FILOSOFANDO: UDEG: ¡FUERA XÓCHITL!

Por: Juan M Negrete.

A la candidata del PRIAN le fue como en feria en su visita a uno de los centros universitarios de casa. La invitaron algunos de sus seguidores y consiguieron un espacio en el CUCEA para recibirla. Vale decir que casi fue evento a puerta cerrada. Sus organizadores no querían que se les cayera el teatrito y, según trascendió, sólo faltó que se permitiera el ingreso con carnet de invitación. No querían, estos fans de la señora X, que ingresara la masa peluda, que casi siempre les echa a perder los numeritos montados.

Pero en nuestros centros universitarios lo que sobra es masa estudiantil. En cualquiera de ellos hay para dar y prestar. Tal vez sí había algún grupo interesado en desdibujar el cuadro de la presentación de la señora prianista. Pero al negarles el ingreso, los organizadores se echaron solos la soga al cuello. Se volvió pública la arbitrariedad y esperaron a la ‘interfeuta’ al salir, como hacían los niños en la primaria. Ya en los patios se soltó la gritería y les achataron el evento, como se puede ver en muchos de los videos tomados.

Parece ser que los que invitaron a la candidata prianista querían despedirla en hombros y con vítores, repitiendo el grito de ‘presidenta, presidenta’. Pero el tumulto les ganó el diapasón. Y lo que se oyó en todo el recorrido, hasta llevarla a su camioneta, fue la consigna de ¡Fuera Xóchitl, fuera Xóchitl! Otro lema repetido fue el de ‘El CUCEA no te quiere’. Y así por el estilo. No sólo le descompusieron el cuadro, sino que la abarrajaron al suelo. Tenía que estrellarse ante esta dura realidad y así le fue.

Lo que hay que resaltar del punto es que el número de los manifestantes era nutrido, nada de que un puñito de acarreados y malosos, como suelen descomponer las notas. Hubo, como siempre, silencio comprometido de los que le cubren la campaña a la señora de las gelatinas y hasta algunos se animaron a desvirtuar los hechos. Pero los videos que circularon profusamente nos dan fe de lo que realmente ocurrió, sobre todo para que le midan el agua a los camotes los impulsores de esta candidatura y que tomen las providencias que les dicte el buen sentido. Aunque tal vez ni así lo hagan.

Ya subida en la camioneta, saliendo de tan duro escenario, una reportera la entrevistó y le pidió su juicio propio de lo que se le acababa de escenificar. Y doña Gálvez soltó que se quedaba con lo positivo del evento, nada más. Que le había ido muy bien. Que ella quería mucho a la UdeG, por su FIL. Y que lo que había que resaltar es que ella era valiente y acudía a estos escenarios, cosa que su rival en serio, Claudia Sheinbaum, ni siquiera se atreve a hacer. ¿Cómo la ven desde ahí?

El público estudiantil ahí congregado la hizo picadillo. Y es variable que tienen que sopesar bien los que impulsan su candidatura, no las veleidades y torpezas que suelta la señora a cada paso que da. ¿Cómo está eso de que quiere mucho a nuestra universidad, por su FIL? Los que vivimos la realidad udegeísta tendríamos suficiente con esta superficialidad para no tomarla más en serio. A leguas se trasluce que no conoce lo que aquí se arma.

Pero donde no se midió fue en la referencia que lanzó en contra de la candidata Claudia, con el ánimo de que la evidente descalificación sufrida también contaminara a su rival más seria. ¿No sabe acaso la señora X que el partido Hagamos realizó una alianza estatal con Morena, PT y PV, y que se pronunció por Sheinbaum? ¿También ignorará que el partido Hagamos fue armado y se sostiene con huestes universitarias, las de esta casa de estudios? Sería cruel que lo ignorara. Pero peor será que lo sepa, y que perore como si lo ignorara, porque entonces habría doble inquina. Una, la torpeza de su ignorancia; la otra, la insidia de querer vernos a todos la cara.

Este redactor confiesa que no sabe si la UdeG, o su partido Hagamos, tenga contemplado algún evento masivo de apoyo abierto a la candidata del oficialismo. Lo más probable es que así sea. Y también nos resultará obvio, a todos los que contemplamos esta brega, que el evento luciría y mostraría el músculo del udegeísmo a favor de la tendencia oficialista. Si algo tiene de muestra persistente nuestra universidad es su conducta persistente de que nunca se aleja del oficialismo en ciernes. Su historia lo refrenda. Aquí se nos aplica al dedillo el dictamen del Tacuache Garizurieta, cuando pontificó que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.

Otra cosa viene a ser la dureza o crueldad de que los datos duros en las nóminas, en los oficios y en otras medidas legaloides y de carácter sindical, la UdeG dé pasos positivos a favor de los trabajadores. Así lo estamos viviendo en el asunto cada vez más peliagudo del futuro de nuestras pensiones. Pero no hay que revolver los tamales de chile con los de manteca. Para la siguiente semana vendremos a revisarle las entrañas a este tumor, para el que no se visualiza cura atinada. El caso lo amerita. Salud.

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