CORRUPCIÓN, GOBIERNO Y CIUDADANÍA
Gilberto Uribe Gaytan
La falta de transparencia y honestidad en el ejercicio de la función pública, no es patente de ningún partido político; es una debilidad humana inherente al ciudadano de cualquier militancia partidista.
MÉXICO VIVE EN LA ALTERNANCIA PARTIDISTA y hemos tenido gobiernos de todos los colores en los diferentes Estados de la República mexicana y tristemente seguimos viendo la presencia de uso indebido de recursos públicos. No hay partido político que se salve de este flagelo y mal nacional. Los corruptos de hoy, son los gobernantes de ayer y los juzgadores actuales serán los corruptos del mañana.
Las malas mañas y los actos deshonestos en nuestra vida cotidiana es un deporte nacional que lo llevamos a todas actividades económicas de la sociedad, es una cultura que no hemos podido erradicar desde los tiempos en que los españoles nos colonizaron. Participamos en ella quienes al cometer una infracción de tránsito y para evitar el burocratismo le damos una mochada al agente con tal de ahorrarnos un poco de tiempo, quienes siendo comerciantes calibramos básculas para dar kilos de 900 gramos, quienes sabemos de un gobernante corrupto y no lo denunciamos por indolencia o por temor a represalias.
EL hecho de enterarnos de actos escandalosos de corrupción de nuestros gobernantes con dinero público nos lleva al hastío y trae consigo un desanimo ciudadano que en nada beneficia al desarrollo del país. Pues sentimos que nuestros impuestos son utilizados en beneficio personal de quienes detentan el poder y por lo tanto nos vemos inhibidos para sumar al progreso que necesitamos.
Chorreamos corrupción por todos lados y se lanza excremento y se prende el ventilador la gran mayoría salimos salpicados. No es suficiente estar contra el gobierno para ser impolutos ni presentarse como candidato ciudadano cuando ya se ha militado en todos los existentes y se ha succionado a todos ellos de militantes y recursos materiales y financieros, pues en su momento hicieron campaña con el patrimonio de quien los cobijó. Ahora en un acto de corrupción política orondo y ufano nos presentamos como gente sin partido.
Queremos un país con LIBERTAD, CON ORDEN, CON COMPASIÓN SOCIAL, MERCADO LIBRE, CON LIDERES MODERNOS EFICIENTES Y TRANSPARENTES lo cual no será sencillo, pero con que logremos los estándares mundiales de corrupción será señal de que avanzamos.