, iniciándose en la ruta de la democracia. De acuerdo con ese nuevo ordenamiento a Lagos se le segregaron Teocaltiche, San Juan de los Lagos, Jalostotitlán y Encarnación, quedando integrado con las competencias de San Antonio de los Adobes (hoy Unión de San Antonio), Comanja, Moya, San Juan Buenavista, la extensísima hacienda de Ciénega de Mata y otros ranchos próximos a la cabecera.

El flamante estado libre de Jalisco, con su Constitución política de 18 de noviembre de 1824, dispuso que Santa María de los Lagos se transformara en la ciudad de Lagos; poco después la rebautizó con el apellido de su héroe insurgente por excelencia, Don Pedro Moreno, el año de 1829, quedando convertida para siempre en Lagos de Moreno, cuyo emporio edificado fue declarado Zona de Monumentos Históricos en 1989 y desde 2010, por acuerdo de la UNESCO  se inscribió  en la Lista de Patrimonio Mundial como parte integrante del itinerario cultural Camino Real de Tierra Adentro. También a partir de 2012 se le reconoció como Pueblo Mágico y ahora los Cronistas de Jalisco, con motivo del XXXI Congreso anual celebrado en esta bellísima ciudad, la denominan Atenas Jalisciense. De allí que este articulo sea encabezado con la leyenda de Lagos, heraldo de Jalisco.

Nada difícil es acreditar los anteriores títulos. Esta gallarda ciudad, recinto de hermosas construcciones y tierra de sobresalientes personas, ha sido teatro de numerosos hechos de trascendente repercusión tanto para Jalisco como para la República. Anotamos como ejemplo, el 10 de Agosto de 1823, cuando se concertaron los “Convenios de Lagos” entre D. Nicolás Bravo y D. Pedro Celestino Negrete, por el Gobierno del Centro, y la otrora Provincia de Guadalajara ahora convertida en Estado y evidente cuna del federalismo; el documento reconoció oficialmente al Estado Libre y Soberano de Jalisco. El año de 1831 el Gobernador José Ignacio Cañedo, valorando en peligro su administración, trasladó a Lagos los Poderes constitucionales del Estado, en el mes de diciembre y con ello convirtió la tierra de Pedro Moreno, Agustín Rivera y Mariano Azuela, en Capital jalisciense.

Luego de la injusta guerra contra Estados Unidos, el Gral.  Mariano Paredes y Arrillaga en ésta alteña ciudad lanza su proclama desconociendo al presidente D. Manuel de la Peña y Peña, por considerarlo traidor a la Patria al haber aceptado la pérdida de más de la mitad del territorio nacional. Otro convenio célebre, fue el que se firmó el 16 de Septiembre de 1855: en este nuevo Convenio de Lagos, se admitió el Plan de Ayutla, con lo cual México dio gran paso en su Reforma, movimiento del que eran los jefes el Gral. Juan Álvarez y Don Ignacio Comonfort su segundo, pero cuyo pionero fue Valentín Gómez Farías y su cumbre, el Benemérito Benito Juárez.

Antes de la Intervención francesa, en 1861, se remató la Hacienda de Santa Bárbara, inmueble dejado por el Br. D. Miguel Leandro Guerra para la educación Laguense: con los rendimientos de esa operación se auspició la apertura del exconvento de Capuchinas como Liceo del Padre Guerra en 1870: este centro educativo es fundamental para dar a Lagos un especial nivel de cultura. Al mismo tiempo principia la construcción del admirable teatro de Lagos, bautizado con el nombre del ilustrado poeta y fabulista José Rosas Moreno, distinguido como el poeta de la niñez. Una lógica consecuencia de esa característica fue la fundación (1887) a iniciativa del fecundo historiador D. Agustín Ribera, quien con maestros y estudiantes del Liceo funda la “Honorable Junta Patriótica Pedro Moreno”, organismo que invariablemente honra a los eminentes hijos de la localidad. Desde 1903, gracias al empeño del literato Antonio Moreno y Oviedo, se realizan los “Juegos Florales” que dan brillo a Jalisco entero.

Esta alhaja urbana de México es raíz y tronco de innumerables personajes que descollaron en muchos de los sucesos más transcendentales acaecidos en el país. Además de los que ya mencionamos en renglones anteriores, podemos citar Carlos González Peña, académico; al Mtro. Adalberto Navarro Sánchez, académico y escritor; al Lic. Salvador Azuela Rivera, enorme novelista; el literato Dr. Alfredo Márquez Campos. A los poetas Francisco González León, Francisco Guerrero Ramírez, Antonio Gómez Anda y José Becerra Villalobos. Gobernador de Durango, fue el Gral. Silvestre Aranda.

Otros valiosos laguenses, orgullo de Jalisco, son el músico concertista Daniel Ibarra Zambrano y el cantante Raúl Prado Gutiérrez, del afamado Trío Calaveras. Gran figura fue el inventor Hermión Larios. Distinguida fotógrafa fue Doña Dolores Álvarez Bravo y gran universitario Rector de la máxima casa de estudio de Jalisco, el médico Jesús Delgadillo Araujo. Recordado periodista fue José Pérez Moreno, así como Ricardo Covarrubias, impulsor cultural en su tierra y en Monterrey. Un singular cronista, por fortuna aún entre nosotros, lo es el maestro Ezequiel Hernández Lugo.

Finalmente, sin que sea exhaustivo el repertorio, recordamos al abogado y diputado liberal Espiridión Moreno y Anaya; al escritor Moisés Vega Kegel y muy especialmente a quien fue nuestro amigo, D. Alfonso de Alba Martín, cuyo libro sobre el Alcalde de Lagos, es recodo del regocijo. Fray Francisco García Diego y el sacerdote Pedro Barajas Moreno, cierran un breve enlistamiento de próceres de estos lares, también caracterizados por su economía emprendedora-industria, comercio, turismo agricultura y servicios- y sus valores -sociales, familiares y solidarios- integrales.

 Por lo anterior, con justa razón, y para orgullo de todos los tapatíos sinónimo de jaliscienses, es decir, los habitantes del lejano Huejuquilla el Alto, pasando por Colotlán en el indómito norte del Estado; y a partir de Ojuelos, cruzando por todos Los Altos hasta avistar la Perla Tapatía; y continuando una visión etérea, luego de ver Tequila y enseguida avistar el paraíso del Pacífico, que es Puerto Vallarta; sin olvidar la venturosa Barra de Navidad y emprender hermosísimo regreso por Autlán y Zapotlán el Grande, junto a Sayula y el incomparable lago de Chapala con su rivera, para arribar por Ocotlán, Arandas y Atotonilco con sus aledaños, a la mística Lagos de Moreno, forjada por talento, belleza, valentía y laboriosidad,   consideramos que lagos de Moreno, es para satisfacción de  quienes habitamos esta Entidad federativa y anuencia de  la nación entera, el magnífico Heraldo de Jalisco.

Oposición histérica

Juan M. Negrete

Se precipitaron torbellinos cargados de agua y azotaron la Huasteca con mayor fuerza de la acostumbrada. Hubo destrozos en cinco estados. Perdió la vida casi un centenar de paisanos. Viviendas, cosechas, ganado, muchos bienes fueron arrasados: un verdadero infierno de aguas. Nuestro pueblo es generoso sin aspavientos. Se volcó a integrar centros de acopio. Medicamentos, ropa, víveres, enseres… Buscó la forma de hacer llegar lo acumulado a los desastrados. Lo más notorio de estos afanes de apoyo estuvo a cargo de doña Claudia, la presidenta, flanqueada de las fuerzas armadas y los servidores de la nación.

Pero ¿qué creen? También se desató una turbulenta campaña que demeritaba y falseaba los esfuerzos del rescate oficial. Calumnia, que algo queda, reza el refranero morboso. La oposición partidista nos recetó esta amarga pócima. Que dizque una famosa caja, llamada Fonden, estaba vacía porque fue robada por el régimen anterior; que ni cómo auxiliar a los damnificados; que gobierno ladrón… y el fondén y el fondén.

Doña Claudia y su equipo oficial no cejaron, ni pararon en su esfuerzo de curar el mal de los paisanos agraviados, hasta que ataron las puntas deshilvanadas del desastre y pusieron orden en la casa siniestrada. No fue fácil, pero ya lo consiguieron. Y vamos a lo que sigue.

Se vino el paro de los agricultores en tres estados del país, por los precios tan bajos del maíz. La cantaleta de que sin maíz no hay país resonó a lo largo y ancho de toda la nación. Los titulares de este ramo buscaron la forma de arreglar la deficiencia y, tras los ajustes necesarios, se llegó al acuerdo necesario en el precio de la tonelada.

Había pues que levantar los plantones carreteros. Pues otra vez la burra al trigo. Líderes prianistas del campo, valiéndoles los puntos del acuerdo ya alcanzado para las demandas de los agricultores, se volvieron a instalar en plantón en los tres estados, violentando el cuadro. O como dicen que dice el gachupín: nomás por joder. ¡Vaya usted a saber!

Se nos vino luego encima lo del doloroso crimen de Carlos Manzo, el presidente municipal de Uruapan. Este señor había sido diputado federal por Morena en su anterior ejercicio de representación pública. Luego contendió, como candidato independiente, para la presidencia municipal de Uruapan y la ganó. Como trotaba en caballo de hacienda, se propuso formar con un elevado contingente de simpatizantes, un clan político al que buscaron denominar ‘el partido del sombrero’, ‘el movimiento del sombrero’ o algo así. Sin albures.

Se sabe que un muchachito de apenas 17 años de edad, originario de Paracho, Mich., el santuario de las guitarras, fue el que lo victimó. Le descargó seis balas de la pistola. La parca ya le había marcado a él también su rayita y ahí quedó. Lo alcanzó uno de los guardias personales del alcalde. De inmediato acaparó la atención el hecho en todo el país.  Manzo había abierto desde su campaña las hostilidades en contra de los grupos delincuenciales que mantienen al estado de Michoacán en vilo.

Por lo acontecido, la hipótesis más firme nos conduce a pensar en que lo hayan puesto en la mira los mentados cárteles. Se sabe que extorsionan a los agricultores productores de aguacate, limón y berries, quienes han introducido sus productos al mercado gringo con buenos rendimientos. Los cárteles se disputan la extorsión de este mercado floreciente. Todo apunta pues a su autoría. Pero le vuelve la vasca al niño.

Veamos lo de la identificación de los cárteles michoacanos, que se encuentran en disputa abierta por la extorsión de estos recursos. Uno es el CJNG, demasiado mentado ya en tantas dagas que nos ocurren, como para ensayar a esbozarlo. Se menciona otro grupo con la denominación de la Nueva Familia Michoacana. Y uno más: el de Cárteles Unidos. El hecho duro viene a ser que Manzo les tenía declarada las hostilidades a estas fuerzas clandestinas y les hablaba al tiro, con el mismo lenguaje iracundo al que los narcos acostumbran y que no deja lugar a dudas sobre sus propósitos. Es decir, se trata de una guerra declarada.

La oposición cuestionó de inmediato la efectividad de los círculos de protección, con las que el alcalde y su grupo se desplazaban. Traía Manzo en primer contacto a un grupo de su propia policía municipal, a los que más confianza le inspiraban. Un segundo y un tercer círculo, siempre presentes también en su guardia, provenía de la guardia nacional y de la Sedena. No se veía por dónde se les infiltrara un matoncito imberbe, como lo hizo. Pues ocurrió.

Son pistas por aclarar, para entender la trama. Pero la oposición partidista ya dio por hecha la tesis la complicidad y la responsabilidad de estos círculos guardianes, que manchan o desvirtúan las tareas oficiales. Y lo hacen mediante su clásico escándalo histérico. No paran de berrear en el congreso y en cuanto foro a la mano se hallan. Propalan que el ejecutor de esta violencia desatada es el propio gobierno. Es su bandera y ni quién los calle.

Ustedes lo mataron” grita desaforado Humberto Moreira desde su bancada en el Congreso. Y la chillona histeria de los merolicos que padecemos como legisladores opositores busca ofuscar el panorama para que nada se aclare, para que se nos desbarranque de una vez por todas este ensayo de república popular. ¿Irá a sortear tanta infamia desatada la 4T? Es la apuesta en juego.

RECONCILIACIÓN MEXICO ESPAÑA: IRREEMPLAZABLE AMISTAD.

Por Pedro Vargas Avalos

                Recordemos que el formal restablecimiento de las relaciones entre España y México, luego de la ruptura de 1945,- es decir al finalizar la Segunda Guerra Mundial se produjo el 28 de marzo de 1977. Desde 1939 los hispanos sufrieron la dictadura franquista, misma que preparó el regreso de la monarquía borbónica que hoy por hoy gobierna con Felipe VI, el vástago de Juan Carlos, quien fue monarca tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, en Madrid. Desde este año nuestros lazos, siempre vivos, se fortalecieron, hasta el affaire de 2022 que resultó como efecto de la carta que con fecha del 25 de marzo de 2019, remitió el primer mandatario mexicano al rey hispano.

                Con relación a este tema, escribí: Las relaciones entre los gobiernos de España y de nuestra República Mexicana, han sido muy zigzagueantes. Eso sí, los vínculos entre los pueblos de ambos Estados son estrechas y por lo general expresivas, a tal grado que con generosidad que enaltece a los mexicanos, solemos denominar a esa nación europea, como la “madre patria”. (Conciencia Pública, 13 de febrero de 2022).

Sin embargo, las ligaduras que nos han caracterizado a lo largo de quinientos años no han sido miel sobre hojuelas. Si rememoramos lo que fue la conquista durante el siglo XVI, los asesinatos, los despojos, las extorsiones, el pillaje, el saqueo, los latrocinios, las arbitrariedades y todo género de injusticias, estuvieron a la orden del día, siendo invariablemente propinados por peninsulares en agravio de indígenas, así como castas y mestizos, que eran la población mayoritaria pero la más pobre e ignorante.  Y así fue por tres siglos, hasta la independencia, iniciada por el Padre de La Patria D. Miguel Hidalgo y Costilla y Gallaga, misma gesta que se consumó diez años después.

                En razón de lo anterior, el presidente Andrés Manuel López Obrador -AMLO-, envió al rey de España y al Papa, la misiva arriba citada, sugiriendo se pidiera perdón a los pueblos originarios por las violaciones -a lo que ahora se conoce como derechos humanos-, durante la llamada Conquista, la cual se hizo con la espada y con la cruz. Al respecto, además de las matanzas, se edificaron las iglesias arriba de los templos indígenas, llegándose en su momento, hasta a excomulgar a nuestros héroes patrios, Hidalgo y a Morelos. Por ello AMLO, envió esa carta discreta al rey ibero, pero además de que este no contestó, la infiltraron y difundieron para criticar al mandatario mexicano.

Al observar esa actitud, López Obrador planteó imponer una pausa en las relaciones entre México y el reino español, ya que, para el jefe del Estado mexicano, las grandes empresas hispanas (Iberdrola, Repsol, OHL, Abengoa, Etc.) que llegaron a partir de Vicente Fox, crecieron con Calderón y prosiguieron su actividad con Peña Nieto, se comportaron como si fueran “dueños de México”, es decir, que veían a nuestra nación como tierra de conquista. Además, no contentos con esa manera de hacer negocios abusivos, en vez de realizarlos con capital extranjero, lo hacían con dinero de la banca de desarrollo mexicana. O de instituciones nobles, como el caso de Pensiones de Jalisco y su desventura con Abengoa, la empresa que impunemente la estafó, desde luego, con la connivencia de pérfidos funcionarios estatales.

Y ese contubernio con políticos de los gobiernos de esa etapa neoliberal, llegó al grado de tomar medidas económicas para salvar empresas como la de Astilleros de Vigo, a la cual se le rescató de su virtual quiebra comprándole acciones, e irresponsablemente, para ayudarla impropiamente, formularle pedidos de buques que no necesitaba PEMEX. Como en esas circunstancias, México llevaba la peor parte, es decir “nos saqueaban”, afirmó el ahora expresidente, ahora era conducente “darnos un tiempo, una pausa” en las relaciones, desde luego sin romper los enlaces formales y mucho menos la amistad profunda que tienen los pueblos de ambos países. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, apoyó esas medidas y a su toma de posesión no invitó al soberano peninsular.

Así las cosas, el viernes postrero de octubre se inauguró una exposición sobre tema mexicano, allá en la península. El orador por parte del gobierno ibérico fue el canciller, José Manuel Albares Bueno, quien expresó: “La historia compartida entre España y México, como toda historia humana, tiene claroscuros. Ha habido dolor e injusticia hacia los pueblos originarios. Hubo injusticia, justo es reconocerlo y lamentarlo. Esa es parte de nuestra historia compartida, no podemos negarla ni olvidarla”. La exposición, que se muestra en cuatro sedes de la península, se intitula “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena” y lo dicho por el ministro de relaciones exteriores español, fue en el Instituto Cervantes. Por cierto, la muestra contiene más de 400 piezas de arte facilitadas por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum; se podrá admirar hasta el próximo mes de marzo.

La gobernante azteca, se mostró contenta con el hecho anterior y desde Palacio Nacional declaró: “Enhorabuena, por este primer paso del canciller español”. Luego recordó que es la primera vez que una alta autoridad de España habla de lamentar la injusticia de la Conquista, enfatizando: “El perdón engrandece a los pueblos, no es humillante. Al contrario. Reconocer la historia, reconocer los agravios, pedir perdón o lamentar y recuperarlo como parte de la historia engrandece a los gobiernos”.

Confiamos que, a partir de ahora, la amistad de mexicanos e ibéricos, no solo de sus pueblos sino también de sus gobiernos, sea más estrecha, más humana y fructífera, pues por medio de ella se edifican puentes de entendimiento y solidaridad, se consolida la cultura, se fomenta la paz y se afirman las conexiones indispensables para prosperar fraternalmente en este mundo tan complicado y diverso en que nos tocó vivir.

Para el mundo, México y España deben ser columnas del derecho internacional y la cooperación integral. Para el submundo iberoamericano, ambas naciones son consustanciales para que desarrollo, solidaridad y respeto, imperen invariablemente y sin cortapisas, garantizando el futuro de nuestros pueblos hispanoparlantes.

🦇 La Cueva de Goña

Versión para niños pequeños

Leonel Michel Velasco
Adaptación infantil: (para lectura en preescolar)

Cuentan que hace tiempo vivió en el pueblo una señora buena y generosa.
Se llamaba Doña Goña.
Tenía monedas de oro y de plata,
y desde su balcón las regalaba a la gente pobre.

“¡Tomen, para que no les falte el pan!” —decía sonriendo.

(Aquí los niños pueden imitar el sonido de las monedas: “¡Cling, cling, cling!”)

Un día llegaron tiempos difíciles.
Había guerras y desorden, y la gente tenía miedo.
Entonces Doña Goña escondió su tesoro para que nadie se lo robara.
Dicen que lo guardó en una cueva muy honda,
entre piedras y sombras, donde solo el viento podía entrar.

Desde entonces, todos la llaman:

La Cueva de Goña.

Pasaron los años, y la cueva siguió ahí, calladita, en el cerro.
Algunos cuentan que adentro viven murciélagos guardianes,
que cuidan el tesoro de Doña Goña.
Por eso, si alguien se asoma,
se escucha un suave aleteo:

“Flap, flap, flap…”

(Los niños pueden mover las manos como murciélagos volando.)

Un día, una niña y su papá subieron al cerro.
Llevaban una linterna y muchas ganas de explorar.
Caminaron, treparon, respiraron el aire del monte.
Cuando por fin llegaron, la niña miró dentro y susurró:

“Papá, ¿crees que el tesoro todavía esté ahí?”

El papá sonrió y le dijo:

“Tal vez… o tal vez el verdadero tesoro
sea lo buena que fue Doña Goña.”

Desde entonces, los niños de El Grullo saben que los tesoros
no siempre se encuentran con los ojos,
sino con el corazón.

Y cuando sopla el viento entre los cerros,
algunos dicen que todavía se escucha:

“Cling… cling… cling…”
el eco dorado de las monedas de Doña Goña.

Nota para papás y maestros

Esta leyenda ayuda a los niños a:

  • Conocer una tradición local de El Grullo, Jalisco.
  • Valorar la generosidad y el espíritu solidario.
  • Desarrollar la imaginación y el lenguaje oral.
  • Aprender a distinguir entre el miedo y la curiosidad ante lo desconocido.

Sugerencia:
Después de leerla, inviten a los niños a dibujar cómo imaginan la cueva o qué tesoro esconderían ellos para ayudar a los demás.