Mundo de poesía: Cuando se acaba el amor: Pescados vivos que peces fueron II
Jesús D. Medina G.
No son las calles las que duelen
sino lo que dejamos en ellas.
Un encuentro fortuito que determinó
toda nuestra existencia
y ya jamás fuimos los mismos.
Enrique Macías
La UNESCO adoptó por primera vez el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía en París en el año de 1999, lo recuerdo bien porque estábamos en plena operatividad para la celebración de la primera edición de la hoy Bienal José Atanasio Monroy, la UNESCO señaló que un objetivo consistía en apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar a aquellas lenguas que se encuentran en peligro.
¿Cuándo surge la poesía?
Ya habíamos comentado en una ocasión que ni en Wikipedia ni los lingüistas y filólogos se ponen de acuerdo, para algunos sería “La epopeya de Gilgamesh o el Poema de Gilgamesh¨ (2500-2000 a. C), que es una narración acadia en verso sobre las peripecias del rey Gilgamesh. Otra versión señala a la princesa Enheduanna, quien vivió en el siglo XXIII antes de Cristo, particularmente entre los años 2280 a 2225 antes de nuestra era.
Pescados vivos que peces fueron
Pequeños
grandes,
emergiendo de ciertas fabulas
chocando contra
galeones españoles
frente a la arrogancia
de Cozumel,
Campeche
o Barra de Navidad.
Pececillos de huevo
nacidos.
Como los que se aman…
peces en océano
surcando corrientes
multicolores sus vidas son.
Cuando hay amor
todo pasa
en el gran tobogán de la felicidad.
Peces desnudos
los que se aman gozan.
Peces que de pronto
se encuentran
corridos, abandonados
por el agua.
Agua que el viento
alejó del litoral
y no encuentra
destino.
Peces
Pescados
Por su insolencia
e indolencia.
Cuando los que se aman se dejan:
Peces pescados
chocando contra el cristal pecera de su existencia.
Cuando se acaba el amor: Pescados vivos que peces fueron.
Viento y amor
Nuestro mar.
(Jesús D Medina G.)
También se menciona que la poesía lírica nace en Grecia en el siglo VII a. C. y debe su nombre a que en sus orígenes no era un género literario destinado a ser leído, sino a ser recitado o cantado al son de la lira. La Ilíada y la Odisea fueron escritas por el poeta griego Homero en algún momento del siglo VIII A.C, y tal vez sean las obras más conocidas mundialmente de este género literario.
Cuando los dos estemos muertos
Nada habrá de estas flores
ni de estos versos
Mientras dure el amor…
Ámame entonces.
La prosa surgió posteriormente, la escritora Irene Vallejo la ubica en el siglo VI a. C.
La «Ilíada». Se cree que fue compuesta en verso y que, en su época, se transmitía oralmente, lo que significa que se recitaba de memoria. Esto era bastante común en la tradición poética de ese tiempo. Así que, en resumen, Homero es el autor, pero la forma en que se presentó originalmente era a través de la recitación oral.
Y bueno, con esos datos es suficiente para irnos de lleno al enigmático mundo poético, seleccioné algunos poemas sobre temas de los cuales se ha escrito bastante y bastante bien en muchos casos.
Tristeza
Volverán las oscuras golondrinas
En tu balcón sus nidos a colgar,
Y, jugando llamarán a la ventana,
Pero aquéllas que el vuelo a tu lado
No volverán, no volverán jamás.
«Rima LIII» – Gustavo Adolfo Bécquer
¡Oh, tristeza! que en mi pecho anidas,
Como un lamento que nunca se apaga,
Eres la sombra que en mis días brilla,
La voz callada que en mi alma se queda,
Un eco triste que nunca se apaga.
«Nocturno a Rosario» – Manuel Acuña
Con diez cañones por banda,
Viento en popa, toda vela,
No corta el mar, sino vuela
Un velero bergantín.
La tristeza es un mar sin orillas,
Donde el alma naufraga sin fin.
«La canción del pirata» – José de Espronceda
Amor Erótico
Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos,
Despertar en tu piel el deseo,
Y que cada beso sea un fuego,
Un susurro ardiente que nunca se apague,
Un viaje sin fin en el que nos perdemos.
«Soneto XXV» – Pablo Neruda”
Cuerpo de mujer, blancas montañas,
Que encienden mis ansias y mis locuras,
Eres el refugio de mis mañanas,
El mar que me abraza en sus locuras,
Un canto de amor que nunca se apaga.
«Cuerpo de mujer» – Pablo Neruda
——- O—–
En la arena de tu cuerpo me pierdo,
Las olas susurran secretos de amor,
Cada roce es un verso, un recuerdo,
Un poema que nace en el calor,
De un amor que se siente y se vive sin temor.
«La casa de la playa» – Gabriela Mistral
——- O—–
Esperanza
No te rindas, el futuro es brillante,
Las estrellas brillan en la noche oscura,
Cada paso que das es un canto vibrante,
La esperanza florece en cada locura,
«Canto a mí mismo» – Walt Whitman
——- O—–No hay nada más hermoso que la espera,
El susurro del viento trae promesas,
Cada día es un lienzo que se reitera,
Y en cada amanecer, la vida empieza,
Con la esperanza como fiel compañera.
«Esperanza» – Mario Benedetti
——- O—–
La esperanza es un río que nunca se detiene,
Fluye entre las piedras, suave y constante,
Es un canto de vida que siempre sostiene,
Las almas que buscan un futuro brillante,
Y en su cauce, el amor siempre viene.
«El poema de la esperanza» – Gabriela Mistral
No podíamos dejar fuera de esta mini arbitraria selección al enorme Charles Bukowsky
Sobre las prostitutas
En la esquina, bajo luces de neón,
mujeres de mil historias,
sus risas son ecos de soledad,
venden sueños en un mundo gris.
Con cada mirada, un trozo de alma,
en sus cuerpos, la lucha y la vida,
son reinas en un reino olvidado,
donde el amor se mide en monedas.
Sobre la miseria humana
En la calle, el viento susurra,
historias de hombres y sombras,
cada rostro, un mapa de batallas,
cada lágrima, un río de dolor.
La miseria se viste de rutina,
en un mundo que gira sin compasión,
y en el fondo de un vaso vacío,
se encuentra la verdad de nuestra condición.
no me preguntes como pasa el tiempo
En el polvo del mundo se pierden ya mis huellas;
me alejo sin cesar.
No me preguntes como pasa el tiempo.
Liu Kiu Ling
A nuestra antigua casa llega el invierno
y cruzan por el aire las bandadas que emigran.
Luego renacerá la primavera,
revivirán las flores que sembraste.
Pero nosotros
ya nunca más veremos
ese dulce paraje que fue nuestro.
José Emilio Pacheco. 1939 – Ciudad de México – 2014

. Cuando el amor se ha ido. Ya nunca veremos (juntos) ese dulce paraje que fue nuestro. Es como un río seco. Es también una profunda tristeza que te acompañará por el resto de tus días en este planeta. Foto: Internet.
No son las calles
No son las calles las que duelen
sino lo que dejamos en ellas
Un encuentro fortuito que determinó
toda nuestra existencia
y ya jamás fuimos los mismos
Un libro convertido en
cenizas abandonado en
un baldío
Un compañero
desangrado herido
prófugo herido
sin brújula
ni puerta dónde entrar
para caminar sobre los pasos
para curar las profundas heridas
No son las calles las que duelen
son los muertos nuestros muertos
los que no me dejan dormir
ni vivir
y a veces ni morir.
Enrique Macías
Tuxpan 1951- Guadalajara 2006
Es igual que la verdad…no cambia
Antes del bicho ya dormía
el máximo tiempo posible.
Comía de todo
sólo observaba lo que le llamaba la atención.
Nunca ha tenido conciencia de sí mismo
no sabe de su existencia
resuelve pronto sus problemas
ignora su edad, pero es un anciano.
No cree en la muerte porque
no sabe que va a morir algún día, tarde
noche o madrugada
Es viudo
su pareja murió de un paro cardiaco.
Ni sufrió
sólo se desvaneció
calló al piso cerca de un ahuehuete
él caminaba a su lado
la sepultaron al borde del Río Coajinque.
Llovía…
poco, pero llovía.
Durante el bicho
siguió igual
nunca usó cubre bocas
ni se lavaba las manos.
Mucho menos temía contagiarse.
No se vacunó.
Después del bicho
siguió con su vida normal
como un anciano cariñoso
su compañía siempre agradable
su mirada…un bálsamo.
Nunca cambió
nunca se preocupó.
Se llamaba Godofredo
pero le decían Willy.
Y como la esperanza…sigue vivo
me supera en todo.
Es atemporal.
No cabe duda….
Willy es un buen perro orejón.
(Jesús D. Medina G.)
Pero ese es otro boleto. Volviendo a la promoción de la lectoescritura, por supuesto que habrá que invitar a la gente a que tome el micro y se aviente…a ver cómo nos caracterizamos…de Sor Juana, de Pita Amor, de Octavio Paz…tal vez a mí me toque caracterizarme del poeta looser y alcohólico… Bukosky y practicaría a la vez el Realismo Mágico. También los (as) podemos poner a escribir…Taller: “chin chin el que no escriba”. Y que lo lea en el micro. Y ya saben fotos, risas y cohesión social algo de arte terapia. Regalarles un poema impreso y si alguien con recursos y empatía con su comunidad nos dona unos libritos, pues mejor.
Termino con un poema “elíptico”, pues si la poesía inició hace casi tres mil años, este gran y famoso poema filosófico manda un mensaje para Odiseo, pero la magia consiste en que el poeta también lo dirigió a cada lector, en el tiempo y espacio donde estuviese, a la edad que tengas, solo tienes que vibrar ante la vida sin hipocresías y falsas modestias. Levadura de Fariseo dirían en tiempos de Cristo a las personas Nefastófeles.
De hecho, le agradezco al poeta griego Kavafis que me haya escrito ese poema. A él sí lo amo. Pero hay que leerlo como los antiguos griegos…porque declamarlo todo de memoria está difícil, pero bueno, hay que leerlo en voz alta, cada domingo en plazas y mercados en el centro deberíamos de leer en voz alta, creo que lo voy a intentar para el próximo domingo, no faltarán más desquiciados que se unan. Disruptivos…para los fans de esa palabra, ya cualquier cosa es disrupción, resiliencia, equidad o culpa del patriarcado sideral.
Es buena idea para promover la cultura y no cuesta dinero, cuesta trabajo. Ya me imagino, con una mini botellita de mezcal en el quiosco central de la plaza, micrófono en la diestra, mezcal en la siniestra:
– A ver a ver a ver ..esa señito …si Ud., la del reboso blanco, minifalda mortal y zapatillas de ante azul. Vengase a leernos, sea feliz por unos momentos…guau …mire …le tocó uno bien cachondo …uno del Marqués de Sabe.
Aunque no lo sepas, pero leer en voz alta te ayuda a activar las redes neuronales de la esperanza activa. Las neurociencias lo han comprobado. ¡Vámonos!
Itaca
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
Konstatino Kavafis
Alejandría, Egipto 1863 – Alejandría 1933
Ya mi vida entiende que existen,
en conclusión: razones del corazón
Que la razón no comprende.
Elías Nandino.