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REBELDÍA

Rodo Mismo Diferente

Rebeldía.

Rebeldía tener un chiquero con una puerca parida con 11 cerditos en medio del rancho, donde la secretaría de salud lo prohíbe.

Rodolfo Gonzáles Figueroa

Rebeldía tener un huerto de traspatio con 15 variedades de hortaliza en una zona urbana donde nadie se lo imagina y donde Aurrera comienza su quiebra.

Rebeldía no podar el árbol de tamarindo de 50 años de edad, no tumbar el mango de 75 años que llena la casa de hojarasca y la barriga de dulzura en tiempo de fruta.

Rebeldía salir solo, de noche y caminando a observar el cielo, leer las estrellas, gozar el atrevimiento y prescindir del miedo.

Rebeldía conservar 6 variedades de maíces nativos, reproducirlos, nutrirse mutuamente, generar soberanía ofendiendo a Monsanto.

Rebeldía mantener la técnica y el gusto por trabajar la tierra tradicionalmente, negarse a los apoyos que impulsan lo modernización, la tecnificación, la especialización, la contaminación.

Rebeldía escuchar la música del viento, del territorio vivo, cerrar los  oídos a las modas sonoras y abrir la percepción a la canción del corazón.

Rebeldía jugar como niña, llorar como niño, ser infantil  y buscar siempre la diversión en los detalles pequeños.

Rebeldía ser homosexual sensible en tiempos de machismo asesino, no tener partido, ni religión, ni amo.

Rebeldía seguir vivo y ser libre.

Rebeldía poder reír a carcajada en medio de un frívolo discurso político de la amnesia.

Rebeldía negarse a aceptar los programas de gobierno de la sumisión y el despojo.

Rebeldía no reconocer como único y mejor el conocimiento científico ofertado en la universidades que despoja el saber y niega la sabiduría de la abuela.

Rebeldía crear y creer nuestras teorías, validarlas con la experiencia, organizar desde el sentimiento propio la vida nuestra, de la familia, de la comunidad.

Rebeldía cocinar en fogón los frijoles y el maíz cosechados en casa.

Rebeldía hacer trueque, intercambio, regalar abrazos, esperanza, energía.

Rebeldía ser solidario, compartir la comida.

Rebeldía no ir al médico, consultar a los y las sanadoras, encontrar medicina en cada planta, en cada respiro, en cada buena emoción.

Rebeldía andar descalzo, generar callos, sentir la tierra, vivir con la tierra.

Rebeldía defender lo propio, fortalecer los modos y formas locales.

Rebeldía escribir lo que se piensa, hacer público lo que sentimos, compartir la indignación, la felicidad, hacer lo que se dice.

Rebeldía día a día, cuando saludamos al sol, respiramos profundo y sin consultar relojes ni jefes desenvolvemos nuestro quehacer por amor.

Rebeldía actuar sin la razón, desapegados de la posesión.

Rebeldía y osadía seguir alegres y sanos y juntos y fuertes y abrazarnos y ser más y más y cada vez más.

Rebeldía seguir creyendo muy tercamente que otro mundo es posible, que los tiempos venideros serán mejores, que aquí y ahora decretamos; ¡libertad!

Viaja la voz,
que sin la boca sigue…

El Arraigo.

El Arraigo.

foto LMV
Panorámica desde la Parroquia Santa María de Guadalupe, El Grullo, Jalisco.

 

 

No cabe duda que El Grullo ha sido una población muy festiva, al grado de que muchos de sus moradores, oriundos de las poblaciones aledañas, se han visto cautivados y atraídos, jalados por ello; al igual que mucha de esa población flotante que en su caminar, de paso, ha echado sus raíces en esta tierra grulla, que ahora también les pertenece.

Así pues, la mayor parte de los abuelos y bisabuelos de este joven y feraz valle no nacieron aquí. Son gente arraigada, de espíritu festivo que promueve fiestas y sigue tradiciones. Familias de apellido, entre los más comunes: Robles, González y García, de Ejutla; los Zepeda, de San Martín Hidalgo; los Covarrubias, de Juchitlán; los Guerrero, de Tuxcacuesco; los Arriola, Uribe y Moreno, de Unión de Tula; los Negrete, de San Juan de Amula; los Avalos y Floreslos de Tonaya; Michel, Gómez y Corona, de Autlán, y algunos otros llegados de otros Estados como: Colima, Michoacán, Tamaulipas y Tlaxcala. En fin, los Saray, los Figueroa, los Ramos, los Velasco, los Pérez, los Preciado, los Hernández, los Genel, los Ortiz, sólo por nombrar algunos entre los más prolíferos, y otros, más los que se me escapen, los considerados fundadores.

No cabe duda que fueron los cohetes −de trueno y luces−, los globos de papel de china, su música y algarabía – muy propios del grullense- , los cánticos sacros o el agua zarca del colomo y su fértil tierra de verdes cañaverales, melones, tabaco, algodón, cártamo y maizales, entre otros. O su feria con los gallos y el tuxca que le dan su colorido. Fue su gente, la belleza de sus mujeres o los charros de aquí, esos que rematan bailando el jarabe tapatío. Su clima y ubicación, su entorno conjugado con el todo lo que ha llamado a esos espíritus festivos a poblar esta gallarda tierra, que apenas cumplió su primer centenario.

Es esta ciudad, con sabor a pueblo, de gente alegre y sencilla y que ha sabido destacar a nivel nacional e internacional siendo pionera en separación de desechos, medicina natural y cooperativismo; de igual manera ha sobresalido en música, deporte, religión y, destacándose en otro extremo, alguno que otro bragado con todo y su corrido además de su cinematografía.

Me aventuraré a describir, junto con los paisanos copartícipes, no menos de cien fiestas y tradiciones que en su gran mayoría aún se conservan y otras que no como el agua zarca del pipón, los danzantes de Manuel, el “pitahayero”, como la leche bronca y sus pajaretes.

Por: Leonel Michel Velasco

 

Próximo capítulo

Fiestas

Las dos principales…

 

Foro de Capacitación Cívico-Política.

 El pasado miércoles 29 de noviembre se llevó a cabo una interesante jornada de cultura electoral organizada por la agrupación Jalisco Democrático AP, que preside el Lic. Pedro Vargas Avalos. La sesión se llevó a cabo en el auditorio del museo de Guadalajara y asistieron cronistas de varios municipios así como abogados miembros del Colegio “Luis Manuel Rojas” AC, que preside el Lic. Juan Martínez Álvarez.

 El abogado Martínez Álvarez,  fue presentado  al auditorio por el Lic. Carlos Martín Boyzo Nolasco, vicepresidente del organismo registrado en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco, Jalisco Democrático AP,  manifestado que además de que el ponente era presidente del Colegio de Abogados  “Luis Manuel Rojas”, también funge como Director Jurídico de la agrupación Jalisco Democrático AP.

El abogado compartió el presídium con el Lic. Vargas Avalos y al hacer uso de la palabra,  explicó a los asistentes la importancia de las agrupaciones con registro en el IEPC (Instituto Electoral y de Participación Ciudadana) y su trascendente papel en la capacitación cultural-política, lo cual se dimensiona más en años como el venidero de 2018 que tendrá los comicios para renovar los poderes de la Federación, del Estado y de las municipalidades jaliscienses.

Al llamado y exposición del jurista mencionado, se unió el presidente de  Jalisco Democrático AP, quien enfatizó la responsabilidad ciudadana en la crucial jornada electoral del primero de julio del próximo año, mencionando que el organismo que preside organizará distintos actos en los meses venideros para contribuir a la información y capaciación que deben tener los miembros dela comunidad en un año tan crucial como el inminente 2018.

El evento que giró en torno a la Cultura Electoral ciudadana, duró aproximadamente de las 20.00 horas a las 21.00 horas, habiendo finalizado con una serie de preguntas de los asistentes al expositor y al dirigente de la agrupación, concluyendo con cálidas felicitaciones y nutridos aplausos.

¡ Un Globero de El Grullo !

Todos esperaban que ganara Chano, el de Autlán, quien por tres o cuatro años había sido el campeón indiscutible de la Carrera Ciclista Cihuatlán- Autlán (122km).

Leonel Michel Velasco     

 

Abraham Valle Zárate, apodado “el costeño”, un genuino grullense fuera de lo común, de trato sencillo, amable, deportista al 100%, aficionado a la cacería y a la música, agricultor y guarachero de profesión, casado el día 06 de diciembre de1950 con María Elba Santana Rodríguez, una mujer de singular belleza, elegante, paciente, de hablar quedo, y dueña de un toque de misterio, costilla ocho años menor y en su trato muy similar al de Abraham, procrearon once hijos de los cuales han surgido 46 Nietos y 42 Bisnietos.

En su casa el pasado sábado 14 de octubre junto con su esposa y tres nietos: Francisco Javier Valle, Armida y María Fanny Valle Santana, hurgando fotografías en el Baúl de los Recuerdos, Valle Zárate nos relato algunas de sus proezas.

Aquí en El Grullo, allá por los años 50 (desde entonces un centro comercial regional por excelencia), el oficio de guarachero era muy competido pero exitoso. En el mercado municipal estábamos, Beto Corona hijo de don Porfirio, el líder de la municipalidad de El Grullo, con quien aprendí el oficio, Ramiro Hernández, los Guevara y su servidor. Salvador Arriola tenía su taller a media cuadra de la plaza, y otro hombre que no recuerdo, más cuatro zapateros distribuidos en el pueblo. Algunos salían a vender a otras poblaciones y rancherías, a otros municipios. Para ello utilizaban motocicleta o camioneta, y claro, de paso visitaban a sus amigos para “echarse” una copa. Yo no salía, mis clientela era de aquí, o de lugares muy cerquita. Me iba bien cargado en mi bici, al El Chante, Lagunillas, Rincón de Luisa, Las Paredes viejas. Yo creo que entre ida y vuelta recorría de treinta y cinco a cuarenta kilómetros cada semana.

Y pues sí, en esas idas y vueltas agarre mucha condición, por eso mi fuerte era la resistencia más que la velocidad. En una de las competencias de El Puente a El Grullo, gané el segundo lugar, y el primero fue para Francisco Pérez Santana (don Chico Pérez), el panadero, aunque mi esposa dice que me habían hecho trampa, pues durante la carrera y con algún pretexto, me entretuvieron por allí…

La primer bicicleta de carreras que hubo en El Grullo, yo se la compré a Manuel González, de Ejutla, el que era dueño de Los Parajes, y con ésta, allá por el año 59 fue con la que gané la carrera Cihuatlán – Autlán. Bien recuerdo cómo hacia los cambios para alcanzar a pedalearle en las bajadas, y en la última, ya para llegar a Autlán, cómo yo iba adelante. Algunos grupitos de personas que se encontraban a los lados me decían –ahí la llevas Chano–  y disfrutando mi victoria les decía no soy Chano. Al llegar a la meta solo algunos pocos me aplaudieron y otros atónitos preguntaban –¿quién es ese? !Un Globero de El Grullo!–. Había banda de música, pero la banda no toco, pues esperaban ver a Chano. Sucedió igual con los premios, el trofeo y la bici, sin aire y “nuevita”, que no me dieron. Recuerdo que Guillermo Corona (la chilaca) agarró la bici y me dijo –toma “vale” es tuya, si quieres nos la llevamos– y le dije vamos a demostrarles que somos deportistas, no interesados; al llegar Chano, abarrajó su bicicleta. Al tiempo supe que murió entrenando,  se le atravesó un tráiler por la curva que le dicen el candil, Q.E.P.D.

En El Grullo me recibieron muy bien, con la banda de música y hasta repique de campanas; también me dieron un trofeo, luego nos fuimos a festejar con carnitas y cerveza al restaurante Los Barriles, del buen amigo Amador, un hijo de Don Guillermo Velasco Águila; posteriormente el autlense y grullense de corazón, el Lic. Sergio Corona Blake, al ver la gran afición ciclista de ese tiempo me dijo que nos organizáramos que él nos ayudaría pero pues no, no logramos organizarnos.

A sus 92 años (que cumplirá en marzo) aún anda en su bici, va hacerse el pelo con Cande. Sus familiares ya no quieren que lo haga, y es que, desde que fue el campeón a sus 33 años ya han pasado 59. Varios de sus descendientes han tomado el gusto por el deporte, lo llevan en los genes. Entre otros, practican las caminatas por el cerro, a donde él los llevaba de cacería aduciendo su excelente puntería, iban a la cueva de Goña, Guadalajarita (la ciudad de grandes piedras vivas), al arrollo la laja, a la casa del Padre Perez y, a la otra casa, la de piedra, esa que está arriba de La Cienega, también los llevaba a trabajar al campo donde él les aventajaba a hijos y nietos de dos a tres surcos y, cuando abrieron la carretera a Ejutla, les animaba para que fueran en la bici. Además de su hijo Efraín Valle Santana,(el Psicodélico) quien repitió la historia al quitarle el campeonato de box a otro autlense a el Diacono, (hecho que posteriormente narraremos), otros de sus descendientes han destacado en danza, alpinismo y artes marciales. En sus alegres reuniones familiares amenizaba junto con su banda tocando los bongos.

Abraham Valle Zárate, conservando memoria fresca, con lujo de detalles y gran gusto reflejado en el brillo de sus ojos, nos explicó sus hazañas, sus retos, reviviendo el recuerdo henchido,  como un ¡UN GLOBERO, DE EL GRULLO! y un genuino representante grullense, fuera de lo común.