Los Seguros del Sexenio.

Por Pedro Vargas Avalos.

La Cámara de Diputados aprobó el 18 de marzo, cual si fuera homenaje a Lázaro Cárdenas por aquello de haber expropiado el petróleo en un día como ese, el seguro de desempleo y la denominada pensión universal.

Sobre la pensión universal, que se asegura pasará a la Ley Suprema Nacional para que sea un derecho constitucional de los mexicanos, mucho se ha dicho. Viene a ser el apoyo que en el DF implementó hace años el entonces gobernador de la capital azteca,  el señor Andrés Manuel López Obrador. Como se aseguraba que aquella medida tenía fines electoreros, fue muy criticado y siempre se le hacían bromas y puyas porque lo apoyaban “sus viejitos”.

 Luego los panistas, viendo lo justo o lo útil de aquella acción,  la recogieron y la aplicaron en  la república. Ni tardos ni perezosos, los tricolores ahora que son gobierno nacional, y secundado por las entidades donde gobiernan, corrigieron y aumentaron las ayudas a la tercera edad. Ahora  la llevan a ser pensión universal y  conforme a lo que han dicho, muy pronto  será derecho constitucional.

Lo anterior no puede menos que merecer aplausos, porque ayudar a los mexicanos que han sobrepasado los 65 años, y que estén en necesidad, es más que justo. Ciertamente la suma que se les proporcionará suena casi ridícula, pues será de 580 pesos mensuales; pero por algo se empieza y esperamos que realmente se llegue a la cantidad de 1,092 pesos al mes, que según cálculos hechos al respecto, se  tiene como meta.

El otro seguro,  es el del desempleo, que en muchos países ya opera y en el nuestro apenas entrará en vigor. En cierta manera es una promesa de Peña Nieto, ahora a punto de cristalizar.  Pero de acuerdo a conocedores de la materia, trae el grave defecto de que se cubrirá con fondos de los mismos trabajadores, vía lo ahorrado en el INFONAVIT.

La cuestión es que se había planteado en las campañas electorales, que se pagaría ese seguro con recursos fiscales y no con los propios de los asalariados. Los defensores de la medida tal como se aprobó, declaran que no será gravoso para los afiliados al Infonavit y que sus derechos siguen intocables; los que los critican manifiestan que al fondearse con esos dineros ahorrados, se les está menguando su  patrimonio y su futuro.

Como quiera que sea, es indudable que viene a ser un avance social este seguro de desempleo. Ahora debemos confiar o mejor dicho esperar, (porque con nuestros políticos y funcionarios, en tratándose de dinero, no es posible confiar) que se manejen con transparencia y eficacia, para que realmente tanto la pensión universal como el seguro de desempleo, cumplan su función social.

Estos no son los seguros del sexenio; los realmente seguros, son los que ahora cobran como funcionarios, diputados, senadores y en general “servidores públicos” de rango alto. Estos si que están asegurados hasta las cuarta o quinta generación, sino véase lo que gana un ministro de la Corte de Justicia: en un solo mes se embolsan lo que un asalariado ganará en dos o tres años. Estos si son privilegiados y seguros beneficiarios del sistema y desde luego, del sexenio.

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