El respeto al derecho ajeno, es la paz.

 Lourdes Romero

Son las 00.24 horas… pretendo descansar desde hace mas de dos horas, situación casi imposible al estar prácticamente forzada a escuchar música en alto volumen, en genero musical desagradable para mí y más en estos momentos que deseo dormir después de un pesado día de trabajo… mis vecinos, como si no importara la tranquilidad y descanso de los demás, como si vivieran solos en un gran terrero; festejan al por mayor olvidando que con sus risas, conversaciones con palabras altisonantes y música (si así se le puede llamar) molestan y le faltan el respeto a los demás. Llamo a Seguridad Publica quienes amablemente me dicen que después de las 00.00 horas, ya no se puede tener música en alto volumen para no afectar a los demás… mandaran una patrulla para ver qué pasa… espero sea pronto y que los festejados acaten las indicaciones de la autoridad. Son las 01.35, no sé si ya enviaron a alguien, pero siguen las risas, la música… ¿y nuestro derecho a descanso y tranquilidad? Somos mas familias con niños y trabajadores que solo queremos descansar… pero parece que esto no importa.

Después del desvelo involuntario, me dirijo al trabajo y me encuentro una calle cerrada, con toldo y una veintena de sillas (solas) parece ser un velorio … (no hay nadie, no se escuchan rezos) Un solitario velorio… De repente, otro vehículo al igual que yo se encuentra en el “callejón sin salida” por un velorio donde solo se encuentran por mucho 5 personas, pero el cierre de calle “es justificado” ¿por quién o para quién? ¿Y nuestro derecho a libre tránsito? Decido ir por otras calles y para sorpresa otra calle cerrada con motivo de una fiesta infantil, bueno que más puede pasar… motociclistas sin casco y en sentido contrario, etc. Creo que ya me acostumbré, lamentablemente.

En el marco de la celebración por el natalicio de Don Benito Juárez y recordando su frase “el derecho al respeto ajeno es la paz”, es cuestionable que en la existencia de leyes, normas y reglamentos que regulan la convivencia y velan por los derechos de todos, no se comprende porque no se respetan o se vigila el cumplimiento de los mismos. Recuerdo que el saludo a los mayores, el respeto a los maestros, etc. Son algunos de las actitudes o valores enseñados de nuestros padres y abuelos, pero si los padres y abuelos de hoy desconocen lo que es la cortesía, el respeto a la moral o ignoran los valores universales o son analfabetas de las reglas básicas de convivencia y con una autoridad permisible, es esperado que mas de alguna vez, mis derechos de tranquilidad, paz y libre tránsito como otros más, sigan siendo violados a la vista de la autoridad y de otros que como yo esperan algún día que se pueda pronunciar y cumplir en toda la extensión de la palabra: “el derecho al respeto ajeno es la paz”.

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