Hablando de las fracturas geológicas y las sociales, gracias a la agricultura

Carlos Palomera 

El paisaje jalisciense, y de otras partes del país, cambia de color según la moda agrícola imperante.  Hablaré someramente de tres monocultivos que han transformado radicalmente el paisaje donde son cultivados, así como algunos de los efectos sociales y ecológicos que ha esto ha conllevado.  Se trata de la caña de azúcar, el agave, y las berries. Como todo monocultivo, estos sobreviven gracias al influjo de grandes cantidades de agroquímicos y de maquinaria. Para su cosecha, en muchos de los casos se utilizan manos traídas de lejos, lo que impacta el tejido social de las comunidades de donde son originarios, y causando problemas, muchas veces no intencionalmente, en los lugares  que los alojan durante el tiempo de cosecha.

La caña de azúcar se introdujo durante la colonia cultivándose por primera vez en Veracruz, su principal productor, y  hoy este pasto dulce se cultiva en 15 estados tiñiendo de verde esmeralda casi 900 mil hectareas de nuestro país.  Jalisco es el segundo productor y los cañaverales se mantienen gracias a la irrigación proveniente de ríos y presas.  La caña transformó humedales en cañaverales, cuya economía se basaba en variedad de frutales y hortalizas ahora gira alrededor de la producción de azúcar.  Los motores empiezan a girar la vida socioeconomica cuando inicia la zafra, y al mismo tiempo se acentúan problemas de contaminación atmosférica, y problemas de salud inherente, reducción de la calidad de los de por sí precarias vias de comunicación, y problemas de salud de los trabajadores y residentes por la exposición a los agroquímicos utilizados. 

Por otra parte, en la década de los noventa del siglo pasado, Jalisco se tiñó de azul verdoso por la expansión del agave tequilero. Esta planta, que resiste condiciones semiáridas para su crecimiento, el cual dura alrededor de 7 años, es cultivada desde nivel del mar hasta zonas de encinos.  Cientos de campesinos decidieron cambiar de giro… cambiaron de cultivo o rentaron sus tierras para que se cultivara.  Otro monocultivo empezó a mover los hilos del tejido social. Los cambios ecológicos más notoriso incluyen, como es en los cañaverales, el uso de plaguicidas, y al quitar la maleza que compite con el agave, la pérdida de suelos y creacion de carcavas, entre otros problemas..

Por último, estan las berries, que en conjunto incluye el cultivo de arándanos o moras azules, zarzamoras, frambuesas y fresas.  Jalisco es también lider en la producción de frambuesas y el área de cultivo se cuadruplicó, si es que no más, en tan solo 10 años.  A diferencia de los dos cultivos anteriores, los campos se tiñen de blanco, ya que son cultivadas principalmente en invernaderos. Por lo tanto, si viniéramos en avión, el paisaje parecería ser de espejos, por la luz solar que se refleja, y uno consideraría que se trata de espejos de agua… Pero no, salvo por la zona productora en la ribera de Chapala, en las otras áreas donde los invernaderos han prosperado, el agua no suele ser abundante. Y pues la producción de berries requieres de mucha agua.  Tan solo en la cuenca de Tapalpa, 8.5 de cada 10 litros se destinan para la agricultura.  Al igual que con la caña, las personas que son contratadadas para cultivar y cuidar estos artículos que se destinan principalmente para el mercado exterior, son manos de personas del sur del país.  Para ello, las empresas han construido complejos multifamiliares, muchas veces de techo de lamina, en donde lo que más abunda es el sol.   Además de la cantidad enorme de agua que requieren, se utiliza mucho plástico y se dispersan muchos agroquímicos.  Nuevamente, la composición social de los invernaderos está compuesta por personas de etnias de otros estados, y los cambios sociales y culturales a los que están expuestos son varios.. pero yo no soy sociólogo   Y aun no siendolo, si he sido testigo de los tratos discriminatorios a los que muchos de ellos son objeto. 

Inicié este escrito, con la idea de hablar de las fracturas geológicasnque muy recientemente han sido descubiertas en la Laguna de Sayula, y en la carretera entre Sayula y Ciudad Guzmán. Zapotlán El Grande y Zapotiltic son lideres en la producción de berries… En Tapalpa y Sayula, el paisaje se está tiñiendo del color plateado del plastico de los invernaderos… Estám produciendo berries principalmente para venderse en el extranjero con el subsidio de los mexicanos en uno de los recursos que en esos municipios está faltando cada vez más… ¡el agua!  Estamos regalando el agua para la producción de unas frutas que van a terminar en los mercados gringos, y satisfacer los paladares de personas que no están viendo su entorno perder la humedad que necesita para vivir.

Se tiene comprobado que el agua subtérranea influye en el acomodo de las capas geologicas, y al faltar esta, se producen temblores y fracturas.  Aunque las autoridades descartan esa posibilidad en el caso de las fracturas de Sayula (Milenio 11 de mayo), a mi no me es difícil considerar que esa causa está entre las primeras. En 10 años se cuadruplicó la extensión cultivada, y con ello la necesidad de agua.   En esa cuenca endorreica, de donde proviene el agua, pues principalmente de los mantos freáticos.  Además de que conforme se reduce la cantidad de agua, la posibilidad de extraer líquidos con metales pesados peligrosos para la salud aumenta, también aumenta la posibilidad de reacomodo del subsuelo al quedar espacios vacíos.

Si hay más fuente de empleo, sin dudas, y el número de barracas, perdón, albergues o centros comunitarios que han proliferado en varios municipios lo demuestran. Las berries en 10 meses ya producen, el mezcal tarda 8 años para ser útil. Pero el precio para producirlas está resultando más caro de lo que los que aquí vivimos lo merecemos, el uso de plaguicidas y plástico y la pérdida de agua, son subsidios muy altos que el pueblo mexicano da, con el visto bueno del gobierno, para que al final de cuentas el producto obtenido satisfaga el gusto y las barrigas de nuestros vecinos del norte. 

Comments

comments