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FIN DE AÑO, TÉRMINO DE ISLOTES AUTONÓMICOS Y REMINISCENCIAS PARA OLVIDAR.

Por Pedro Vargas Avalos

                Nuestra patria requiere de pobladores, -votantes, infantes y jóvenes- que unidos por la historia nacional e impulsados por la fraternidad y la democracia, con afán de justicia y prosperidad nos permita divisar un porvenir halagüeño.

                Claro que, ante el vértigo de los festejos navideños y la proximidad del año nuevo, no debemos pasar por alto ciertos acontecimientos de suma trascendencia. Entre ellos, aparte de la controvertida reforma judicial y otras iniciativas de enmiendas constitucionales, la más reciente novedad en tal ámbito es lo que publicó el Diario Oficial de la Federación (DOF) con fecha 20 de diciembre reciente, referente al finiquito de siete entes autónomos surgidos durante la época denominada del neoliberalismo, es decir cuando gobernaron a la nación el PRI, el PAN y la amalgama de ambos, es decir el PRIAN. Previamente –el día10- tras el cómputo de votos aprobatorios de 21 congresos locales, se anunció que la Cámara de Diputados había declarado la validez constitucional de las reformas en materia de simplificación orgánica para extinguir a los aludidos organismos.

                Esa publicación del DOF implica la desaparición efectiva del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu). Las funciones de esos institutos serán asumidas por distintas dependencias federales, incluyendo una de creación especial. En cuanto a los ahorros que generen tales supresiones, se aplicarán al Fondo de Pensiones para el Bienestar.

                Esos organismos autonómicos, son oficinas que se encargan, dentro del sistema público, de cometidos ordinariamente encargadas al gobierno federal, pero que, a través de los casi ocho lustros del neoliberalismo, se fueron creando con el argumento de que esas ocupaciones deben ser “ciudadanizadas” a efecto de que sus disposiciones fuesen independientes y en consecuencia no influidas por los intereses de la administración federal centralizada. En pocas palabras, esas instituciones, aunque vinculadas al Sector Público, su calidad de entidad autónoma les permite determinar en sus asuntos de competencia exclusiva, con independencia del área gubernamental en la que estén ubicadas, autogobernándose y hasta pudiendo dictar normas para lograr sus objetivos.

                El principal problema de la formación de esas instituciones burocráticas residió en que, la mera verdad, surgieron para complacer partidos políticos, compromisos inconfesables y grupos de presión. Por lo tanto, la ciudadanización fue una ilusión, y las decisiones de dichas entidades oficiales, tuvieron manifiestas tendencias favorecedoras de grandes empresas, notables personajes o grupos poderosos. PEMEX -que casi lo quebraron deliberadamente- y el sector eléctrico -que fue disminuido- son ejemplos de como se actuó en contra de la soberanía nacional y los intereses populares.

                Por otra parte, los organismos autónomos, fueron en general un pesado lastre económico, al tiempo que sus dirigentes crearon burocracias doradas, recibiendo percepciones muy elevadas y prestaciones privilegiadas, aspectos que los servidores públicos no suelen percibir; incluso, varios directores de tales instituciones recurrieron al amparo para continuar ganando salarios mayores al del presidente de la república, lo cual es violatorio del artículo 127 constitucional; lo peor es que el poder judicial los complació, quizás porque los juzgadores tenían la misma infracción.

                De la septena de órganos eliminados, quizás el que más bullicio armó fue el INAI, cuya esfera de competencia no cabe duda de que es trascendente, para la conducta de sus mandamases, dejaron bastante que desear. Estos, cuando vieron que su liquidación iba en serio, ofrecieron reajustar sus gastos, pero ya no convencieron a la Presidenta Sheinbaum, quien afirmó que en esa organización había  prácticas corruptas y que los recursos públicos que se les asigna anualmente pueden destinarse a otras necesidades, además de que sus quehaceres, es decir lograr la transparencia del gobierno,  “va a quedar en la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno”, organismo que surgió de la transformación de la secretaría de la Función Pública. El crítico de esta reforma, Salvador Romero Espinoza, -jefe del ITEI Jalisco- expresó: “La propuesta para desaparecer al INAI no solo destruiría a los 33 institutos de transparencia de todo el país, sino también a la Plataforma Nacional de Transparencia. Esto representa un retroceso de muchas décadas en materia de derecho a la información, transparencia, derecho a la protección de datos personales y rendición de cuentas en nuestro país.” Esto lo escribió en Nexos, la revista de Hector Aguilar Camín, (el sistémico impugnador de la Cuatro T). Cada lector saque sus conclusiones, pues nutrido grupo opina que tiene conflicto de intereses en este proceso.

                Quizás el segundo organismo más controvertido es el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), sin embargo, sobresale que su actividad es más bien duplicidad frente la misión del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) cuyas investigaciones tienen enorme aceptación y prestigio por su profesionalismo. De las demás entidades desaparecidas, es evidente que sus misiones quedarán más que cubiertas por las secretarías de su esfera, descollando la Secretaría de Energía, que recupera ramos que se le habían desmembrado en materia de energéticos: Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Subrayamos lo que declaró la secretaria de esta dependencia, Luz Elena González Escobar: “con la iniciativa de reforma al Sector Energético se fortalecerá la planeación para garantizar el abasto y la confiabilidad de energía eléctrica en todas las regiones del país”.

De medianos saldos, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) será absorbida por la Secretaría de Economía. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), ahora quedará dentro de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte. Por lo que ve a la Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), por lógica pasa a la Secretaría de Educación Pública. Finalmente a moción del diputado Ricardo Monreal Ávila (coordinador de Morena), presentada por el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar -del mismo partido-, al artículo 28 constitucional y en los transitorios, a fin de formar una nueva autoridad en materia de competencia económica, que se integrará a partir de concentrar las facultades que primariamente tenía el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en las áreas de preponderancia y regulación asimétrica, y unificarla con todas las facultades establecidas en la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

Local 17 interior del mercado municipal, más de 40 años de tradición, atendido por su amigo Alfonso Gómez el cortito

Los artículos que fueron modificados o adicionados, de la Constitución Federal, según el dictamen de  la Comisión de Puntos Constitucionales en la LXV Legislatura, fueron los números 3, 6, 26, 27, 28, 41, 76, 78, 89, 105, 113, 116 y 123. Los congresos de la Unión y el de cada una de las Entidades federativas, tienen 90 días para que a partir de la vigencia de las reformas (21 de diciembre) lleven a cabo las adecuaciones que resulten necesarias. La presidencia de la república emitirá los decretos y acuerdos que sean conducentes para ese mismo efecto. De esta manera, se acabaron los islotes autonómicos que el neoliberalismo impúdico del PRIAN nos impuso a los mexicanos.

Finalmente, mencionaremos una remembranza para olvidar, registrada el 20 del mes último de 1994, aunque la terca realidad nos lo impide: “el error de diciembre” de ese año, cuando el recién entrado mandatario Ernesto Zedillo, dispuso pésimas medidas que generaron brutal crisis económica (también llamada del efecto Tequila) a tal grado que repercutió en Latinoamérica. Al respecto, Carlos Salinas de Gortari, quien bastante culpa tuvo en el tema, forjó esa frase para imputar a la administración entrante de Zedillo Ponce de León, la responsabilidad y exceptuar de culpa a la política económica de su periodo. La crisis provocó la devaluación del peso mexicano con relación al dólar en casi un 300%, lo cual desencadenó altas tasas de inflación, falta de capital en los bancos, intereses muy altos y aprietos en la actividad comercial; como consecuencia miles de empresas recortaron sus plantillas de personal o de plano desaparecieron. El nefasto Zedillo no solo hizo eso, sino que nos heredó el apabullante FOBAPROA, (establecimiento creado por Salinas en 1990, pero puesto en acción por Zedillo para encarar el error de diciembre) llamado el robo más grande del siglo que aún seguimos pagando los mexicanos, en tanto que el expresidente se pasea por el mundo entero como alto empleado -muy bien pagado- de empresas extranjeras que él favoreció en su mandato, además de ser favorito pensionado por el Banco de México con jugosa cantidad.

Por lo anterior, es que tal evocación debería ser para el olvido, pero lamentablemente, siendo tan pesada carga para varias décadas, no la podemos borrar.

Por lo tanto, especialmente por estos días, llenemos nuestras vidas de júbilo con familiares y amigos, festejemos posadas, nochebuena, final de año y recarguemos nuestro espíritu para que la cercana cuesta de enero, la superemos como actuamos los mexicanos en general y en particular los moradores de Jalisco: con prestancia, tenacidad, trabajo, solidaridad y la fortuna de poseer salud, familia y amistades, que son ni más ni menos, el mayor de los tesoros con que podemos contar. 

Lucio Cabañas, cincuenta años

Juan M. Negrete

La novela versa sobre algunos pasajes de nuestra pasada guerra sucia, que no ha sido ni bien estudiada ni mucho menos trabajada a fondo, para que nuestro público mexicano la conozca bien. Dicha conmoción nos afectó en serio y por varias décadas, para que ahora pase desapercibida. Hablamos de los años sesenta y setenta del siglo pasado. Pero a diferencia de los grandes movimientos sociales que conmovieron al país antes, la independencia, la reforma y la revolución, sobre el período de la guerra sucia nos han hecho falta buenos estiletes y plumas que se empeñen a desentrañar sus lados oscuros.

La novela de don Andrés Gómez le mete aguja a algunos de aquellos pasajes, ocultos y sórdidos, en los que se describen, con lujo de detalles, vida y zozobras de los habitantes de las noches de Guadalajara por aquellos días. De ahí tal vez que se le haya ocurrido bautizar a su relato con el nombre de uno de los burdeles más conocidos de por aquellos días: El siglo veinte, que se ubicó por la calle 5 de febrero, a un costado de la vieja central camionera.

Los avatares de aquella conmoción transcurrieron por dos vertientes. Uno fue el enfrentamiento de los rebeldes con el gobierno en el mundo urbano, que es de lo que más se habla cuando se abren estas páginas oscuras y a lo que se le da el nombre de guerrilla urbana. Pero hubo también su capítulo campesino, que fue tanto o más cruento que lo habido en los choques urbanos. El solo nombre de dos guerrilleros, profesores normalistas rurales por más señas, los más famosos de la vertiente campesina, retrata aquellos momentos tan difíciles de nuestro pasado no tan lejano. Uno fue Genaro Vázquez Rojas y el otro es Lucio Cabañas Barrientos.

Hace apenas dos semanas, el 2 de diciembre pasado, se cumplieron los cincuenta años del sacrificio del comandante Lucio. De ahí que sea oportuno recordar algunos detalles de los hechos que concluyeron con el abatimiento de su persona física y de su brigada armada.

Había desplegado el gobierno por aquellos días todo un ejército de hombres armados contra ese grupo guerrillero, para capturar a Lucio. Éste había secuestrado al gobernador Figueroa y exigió un muy alto botín por su liberación. El gobierno desató también una estrategia sigilosa para comprar soplones, que le ayudaran a ubicar con precisión el paradero del cabecilla.

Ya con buena información obtenida, el ejército desplegó, en aparatosa emboscada, a dos mil hombres para la captura de Lucio. Abajo del poblado Corrales, cerca del Guayabillo, en un lugar mencionado por unos como El Otatillo y por otros como El Otatal, municipio de Tecpan de Galeana, caen las fuerzas del ejército, comandadas por el general de brigada Eliseo Jiménez Ruiz, de la 27ª zona militar.

Es el lugar donde Lucio sostiene su último encuentro sangriento con el gobierno. Es el punto a donde les conduce Anacleto Ramos, el hermano de Isabel, los soplones, para trabar el contacto, que dizque iba a trasladar a Lucio a una nueva zona de acción. Anacleto desaparece furtivamente. El ejército se abalanza sobre su presa.

Pablo, Jaime y Juanito, tres muchachos de la tropa especial que acompañaba a Lucio, logran escapar. En la confrontación muere el cabecilla más buscado de la guerrilla Lucio Cabañas Barrientos. Junto a él pierden la vida también los hermanos Arturo y Lino Rosas Pérez (René). Marcelo Serafín Juárez (Roberto) es capturado vivo.

También a Lucio podían haberlo cogido vivo. Pero era demasiado el miedo que le tenían. Por eso lo matan. Según el parte oficial, el cuerpo es identificado plenamente por su tío Pascual Cabañas. Extienden el certificado de defunción los médicos Bulmaro Guerrero Ramírez y Manuel de la O Jacinto.

No lo exhiben al público. A nadie se le permite la entrada al pabellón donde permanece su cadáver. Como supuestamente sus familiares se niegan a recogerlo, el general Eliseo Jiménez dispone que un grupo de fajineros le sepulte. Nadie sabe dónde es inhumado. En el rincón derecho del panteón de Atoyac hay una tumba que, se dice, alberga los restos del cabecilla. Pero nadie les cree eso. Es pura mentira que murió Lucio, dicen los pobladores. El ataúd era demasiado pequeño para el cuerpo del profesor. No era el cadáver de Lucio, sino el de un cochito…

Otras versiones afirman que el ejército desapareció su cadáver, que lo dejaron en lo más profundo de las gargantas de la sierra, donde fue el enfrentamiento. Hay quien afirma que, pasada la sorpresa, sus propios compañeros exhuman los restos y se remontan con ellos de nuevo a la sierra. La población le canta a Lucio ya un corrido que empieza así:

Local 17 interior del mercado municipal, más de 40 años de tradición, atendido por su amigo Alfonso Gómez el cortito

Este es el corrido de un hombre valiente

este es el corrido que quiero cantar

un llanto en la sierra,

le espera su gente

sin saber que nunca

podrá regresar…

GOBERNAR JALISCO: COMPROMISO FORMIDABLE, HONOR EXCEPCIONAL.

Por Pedro Vargas Avalos

                El asunto se había tornado tan embarazoso, que hasta la presidenta de la república evitó recibir al sobrentendido triunfador electoral, situación que se prolongó hasta incluso, cuando ya triunfante por resolución del TRIFE a su favor, la mandataria declaró que lo recibiría -en junta de gabinetes- ya que tomara posesión de gobernador, es decir, después del 6 de diciembre.  

                Por cierto, a propósito de esa fecha en que actualmente se inicia el período gubernamental y que sustituyó la muy añeja del uno de marzo, que databa a partir de los albores del sistema federalista, cuando el insigne Prisciliano Sánchez dirigió los destinos locales por casi dos años, debería cambiarse porque transcurren seis meses desde la elección, y en ese largo lapso tenemos dos gobernantes y una larga espera que, para mal de todos, permite todo tipo de especulaciones.

Recordando al citado primer gobernador constitucional, su prematura ausencia física -30 de diciembre de 1826- significó duro golpe no solo para Jalisco, líder en esos tiempos de la República, sino para toda la nación, pues ese preclaro mandamás jalisciense era reconocido como forjador del federalismo, cuya cuna precisamente fue nuestra Entidad. De parecida magnitud fue la desaparición del enorme Ramón Corona, quien falleció, siendo ejecutivo estatal, el 11 de noviembre de 1889, víctima de puñaladas que le asestó alevosamente el desequilibrado de nombre Primitivo Ron, un día antes.

Salvo esos dos próceres, no hemos tenido gobernantes locales cuya muerte estremecieran al país. Sin embargo, también fueron figuras de trascendencia nacional, los mandatarios de esta hermosa tierra que se distinguieron, uno como jurista y consolidador del juicio de amparo, el tapatío Ignacio L. Vallarta; otro, igual de ilustre, el pionero de la revolución mexicana, Manuel M. Diéguez. 

Otros políticos destacados que habiendo sido gobernantes locales fueron vistos como brillantes personajes a lo largo y ancho de la tierra azteca, fueron el liberal Juan N. Cumplido, quien llegó a ser candidato presidencial a mediados del siglo XIX; también fue muy señalado como científico, el ingeniero Mariano de la Bárcena (por mucha gente identificado como Mariano Bárcenas). Ya en el siglo XX podemos anotar al gran literato Agustín Yáñez; al notable político Silvano Barba González, que ocupo los más importantes cargos públicos, faltándole solo ser primer magistrado federal; al abogado Jesús González Gallo, modernizador de Guadalajara y muy mencionado en su momento para ser candidato presidencial; y finalmente el profesor Juan Gil Preciado, de trascendente labor como secretario de agricultura. De estupenda trayectoria, pero no tan influyentes nacionalmente, aunque sí relevantes por su humanismo y buen gobierno, fueron Joaquín Angulo, J. Guadalupe Zuno, Francisco Medina Ascencio, Flavio Romero de Velasco y Enrique Álvarez del Castillo.

Gobernar Jalisco no cabe duda de que es un compromiso formidable y a la vez una distinción excepcional. Estar a la altura de los antedichos paisanos que han dirigido los destinos estatales, es todo un reto. Nuestro estado es un punto de referencia nacional en todos los órdenes: en todo el mundo, cuando se habla de México, indudablemente se piensa en el tequila, el mariachi, la charrería, la birria, el pozole, las tortas ahogadas, las mujeres hermosas, los hombres gallardos, el jarabe tapatío, los alegres sones y las contribuciones excepcionales que los oriundos de esta tierra han aportado para el desarrollo de la nación, las ciencias, la cultura, las tradiciones, etc., etc.

Ahora ha tomado las riendas de mando en la maravillosa tierra de los jaliscienses, el Licenciado en Administración de Empresas, por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Pablo Lemus Navarro. El luciente mandatario además de su carrera profesional cuenta con dos postgrados: uno en Finanzas, que logró en la Universidad Panamericana (UP) y otro estudio especializado en Alta Dirección de Empresas, culminado en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE). Además, tiene la experiencia de haber presidido el Ayuntamiento de Zapopan, en dos ocasiones, y el de Guadalajara, de cuya posición pidió licencia para contender por la gubernatura. En su toma de protesta, manifestó que la Entidad inicia una nueva etapa inducida por la estabilidad, la construcción y el progreso. Al mismo tiempo “el mandatario estatal aseguró que su Gobierno no sería ni de izquierda, ni de derecha, sino de resultados y eficiencia, cercano a la gente, humilde y sencillo”. En ese sentido, comentó que la conformación de su gabinete era plural, “y no solo paritario, sino con una mayoría de mujeres”. Además, calificó que su equipo de trabajo contaba con experiencia, capacidad y honestidad “probada”. (Zeta, periódico digital, 6-XII-024). No queda más que esperar resultados.

A los alcaldes y demás políticos les dijo: «Compartamos un mismo objetivo, construir un Jalisco más fuerte, líder, con visión y concentrado en dar resultados». La intención es magnífica, esperemos que no solo sea buen propósito. Cuando arribó a Palacio de Gobierno, saludó a modestos ciudadanos y declaró: “Aquí voy a tener el honor de recibirlos. Puertas abiertas”. Ojalá que eso sea cierto, lo cual resultaría plausible.

Local 17 interior del mercado municipal, más de 40 años de tradición, atendido por su amigo Alfonso Gómez el cortito

Muchos retos lo esperan, desde seguridad y mantener el estado de derecho, cuyo objetivo es la justicia, hasta lo relativo al agua, los caminos, la salud, la educación, la cultura, la productividad en el campo y las fábricas, el comercio y el turismo. Como dijimos líneas arriba, Pablo Lemus Navarro al rendir su protesta como gobernador constitucional, aseguró que será un mandatario al estilo Jalisco, rasgo que expuso de la siguiente forma: “Voy a hacer un Gobierno al estilo Jalisco, porque me siento muy orgulloso de mi tierra. ¡Que viva Jalisco, que viva su gente, que viva su dignidad! Este es el gran sueño que les invito a compartir. Somos mucha pieza… y vamos a constituir un Gobierno unido, con progreso, desarrollo económico y social”. Afirmó que será un gobernador alegre y cercano a las personas y que “Jalisco merece tener estabilidad política. Voy a ser un gobernante serio, cercano y alegre. Voy a estar cerca de la gente, de los medios de comunicación. Estoy muy feliz, gracias a todas y todos ustedes por haberme convertido en su gobernador. No les voy a fallar”.

 En fin, confiamos que Pablo Lemus sepa trabajar con pasión  y logre recobrar el liderazgo que históricamente detentó Jalisco. Tiene como arquetipos a los gobernadores que hemos mencionado líneas arriba, para quienes la grandeza de la Entidad fue su mística y su máxima tarea. Ojalá el flamante mandatario, sepa estar a la altura de esos antecesores suyos, lo cual, desde luego, todos sus coterráneos lo anhelamos.

Jugadas del ajedrez político

Juan M. Negrete

Doña Clara, nuestra presidenta, le entró al toro por los cuernos. Retobó los dichos infames de esas criaturas tan inocentes y les hizo ver que ellos allá tienen muchas víctimas lacradas por el consumo de drogas, concretamente por el fentanilo. También señaló que sus leyes mineras serán tal vez estrictas y atinadas en su propio territorio, pero en el nuestro las mineras canadienses se comportan como chivos en cristalería. Así que más les vale a sus gobernantes ajustarse bien las anteojeras.

Local 17 interior del mercado municipal, más de 40 años de tradición, atendido por su amigo Alfonso Gómez el cortito

Lo que trasciende ya de los escenarios de nuestros tres países es que vamos a tener partidas de tres bandas todos los días. Trump tomará posesión en cuarenta días. Ya dio a conocer su gabinete. Ya nos recetó las amargas dosis que vamos a enfrentar en sus cuatro años. La verdad es que no debería extrañarnos. Da igual que nos hablen bonito o que se les altere el pulso. Siempre ha sido su tónica con nosotros eso de llevar la delantera y buscar en todo su ventaja, así nos cargue a nosotros el payaso.

Dentro de dos años vendrá la renegociación de la segunda versión del tratado de comercio libre, al que estamos suscritos con los dos tiburones del norte. No tenemos que culparles de nada a ellos, sino a nuestra falta de visión y a lo arrastrado de la oligarquía local, que se puso a atender los dictados del amo blanco sin sopesar la enorme desventaja que nos propinaban con su tratadito. Al parecer no aprendimos mucho de lo vivido en su primera etapa y lo volvimos a suscribir para un segundo período largo. Primero le decíamos TLC o Nafta; en su segunda etapa lo identificamos con las siglas T-MEC. Vendrá luego su tercera etapa. A ver con qué apodo lo nombraremos.

Pero el güero energúmeno soltó de su ronco pecho la sopa de que, si no les parábamos en territorio nacional, a los migrantes centro y sudamericanos, en su traslado por nuestro territorio, nos iba a aplicar aranceles del 25%. Para otras mercaderías, sobre todo las que tengan que ver en intercambios con China, se terminó de soltar la greña y ya habla de aranceles hasta del cien por ciento. O sea que nada más su boca es medida. ¿Para qué sirve entonces a los participantes entrarle con ellos al juego de los tratados, los acuerdos y las revisiones, si al final siempre impondrán sus caprichos y sus extorsiones?

De los poderes en los tres países, en el nuestro ya está instalado el equipo que eligió nuestro pueblo. Los gringos tomarán posesión en unos días más y en Canadá habrá próximas elecciones. Aquí hubo jaloneos y disputas teóricas sobre algunos aspectos cruciales de la composición de las partes, pero finalmente quedó listo el escenario. Nuestras instituciones ya están laborando. En la marcha nupcial con sus electores, ya casi concluye la luna de miel, que son los primeros cien días de gobierno o noviciado. En casa ya se echaron sobre el tapete todas las cartas por jugar.

La oposición se desdibujó de todo a todo, al grado de que se habla de las posibles defunciones futuras del viejo partido del sistema (el PRI) y del desdibujamiento paulatino de su eviterna oposición (el PAN). Del PRD ya ni caso tiene ocuparse. Pasó a mejor vida y ni quien lo extrañe.

Andan por ahí algunos acelerados con el ruido de formar un nuevo partido con lo más de la pedacera de cohetones tronados que sobraron de la pelea pasada. No pintan estos arrestos con buenos augurios. Pero es normal que busquen una puerta. Para entrar o para salir, es lo mismo. Y están en su derecho.

Lo que queda del PAN se posiciona en sus antiguos bastiones del centro del país (Guanajuato, Querétaro y Aguas) y la norteña entidad de Chihuahua. Para los del MC, Nuevo León y Jalisco ondean su banderita en este juego con el control de los poderes ejecutivos locales, nada más. Salvando estos lunares, el resto del país está o quedó bajo control de las ligas y tirabuzones de Morena. Algunos ya dan en catalogarlo como la reedición del viejo partido hegemónico. Morena viene a ser, a sus ojos, un nuevo partido de estado. Será o no.

La verdad de las cosas es que la tronconera dispersa de nuestra oposición ha de buscarle el lado al poder ejecutivo federal, que proviene tumultuosamente de Morena; va a tener que hallarle el lado al poder legislativo, que terminó controlando tanto la cámara de diputados como a la de senadores y a las de veinticuatro estados de la federación. Es el reparto real de las cartas o de las piezas de nuestro ajedrez político. A tales partidas hemos de atenernos en los próximos seis años.

Lo que no ayuda mucho, visto con ojos críticos, es la forma frívola y descompuesta que se hacen algunos, como ayer Lemus en Jalisco, que a la hora de tomar la batuta que le deja Alfaro, traiga al escenario, para que le acompañen, a un farandulero profesional, como el Canelo, y a otros dos aprendices de carpa, como Samuelito y Mariana, la parejita del poder ejecutivo de Nuevo León, que salieron más que verdes para este oficio complejo de la vida administrativa profesional. Fue un mal inicio éste, de Lemus. Ya veremos si compone varilla luego o si sigue bailando con pitos destemplados la música que le toquen sus titiriteros. Lo veremos.