FIN DE PRECAMPAÑAS, ANTESALA DEL ASALTO FINAL.

Por Pedro Vargas Avalos

Cronológicamente, así llegaron a ser precandidatos presidenciales los arriba mencionados. En primer lugar, tras un proceso de la alianza “Juntos Hacemos Historia” (forjada en diciembre de 2020, por los partidos MORENA, PT y PVEM, sustituyendo a la alianza “Juntos Haremos Historia”, que incluía al desaparecido PES -Partido Encuentro Social- coalición que compitió victoriosamente en los comicios de 2018) se determinó por el Consejo General de Morena,  que Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado, Manuel Velasco Coello, senador del Partido Verde Ecologista de México y Gerardo Fernández Noroña, diputado del Partido del Trabajo, serían los aspirantes que bregarían desde el   19 de junio y hasta el 27 de agosto  de ese año de 2023, para ser nominados coordinador nacional de los comités de defensa  de la llamada Cuarta Transformación (4T), debiendo enseguida nombrarse uno por cada entidad federativa. Se sabía que realmente, quien resultara adelante en las mediciones y encuestas acordadas para ese efecto, sería el precandidato presidencial para definitivamente, convertirse en el candidato a ese cargo en la elección de junio 2 del año 2024. Esto se diseñó así para acatar los tiempos electorales establecidos por la ley y el Instituto Nacional Electoral (INE). Sheinbaum se registró como precandidata a la presidencia de México, el 19 de noviembre pasado, tanto de su partido Morena como de sus aliados Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM). 

Los seis miembros de la 4T hicieron viajes proselitistas siguiendo las reglas impuestas, o sea sin hacer verdaderas campañas electorales, dizque solo para motivar a sus correligionarios, evitar debates y no hacer propuestas de fondo para atraer sufragios; tras varios estudios de opinión, se declaró vencedora a la licenciada en física, maestra en ingeniería energética y doctora en energía por la UNAM, Claudia Sheinbaum Pardo. Esto fue el 6 de septiembre del año pasado, tal como lo habían anunciado. Cuatro de los predichos partícipes de la contienda, aceptaron la decisión, no así el excanciller Ebrard, quien, reaccionando virulentamente, declaró: “No nos vamos a someter a esa señora”. Luego impugnó ante el partido guinda el desenlace, amenazando con una separación que incluía romper la unidad del lopezobradorismo. Tiempo después se fue serenando, y al final terminó

por aceptar los resultados, asistiendo al cierre de Claudia, este 18 de enero en la plaza del monumento a la Revolución, en la capital azteca.  

En segundo lugar, emergió sorpresivamente -pues se creía que competiría para gobernar la Ciudad de México-, la senadora hidalguense Xóchitl Gálvez Ruiz, de palpables afinidades con el Partido Acción Nacional (PAN) mediante un arreglo en el cual, se asegura, el activista empresario anti lopezobradorista, Claudio X. González Guajardo, fue el que decidió, con la dócil aceptación de los componentes de la coalición “Fuerza por México”, (creada en 2020 y  desde 2023 transformada en “Fuerza y Corazón Por México”) que son el PAN, PRI y PRD, los cuales, omitiendo encuestas, debates terminales y hasta auspiciando dimitir a los competidores, cooperaron para esa especie de destape. En este tejemaneje, es claro que la sociedad civil y muy especialmente la ciudadanía, nada tuvieron que ver: evidentemente aquello fue una componenda. En los hechos quien resulte con base a esas mediciones y ocupe el primer lugar, será realmente el candidato presidencial para el 2024, aunque formalmente no se le nombrará todavía como tal, es decir, como candidato o candidata oficial. Se respetará formalmente los tiempos electorales establecidos por el Instituto Nacional Electoral (INE).  

Es pertinente decir, que la oposición se había venido mostrando bastante desacertada en cuanto al proceso para elegir su abanderado, el candidato capaz de enfrentar con posibilidades de éxito, a quien postularan Morena y sus aliados para suceder en 2024 al presidente López Obrador. El mismo primer mandatario, en una mañanera (12 de octubre de 2022) señaló una cuarentena de personajes que podrían representar a las oposiciones. Entre las figuras, enlistó al inefable “Alito” Alejandro Moreno (presidente del PRI), a Beatriz Paredes (senadora tricolor de buena trayectoria) Enrique Alfaro Ramírez (gobernador reiteradamente crítico del primer magistrado); al tremendo Claudio X. González, al resentido Carlos Loret de Mola,  al furibundo jefe Diego (Fernández de Cevallos); al cachorro Enrique de la Madrid, vástago del padre del neoliberalismo, Miguel de la Madrid; también al forjador del FOBAPROA José Ángel Gurría, sin faltar la murmuradora Lily Téllez y obviamente, la dicharachera senadora Xóchitl Gálvez. Advirtió el mandatario, socarronamente, que a final de cuentas el gran destapador de alguna de esas “corcholatas” -término que él mismo creó cuando destapó una decena de posibles candidatos de su partido- sería ni más sin menos que Claudio X. González, como parece que así aconteció. 

El 10 de julio del año retropróximo, se informó que eran 13 los perfiles de quienes contenderían para ser el responsable Nacional para construir el Frente Amplio por México (imitando a los morenistas que elegirían un Coordinador de la 4T): afirmaron que serían extraídos de la sociedad civil, y resultaron en su mayoría, viejos políticos. De esta manera, el Frente difícilmente tendrá un perfil ciudadano. (Montserrat Antúnez, Sin Embargo). Destacan en este rol, Santiago Creel, Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid y se enganchó a exgobernadores investigados por corrupción, como el perredista Silvano Aureoles Conejo, y el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, oculto o al menos fuera del país. Pero como ya anotamos, el mecanismo diseñado que incluía giras, encuestas, consultas y debates, no se llevó a cabo, salvo unos debates entre solo cuatro aspirantes, según acuerdo del Frente. Se realizaron en agosto, buscando mantener la unidad, como proclamó Santiago Creel el 10 de ese mes, tras el inicial encuentro. Enseguida, quedó fuera de la lid el priista De la Madrid (16 de agosto) y luego, tras rumores de que Beatriz Paredes, crecía en opiniones favorables, la noche del 21 de agosto, Creel, por tercera vez en su vida, dejó su aspiración presidencial (la buscó en 2006 y 2012), con el indudable objetivo de favorecer al panismo. De esa

forma solo quedaron las dos mujeres: Xóchitl y Beatriz. Esta, con mucha experiencia y habilidad, salió avante en varios puntos. No obstante, los sondeos de opinión orquestados por Fuerza por México (aún no cambiaba su nombre) en agosto de 2023, ponían a la hidalguense adelante de la tlaxcalteca Paredes, con dos dígitos. Sin embargo, Paredes afirmó el 22: «Mi declinación haría evidente que lo que pronosticó el presidente Andrés Manuel López Obrador se evidenciara como una realidad”. Así las cosas, contra su palabra de que apoyarían los priistas a su correligionaria, el inefable Alito, desde el 28 de ese mes comenzó a propalar que los sondeos eran desfavorables para Paredes, por lo que el 31 declaró que Xóchitl era la triunfadora y que el PRI la apoyaría; Beatriz Paredes no asistió al evento. AMLO, en la mañanera siguiente, exteriorizó: “Se los dije, desde hace como dos meses” y se sonrió de la decisión de Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, de decantarse por Xóchitl Gálvez y abandonar a Beatriz Paredes; entonces Amlo le expresó: «Beatriz aguanta, el pueblo se levanta».  

Las dos anteriores damas de la política quedaron de esa manera, como las abanderadas de los dos proyectos de nación que contenderán en la elección del 2 de junio de este 2024, en que están en juego además de la Presidencia de la República, 128 senadores, 500 diputados federales, 8 gubernaturas, 1 jefatura de gobierno (la Ciudad de México, que es una entidad federativa), 31 congresos locales, 1580 ayuntamientos, 16 alcaldías -en la capital mexicana equivalen a municipalidades- y de funciones similares son las 24 Juntas municipales de tres estados, donde también se eligen.  

En cuanto al tercer precandidato, Jorge Álvarez Máynez, su lanzamiento está lleno de peripecias. De arranque, nadie pensó fuera aspirante a la candidatura presidencial: es de méritos poco reconocidos y, por ende, de representación muy menuda. Enseguida, tras el retiro como factible precandidato de Enrique Alfaro, solo hubo el nombre de Samuel García, el ejecutivo neoleonés, en vistas de que Marcelo Ebrard no abandonó a las filas morenistas, y siendo amigo de Dante Delgado (real manejador de MC) se consideraba que sería un contendiente de peso, aunque los analistas no admitían que podría llegar a Palacio Nacional. Incluso se rumoró que el mismo Dante podría alzarse como abanderado. De manera inesperada, el 9 de enero de este año, en una informal reunión de tres (Samuel García, su esposa Mariana Rodríguez y Jorge Álvarez), brindando con cerveza y botaneando, se destapó por el “Fosfo-fosfo” (así apodado por el color fosforescente de sus zapatos) gobernante norteño, al diputado plurinominal. El hecho hizo que el mandamás jalisciense, Enrique Alfaro, señalase que ese acto había sido una banalidad, y remató: “usan la idea de lo nuevo para disfrazar lo absurdo”. En ese tenor, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, señaló: “al precandidato emecista lo único que lo mueve es el hueso” y sobre cómo se le postuló, precisó: “da vergüenza, lo reduce a un arreglo entre cuates, entre cervezas y botanas”.  El INE ordenó a García que no se transmitiera el video del desventurado destape. Como quiera que sea, García Máynez ya clausuró sus operaciones precandidatorias, pues se le registró en tal calidad el 10 de este frío enero. 

El cierre de estas precampañas, lo podemos estimar desde muchos puntos de vista, luego de haber mostrado la senda de como arribaron los precandidatos. Claro que no es comparable, (frente a los otros precandidatos) ni en lugar ni en asistencia, el evento de Claudia Sheinbaum, que fue el espacio que circunda el monumento a la Revolución en la ciudad de México, abarrotado totalmente de ciudadanos que coreaban “Es un honor estar con Claudia hoy”. En el presídium, todos

los que compitieron con ella, incluyendo al excanciller Ebrard y al exsecretario de gobernación. Se vio a muchísimas individualidades, de reconocido prestigio, de las que integran sus equipos tanto de campaña, como de redacción del plan de gobierno.  El discurso con palabras sensatas y cierto tinte de triunfalismo, plagado de logros del actual gobierno y compromisos tales como: Mantener la austeridad Republicana, fortalecer los programas sociales, como pensiones a la tercera edad y becas, en todo el país; al salario mínimo, fortalecerlo en proporciones importantes por arriba de la inflación, afirmando: “Nunca más salarios de hambre en nuestro país”. 

También, aseguró impulsar la inversión pública, consolidar los ferrocarriles agregando los trenes de pasajeros, vigorizar el sistema público de salud y la educación pública a través de las becas, además de construir más universidades públicas. Renglón importante dedicó a los pueblos indígenas, así como lograr una vida digna y de bienestar para todas las mujeres, garantizando derechos de las personas de la diversidad sexual. 

Aspecto trascendente -subrayó- aprovechar la posición estratégica de México con el Tratado comercial de América del Norte y la generación de empleos, a la par que se impulse el desarrollo científico y tecnológico. Ramo singular será en sus acciones, acelerar la transición energética hacia fuentes renovables de energía, impulsar políticas de protección y restauración de recursos naturales, salvaguardando el derecho al agua y promoviendo la soberanía alimentaria y apoyo al campo. 

Al concluir su discurso, en que resaltó como frase favorita “Primero los Pobres”, las ovaciones fueron sonoras y el grito de ¡Unidad!, retumbó la plaza, comentando que habían alcanzado la victoria en esta etapa de precampañas y eso lo acreditaban las encuestas, en las cuales donde menos adelanta es con el veinte por ciento a Xóchitl Gálvez. 

Por su parte, Xóchitl estuvo en Acámbaro, Guanajuato, que es una localidad mediana del Estado de Guanajuato, por lo que no podría haber muchísimos asistentes, aun cuando los que acudieron se mostraron muy vehementes. Allí la arroparon los candidatos a senador y diputado; no se vieron a los jefazos de los partidos integrantes de “Fuerza y Corazón Por México”, salvo Marko Cortés y sus subalternos del partido. El discurso fue corto y la voz de la hidalguense acusaba marcada ronquera. Al presidente del país, lo calificó de hacerse “guaje” en su lucha contra la delincuencia, y como en Guanajuato es exagerada, enunció que tal situación no es responsabilidad del blanquiazul, sino del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien se ha dedicado a abrazar a los delincuentes y no a implementar una estrategia de seguridad; en pocas palabras, manifestó la precandidata prianista, que el mandatario federal dedica abrazos para los criminarles y balazos para los ciudadanos. En cambio, ella, si llega a la presidencia, presumió: “yo sí voy a enfrentar a la delincuencia, yo sí tengo las agallas para que ustedes vivan en paz”, agregando que no echará culpas a ningún expresidente sobre la violencia generalizada en la república, sino que la combatirá con toda la fuerza del Estado. 

Sobre su principal contendiente, Claudia Sheinbaum, la acusó de mentir sobre la seguridad que impera en tierras guanajuatenses, (cuando estuvo el 10 de este mes) puesto que es casi igual a la de la ciudad de México, a la cual gobernó, por lo que “no tiene cara para venir a decir y a presumir”. Sin cambiar su estilo de hablar, al referirse a la alcaldesa panista -Claudia Silva Campos- de Acámbaro, la elogió diciendo “aquí tenemos una alcaldesa muy chingona.” La precandidata testificó haber recorrido todo el país, concluyendo que “he encontrado un país muy adolorido”. Empero, explica que: “Yo no voy a culpar al neoliberalismo, tampoco a la cuatro te, pero si es momento de entender

que le entramos ahora o nunca (o) el país se nos va de las manos.” Sobre el problema de los desaparecidos, el gobierno lopezobradorista, “en lugar de buscar a los desaparecidos, decidió borrarlos de la lista”, lo cual con ella eso jamás sucedería, diciéndole a las mujeres buscadoras: “Cuentan conmigo para que encuentren paz y tranquilidad.” 

La senadora con licencia repasó problemas y atrasos diversos de inseguridad, del agua, educación y de apoyos a las entidades federativas (que no gobiernan los lopezobradoristas), para todo lo cual ella presume tener soluciones; por eso expone que ya despojó de su lema a MORENA (La esperanza de México) aseverando que ahora “la esperanza ya es nuestra. Porque ya cambió de manos. Claro que sí.”. Y tras encomiar a Guanajuato en varios renglones, garantizó a sus oyentes: “Van a tener un gobierno que va a apoyar al emprendedor, al que trabaja, al que se levanta temprano. Y a los pobres les digo una cosa, yo voy a trabajar hasta el cansancio para que dejen de ser pobres”. Y así, en medio de gritos de “¡presidenta!” y tras comprometerse para que México sea de las diez economías mayores del mundo, atrayendo inversiones y tener el mejor aeropuerto de América Latina, se despidió, reiterando el lema de ser la esperanza. 

Poco se puede hablar del tercer precandidato, el emecista Jorge Álvarez Máynez. Siendo un emergente, y con tiempo perdido, apenas hizo algunos actos y cerró su precampaña en Monterrey, donde lo cobijan el gobernador del Estado y su esposa. A contrapelo, la senadora Indira Kempis, fallida aspirante a precandidata por lo que renunció a MC, lo describe deplorablemente: “Tiene 38 años, cuatro partidos políticos, ninguna elección propia ganada en 20 años, pero sabe ir al Oxxo por las cocas.” 

Los pronunciamientos de este pálido protagonista (que todo indica, será un candidato nacido para perder), en la plaza Cultura regiomontana, antes que nada, fueron para exaltar a Samuel García -quien estaba entre el público- y consorte. Luego expuso que luchaba contra la vieja política, pues es parte de una generación que no se va a conformar con el México actual. Al PRI y al PAN, en tono bravucón, les advirtió que “no saben con quien se metieron”. 

Debido a su tardío lanzamiento, explicó que recuperaría las desventajas frente a sus dos adversarias, presumiendo tener “un plan para que México cuente con un presidente y un gobierno que atienda las necesidades”. Citó como ejemplares los casos de Nuevo León y Jalisco, “los estados que más han avanzado en crecimiento económico y social”. Y ante un buen número de simpatizadores de MC neoleonés, tras volver a elogiar a la cónyuge de Samuel García, -ahora precandidata a la alcaldía de Monterrey- dio el cerrojazo de su brevísima precampaña. 

Ahora estamos en el paréntesis previo a las campañas formales, que iniciarán el uno de marzo. Los partidos y sus abanderados se aprestan para la gran batalla electoral, cuya jornada cumbre será el domingo 2 de junio. Ojalá que los esfuerzos que se desplieguen no solo se ajusten a la ley, sino que tengan como mira al pueblo mexicano y su porvenir.

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