La Felicidad en Cuatro Pilares

Cuatro pilares fundamentales que se entrelazan para crear una vida plena y satisfactoria.

Por: Leonel Michel Velasco.

Primer pilar.

Dar gracias a la vida.

1.- Agradecer por estar vivo/a; La gratitud es un poderoso catalizador para la felicidad. Puedes cultivarla manteniendo un diario de gratitud, donde escribas cosas por las que estás agradecido/a cada día. También puedes practicar la gratitud en tus interacciones diarias, expresando aprecio a las personas que te rodean.

2.- La práctica de la gratitud puede tomar diversas formas, y la oración es una de ellas, especialmente si es significativa para ti en un nivel espiritual. La oración como expresión de agradecimiento puede fortalecer tu conexión con lo espiritual y proporcionar un sentido más profundo de propósito y plenitud en la vida. Para muchas personas, la espiritualidad es un componente fundamental en su búsqueda de la felicidad.

3.- El reconocimiento de uno mismo como un ser espiritual, más allá de lo físico y lo emocional, puede ser una fuente importante de fortaleza y consuelo. Esto puede llevar a la reflexión interna, la búsqueda de significado y la conexión con algo más grande que uno mismo.

4- La espiritualidad puede manifestarse de muchas maneras: a través de la religión, la meditación, la conexión con la naturaleza o incluso en actos de bondad y compasión hacia los demás. Lo crucial es encontrar lo que resuene contigo y te permita sentirte conectado/a con algo más profundo y significativo en tu vida diaria.

5.- La combinación de la gratitud expresada a través de la oración y el reconocimiento de la espiritualidad como un pilar fundamental puede proporcionar una base sólida para construir la felicidad y el bienestar en tu vida.

6.- Bienestar emocional; Este pilar se enfoca en cultivar emociones positivas, manejar el estrés y las dificultades de manera saludable, y desarrollar la resiliencia. Incluye prácticas como la gratitud, la meditación, el autocuidado y el establecimiento de relaciones significativas y de apoyo.

Segundo pilar.

Lo primero que hacemos al venir a esta vida, antes que llorar, RESPIRAR. La respiración consciente es fundamental por varias razones:

1.- Respiraciones profundas y conscientes; La respiración profunda puede ser una herramienta excelente para reducir el estrés y promover la calma. Tómate unos minutos al día para realizar ejercicios de respiración consciente, como la respiración abdominal, inhalar profundamente por la nariz y exhalar por la boca lentamente. Esto puede ayudarte a sentirte más centrado/a y relajado/a.

2.- Reducción del estrés; La respiración consciente, como la respiración abdominal o la respiración profunda, activa el sistema nervioso parasimpático, lo que lleva a una disminución de la respuesta al estrés. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad, mejorar la claridad mental y promover un estado general de calma y relajación.

3.- Mejora de la concentración y la atención; Al prestar atención a tu respiración, entrenas tu mente para enfocarse en el momento presente. Esta práctica puede aumentar tu capacidad de concentración y mejorar tu enfoque en las tareas que realizas.

4.- Regulación de las emociones; La respiración consciente puede ser una herramienta poderosa para manejar las emociones. Cuando te sientes abrumado/a o ansioso/a, tomar unos momentos para respirar conscientemente puede ayudarte a recuperar el equilibrio emocional y afrontar las situaciones de manera más tranquila y clara.

5.- Respiración inconsciente, yodatada y divertida; jugar con las olas del mar, esquivarlas sumergiéndote, es de mayor beneficio cuando el agua es fría, ya que induces pequeñas dosis de estrés que posteriormente te impulsas a la relajación. Los baños de toalla con agua fría y/o los asientos de agua agregando algunos cubos de hielo.

6.- En cuanto a la idea de que “el que menos respiraciones hace vive más”, hay una correlación interesante entre la respiración y la longevidad. Algunos estudios sugieren que una tasa respiratoria más lenta puede estar asociada con una mayor longevidad. Respirar más lentamente puede reducir el estrés en el cuerpo y promover una mejor salud en general. Sin embargo, es importante no malinterpretar esto como una razón para intentar contener la respiración por períodos prolongados, ya que una respiración excesivamente restringida puede ser perjudicial. En cambio, enfocarse en respirar profundamente y de manera consciente puede tener beneficios positivos para la salud y el bienestar a largo plazo.

7.- Disciplinas que utilizan la respiración para mejorar la salud y el bienestar son: el yoga y la meditación, que ayudan a combatir el estrés, el pranayama te ayuda a controlar y equilibrar la respiración, pilates, tai chi, qigong potencian la energía Qi y Hormesis; bajas dosis de estrés inducido para combatir el estrés.

La mente y la respiración están interrelacionados. Así pues, la mejor forma para poder relajar la mente y el cuerpo, es llevando un control sobre la respiración.

Tercer pilar.

Hacer ejercicio físico y mental

1.- Mantenerse activo/a tanto física como mentalmente es fundamental para el bienestar. La conexión entre el ejercicio físico y el intelectual es una parte crucial del bienestar general. Establecer una rutina que combine ambos aspectos desde que te despiertas hasta que te preparas para dormir puede tener numerosos beneficios:

2.- Incorpora rutinas de ejercicio físico que disfrutes, ya sea caminar, correr, practicar yoga o cualquier otra actividad que te guste. Del mismo modo, ejercita tu mente a través de actividades intelectuales estimulantes, como leer, ajedrez, domino, resolver acertijos o aprender cosas nuevas, como otro idioma.

3.- Ejercicio físico por la mañana; Comenzar el día con actividad física puede aumentar la energía, mejorar el estado de ánimo y preparar tu mente para el día. El ejercicio libera endorfinas, lo que puede aumentar la claridad mental y la productividad. Esto puede ser cualquier cosa, desde una caminata vigorosa hasta una sesión de entrenamiento en el gimnasio.

4.- Estimulación mental durante el día; Alternar entre períodos de trabajo intelectual y breves descansos activos puede mantener tu mente fresca y receptiva. Incluso pequeñas pausas para estirarte o dar un paseo breve pueden revitalizar tu enfoque y creatividad.

5.- Ejercicio moderado por la tarde/noche; Realizar actividad física moderada al final del día puede ayudar a reducir el estrés acumulado, mejorar la calidad del sueño y preparar el cuerpo para el descanso. Cosas como el yoga suave o un paseo relajante pueden ser beneficiosos.

6.- Descanso y sueño adecuados: Al final del día, es crucial permitir que tu mente y tu cuerpo descansen adecuadamente. Establecer una rutina para relajarte antes de dormir, como leer, meditar o practicar la respiración consciente, puede ayudar a calmar la mente y facilitar un mejor sueño.

7.- Salud física: La salud física es un pilar esencial para la felicidad. Incluye hábitos como una alimentación equilibrada, ejercicio regular, descanso adecuado y cuidado preventivo. Cuando el cuerpo se siente bien, la mente también tiende a estar más equilibrada.

La combinación de ejercicio físico y estimulación intelectual a lo largo del día puede ser una fórmula poderosa para maximizar tu rendimiento, promover el bienestar general y garantizar un descanso adecuado para tu cuerpo y tu mente.

Cuarto pilar.

Mantener una actitud mental positiva:

La manera en que percibes las cosas puede influir enormemente en tu felicidad. Trabaja en cultivar una actitud optimista y proactiva hacia la vida. Esto implica enfocarte en lo positivo, buscar soluciones en lugar de problemas y practicar el perdón y la compasión, tanto contigo mismo/a como con los demás.

Mantener una actitud mental positiva puede ser desafiante, pero es absolutamente alcanzable con práctica y enfoque. Aquí hay algunas recomendaciones para cultivar y mantener esa mentalidad positiva:

1.- Práctica de la gratitud: Dedica tiempo cada día para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido/a. Llevar un diario de gratitud o simplemente tomar unos minutos para reconocer lo positivo en tu vida puede cambiar tu enfoque hacia lo bueno.

2.- Visualización y enfoque en objetivos: Imagina tus metas y visualízate lográndolas. Mantén tus objetivos en mente y trabaja de manera constante hacia ellos. Esto puede ayudar a mantener una actitud proactiva y optimista.

3.- Evita el pensamiento negativo: Observa tus patrones de pensamiento y, cuando detectes pensamientos negativos, intenta cambiarlos. Busca lo positivo en cada situación y desafía las ideas negativas con pensamientos más realistas y constructivos.

4.- Cuida tu diálogo interno: La forma en que te hablas a ti mismo/a puede influir enormemente en tu actitud. Practica la autocompasión y la amabilidad contigo mismo/a. Trata tus errores como oportunidades de aprendizaje en lugar de castigarte por ellos.

5.- Rodéate de positividad: Las personas que te rodean pueden influir en tu mentalidad. Busca la compañía de personas optimistas y de apoyo. La positividad es contagiosa, y rodearte de personas que la practican puede inspirarte a hacer lo mismo.

6.- Practica la resiliencia: Aprende a enfrentar los desafíos de manera constructiva. La resiliencia implica adaptarse y superar las dificultades, manteniendo una mentalidad positiva a pesar de los obstáculos.

7.- Cuida tu bienestar general: El sueño adecuado, la nutrición balanceada y el ejercicio regular pueden tener un impacto significativo en tu estado de ánimo y tu perspectiva. Asegúrate de cuidar tu bienestar físico y emocional.

8.- Trata bien a tu mente, no le alimentes con resentimientos, odios, agresiones, venganzas; son alimentos que envenenan tu ser biopsicosocial, aislándote y llegando a un punto donde no hay retorno.

Recuerda que mantener una actitud mental positiva no significa ignorar las dificultades o negar las emociones negativas, sino encontrar formas constructivas de afrontarlas y mantener una visión optimista a pesar de ellas. Practicar estos consejos regularmente puede ayudarte a desarrollar y mantener una mentalidad más positiva en tu vida diaria.

Realización personal; Se trata de encontrar un propósito en la vida, sentirse realizado/a a través del trabajo, hobbies o actividades que te apasionen. Implica fomentar el crecimiento personal, establecer metas alcanzables y trabajar hacia ellas.

Conexión social y comunitaria. Tener relaciones cercanas y significativas, sentirse parte de una comunidad, compartir experiencias y apoyarse mutuamente son elementos cruciales para la felicidad.

Al hacer pequeños cambios y prácticas diarias en cada uno de estos pilares, puedes fortalecer tu camino hacia una vida más plena y feliz. ¡Recuerda que la consistencia y la autodisciplina son clave para construir estos hábitos positivos!

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