SUCESION JALISCIENSE: ¿HABRÁ CANDIDATOS A LA ALTURA DE LA HISTORIA ESTATAL?

Por: Pedro Vargas Avalos.

La sucesión presidencial, ha hecho que pase a segundo término la referente a las de los Estados de la República que habrán de renovar su poder ejecutivo en el venidero año de 2024. Para los jaliscienses, desde luego que nos importa más que nada, lo relativo a quien será nuestro próximo gobernador, es decir, el político que sustituirá al controvertido Enrique Alfaron Ramírez.

Hace seis años, los personajes que sonaban para relevar al priista Aristóteles Sandoval, eran Enrique Alfaro, Martha Rosa Araiza, Miguel Castro, Salvador Cosío, Carlos Lomelí, Miguel Ángel Martínez y Carlos Manuel Orozco: algunos de ellos sin mayor opción para realmente llegar a titular del ejecutivo local, pero siendo muy activistas, se movían para cuando menos estar presentes en el ánimo de la ciudadanía.

Ahora, en este año de 2023, los que aspiran a tan singular cargo, ya iniciaron sus labores para que por un lado los partidos políticos, (específicamente sus dirigentes) y por otro, los ciudadanos, los tengan presente. La pregunta final que nos hacemos, es si alguno de esos anhelantes individuos, tienen los tamaños para no específicamente llegar al puesto máximo en la Entidad, -muchos mediocres lo han hecho- sino que puedan calificarse como reales continuadores de las actividades de los jaliscienses y al nivel de la trayectoria histórica estatal.

Jalisco es México, dice una frase muy publicitada sobre todo turísticamente. Esa es una patente realidad, pues quien busque conocer a la nación, no podrá asegurar que la valoriza cabalmente sino visita, estudia y comprende el devenir del Estado y la enorme tarea que desplegaron sus forjadores y guías.

Nuestra región occidental mexicana, fue un mosaico étnico desde hace milenios de años. Siglos antes de nuestra era, y hasta la centuria séptima después de Cristo, floreció una cultura que tiene como prototipo los restos conocidos como “Huachimontones”, ubicados en la población de Teuchitlán, a unos kilómetros de la Perla Tapatía, entre Tala y Ahualulco de Mercado. Las pirámides circulares y los grandes juegos de pelota, además de sus cultivos en chinampas, son su distintivo. Fue, no cabe duda, una cultura madre.

Alrededor de los siglos VI y VII, irrumpieron los toltecas, quienes bautizaron al territorio como “Xalixco”, o sea, lugar de tierra arenosa. Tiempo después pasaron las tribus nahuatlacas y la presencia trascendente de los aztecas dejó huellas profundas: la mayoría de nuestros lugares y poblados tienen nombres de etimología náhuatl.

Es de hacer notar que en esos lejanos tiempos, ya la mujer tenía una presencia prominente. Sirva como ejemplo el caso de Tonalá (Tonallan), que era gobernada por una dama noble (cihuapilli) en tiempos de la conquista, así como Tamazula, donde regía una cacique (los mandamases de esos pequeños gobiernos autónomos, eran llamados “tlatoani” (el que habla).

Los principales conquistadores de nuestras comarcas jaliscienses, fueron Alonso de Avalos, Francisco Cortés de San Buenaventura y Nuño Beltrán de Guzmán: los dos primeros por mandato de su pariente Hernán Cortés; el tercero, un abogado que fue tremendo adversario del conquistador de la Nueva España (Cortés). Tal parece que esta enemistad fue el preludio del sentido de competencia que siempre ha existido entre Guadalajara y la ciudad de México.

El dominio hispano duró tres siglos en números redondos: de 1521 a 1821. Durante ese largo espacio de tiempo, el gobierno en el Reino de la Nueva Galicia (como se llamó lo que ahora es Jalisco y las entidades que lo circundan) lo ejerció un gobernador, que se desempeñaba regularmente como presidente de la Audiencia de Guadalajara, organismo que además de judicial, tenia atribuciones administrativas y era consiguientemente la máxima autoridad local. En la ciudad azteca (México) también residía una Audiencia. Precisamente, el primer presidente de esta institución, fue Nuño Beltrán, quien desde allí quitó muchos terrenos a su rival Cortés, entre ellos, los actuales pueblos de Tamazula, Tuxpan y Zapotlán, con sus jurisdicciones. Ambas instituciones tenían a menudo sus controversias.

En las postreras decenas de años de la colonia, la antigua Nueva Galicia se dividió en Intendencias, siendo dos las importantes: la de Guadalajara y la de Zacatecas. Estas fueron divisiones político administrativas que sirvieron como antecedente para crear los Estados de Jalisco y Zacatecas, respectivamente, el año de 1823. En lo que respecta a nuestra Entidad, lo fue el 16 de junio de ese año, aun cuando desde meses atrás ya se hacía llamar “Estado” a la antigua Intendencia (denominada Provincia durante un breve tiempo antes de la creación de Jalisco) de Guadalajara.

A partir de ese año de 1823, se creó la gubernatura del Estado. El primer ocupante de ese cargo, (Luis Quintanar) fue con carácter provisional y muy circunstancial, en tanto se expedía la Constitución Política, lo cual sucedió el 18 de noviembre de 1824, siendo vicegobernador (porque el referido gobernante provisional en junio de ese año, fue llevado preso a la ciudad de México, por iturbidista) el talentoso tapatío Juan Nepomuceno Cumplido. Realizadas las elecciones para gobernador, resultó electo el visionario Prisciliano Sánchez, forjador del federalismo mexicano (escribió un libro fundamental para tal objeto: El Pacto Federal de Anáhuac) y redactor principal de la primer Carta Política estatal; su cargo lo ejerció desde enero de 1825 h asta diciembre del año siguiente, en que falleció, para desgracia de la nación.

Desde entonces, a Jalisco lo enaltecieron grandes políticos, destacando además de los mencionados (Sánchez y Cumplido), el doctor Pedro Tamez, ilustrado federalista; José Ignacio Cañedo, de grandes virtudes cívicas; Antonio Escovedo, probo y progresista moderado; Gregorio Dávila, radical republicano; Joaquín Angulo, conciliador y muy hábil.

Con la Reforma (1857-60) luego del fracasado imperio, brillaron Ignacio Herrera y Cairo, médico y maestro; Santos Degollado, el impar luchador juarista; Pedro Ogazón, general y abogado ministro de la Corte; Ignacio Luis Vallarta, el consolidador del juicio de amparo; el héroe contra la intervención francesa, Ramón Corona, y el científico Mariano Bárcenas (oficialmente era De la Bárcena). El surgimiento del porfiriato eclipsó el liderazgo nacional de Jalisco.

Al llegar la Revolución Mexicana, la Entidad volvió a ocupar su rango estelar, siendo prototipo de tal calificativo, Don Manuel M.(Macario) Diéguez Lara, líder de la huelga de Cananea y gobernador constitucionalista de Jalisco, a partir de 1914, y luego electo ejecutivo constitucional: con tal carácter publicó la Constitución Política del Estado, de 8 de julio de 1918, ordenamiento que aún rige, con las reformas que a través del tiempo se le han hecho.

Tras ese ilustre mexicano que fue Diéguez, podemos apuntar a distinguidos políticos como gobernadores de la Entidad: J. Guadalupe Zuno, federalista y creador de instituciones, entre ellas la Universidad de Guadalajara y su lema “Piensa y Trabaja”. Sebastián Allende, revolucionario, abogado, constituyente de Querétaro y general. Silvano Barba González, alteño que ocupó los mas diversos cargos del Estado y la Nación, desde Rector de la U. de G., hasta Secretario de Gobernación, presidente nacional del PRM (antecedente del PRI) y gobernador de la ciudad de México. Otros distinguidos jaliscienses que han desempeñado el elevado puesto de primer magistrado de la Entidad, fueron el Lic. Jesús González Gallo, quien impulsó notablemente a Jalisco y embelleció a Guadalajara, siendo honrado por su pueblo natal de Yahualica, el cual se denomina “de González Gallo”. No podemos pasar por alto, al escritor non del Jalisco tradicional, Agustín Yáñez Delgadillo; al dinámico Juan Gil Preciado, y al inmenso humanista Francisco Medina Ascencio, y cerramos con broche áureo, con Flavio Romero de Velasco, el hombre que impuso el orden en la Entidad y dio impulso trascendente a la obra pública.

Visto lo anterior, nos preguntamos: ¿habrá entre los suspirantes actuales, alguno (a) o algunos, que tengan las cualidades y rasgos indispensables para dirigir los destinos de Jalisco? Esa interrogante, nos proponemos comentar en ulterior ocasión, cuando estén mas definidos los aspirantes a gobernar nuestro Estado.

Comments

comments