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UN PLEITO DE CALLEJÓN: ALFARO VS PADILLA.

Por Pedro Vargas Avalos.

Desde hace varios años, a partir de que el ahora gobernador de Jalisco se salió de las filas priístas (2005), se resintió una especie de frialdad del entonces regidor del ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga, con la dirigencia de la Universidad de Guadalajara. Luego, como perredista, fue diputado local (2007) y esa diferencia frente al indiscutido líder de la Universidad de Guadalajara desde hace 33 años, el célebre “Licenciado” como suele identificarse al exrector Raúl Padilla López, se incrementó.

Tras pasar por la presidencia municipal (2009-2012) del cercano Tlajomulco de Zúñiga, donde por cierto se reconoce hizo buen gobierno, aunque recibió muchas críticas como cuando viajó (2011) a Cuba en un avión, cuyo presunto dueño (Francisco Jaime Madrid Sánchez) tenía antecedentes de narcotráfico, Alfaro saltó a la candidatura para gobernar el Estado, (2012) no sin antes ensancharse los  rumores de su contienda contra el grupo padillista: En la opinión de la revista Proceso esas diferencias se dieron “en medio de una encarnizada lucha por el control del PRD entre el Grupo Universidad” (Raúl Vargas, visible impugnador de Alfaro, y diputado alineado a Padilla), y el Colectivo Sol Naciente, que apoyaba a Alfaro. Este renunció al perredismo y en marzo de 2012, fue postulado a la gubernatura del Estado por Movimiento Ciudadano (MC), partido del que propiamente se adueñó, aunque decía que no estaba afiliado a ningún instituto partidista.

En los comicios de julio de 2012, perdió la gubernatura ante el aspirante tricolor Aristóteles Sandoval (QEPD). Sin embargo, en 2015 se repuso de aquella derrota, y como abanderado de MC, arribó al cargo de primer regidor del Ayuntamiento tapatío, iniciando su mandato como presidente municipal el 1 de octubre de ese año. Uno de sus principios, que era concluir su periodo, no se cumplió porque en diciembre de 2017 dejó su cargo de alcalde para procurar la gubernatura jalisciense por segunda vez. En esta ocasión, con un alfarismo bien organizado y se dice, que habiendo logrado un pacto con el grupo del “Licenciado”, se alzó con la victoria en las elecciones de 2018. Y desde entonces, poco a poco, se fortaleció como carta fuerte emecista, a la par que otra vez se fue distanciando del exrector Padilla. Y de nueva cuenta afloró el forcejeo entre ambos.   

Esa situación, penosa para Jalisco, tuvo una especie de primer round hace meses, y aunque durante la pandemia pareció que se atenuó, lo cierto es que con motivo del retiro de una cantidad destinada a un museo del centro cultural universitario (140 millones de pesos) y que el Ejecutivo reencausó hacia un hospital -también universitario- en Tonalá, se enfrascaron ambos contendientes en un litigio, mismo que hace poco la Suprema Corte falló a favor del gobernador. Claro que el hábil “licenciado” generalmente, nunca figura en primera persona, sino que por él y el grupo que domina la Máxima Casa de Estudios, hablan desde el Rector hasta diversos funcionarios o líderes ligados a la universidad.

En días pasados (martes 17 de mayo), prosiguiendo esa especie de contienda, el Rector General, Ricardo Villanueva Lomelí, encabezó una marcha (dicen que es la número 93 y que la anterior megamarcha fue en 2010 contra Emilio González Márquez) para exigir respeto a la autonomía universitaria, presupuesto justo y la restitución de los 140 millones de pesos que el gobernador Enrique Alfaro, asegura, quitó de manera ilícita. Y estando afuera de Casa Jalisco, convocó a la comunidad universitaria y a todos los habitantes, a efecto de que el 26 de mayo, realizaran la marcha más grande en la historia de la Entidad, para alcanzar aquellos objetivos y no “permitir que el primer mandatario haga lo que le plazca con el recurso de los jaliscienses”.

El martes 24 apareció en diarios locales, un desplegado firmado por el presidente de la mesa directiva del Congreso estatal (José Ma. Martínez, expanista, político controvertido y ahora ¡coordinador de la fracción de MORENA!), el gobernador Alfaro y el magistrado Daniel Espinosa Licón, alfarista que preside al Poder Judicial. El título del manifiesto es ilustrativo: ¡Ya Basta! Y dice entre otras cosas, que “desde hace mas de tres décadas el grupo político que controla la universidad de Guadalajara ha distorsionado el concepto de autonomía para justificar todo tipo de abusos.”

En ese escrito, aclaran los firmantes, que la autonomía se refiere a la cátedra y el conocimiento, y como la Suprema Corte lo establece, no está por encima de los Poderes Públicos y el marco constitucional. También les recuerda a los universitarios, que la Casa de Estudios es un ente del Gobierno del Estado, su presupuesto lo aprueba el Congreso y es regulado en su área de competencia por el poder judicial. Y enseguida le echa en cara al actual Rector, que cuando fue secretario de finanzas en el sexenio anterior, nunca autorizó los respaldos económicos que ahora se han otorgado a la universidad: más del 56% de lo destinado en ese período para infraestructura.

Lo que ambicionan los marchistas, declaran los firmantes, es recuperar las cuotas de poder que tenían, así como desestabilizar y someter a las instituciones del Estado. En consecuencia, no es admisible que engañen a la comunidad, diciendo defienden el presupuesto universitario, pues lo que quieren es preservar los intereses de su grupo político. Y tras reiterar que “ningún individuo, autoridad o grupo de personas pueden adueñarse de una institución pública, de sus integrantes o de los recursos públicos que recibe” , porque la Casa de Estudios no es partido político, ni agencia de colocaciones, le advierten, evidentemente al “licenciado” y adláteres: “Los tres poderes Públicos de Jalisco no vamos a permitir que quienes han secuestrado a la Universidad de Guadalajara pongan en riesgo el legado de Fray Antonio Alcalde, el futuro de las nuevas generaciones y la estabilidad de nuestro Estado. YA BASTA”. (Mural, 24-V-22).

Integrantes del Consejo Estatal de Movimiento Ciudadano (MC) acordaron dar respaldo y solidarizarse con el gobernador de Jalisco ante esa disputa con la Universidad de Guadalajara (UdeG). Los emecistas se pronunciaron en contra de lo que calificaron como chantajes del grupo que controla la casa de estudios. (El lnformador, 22-V-2022). Al respecto, Villanueva Lomelí, afirmó: “Iniciaron una guerra contra la UdeG por levantar la voz por la violencia desmedida que hay en todo Jalisco, por indignarnos ante los desaparecidos y solidarizarnos con sus familias, por ser una voz crítica ante temas como el agua, la desigualdad o cualquier injusticia. Y por esta razón, nos quitaron 140 millones de pesos de la manera más burda e ilegal (para el Museo de Ciencias Ambientales), como nunca se había hecho”. (El Informador, 25 V 022).

La anunciada megamarcha se llevaría a cabo, previamente el Rector ofreció disculpas por las molestias que causarían, puntualizando que el gobierno los obstruía; el 24 de mayo, hizo responsable al gobernador de lo que le pasara a él y su familia. En el ínterin, se registraron incidentes que no pasan del anecdotario, como protestas contra los funcionarios de ambos bandos y hasta (aprovechando la pandemia) en el jaleo, lucir máscaras y pasamontañas. El 26, hubo mantas de todos los colores, y según los organizadores asistieron mas de cien mil personas (estudiantes, empleados y profesores), aunque la autoridad admitió solo la mitad de la cifra. El móvil lo subrayaron los marchistas: ante la cerrazón sin límites por parte de Enrique Alfaro, la institución no puede quedarse callada, ni los habitantes del estado tienen que pagar las consecuencias de los malos gobernantes. (Radio UdeG, Noticias, 17 y 26-V-022).

Comenta Jaime Barrera, que, debido a los antecedentes entre Alfaro y Padilla, que incluyen el mal trato que recibió el padre de aquél (Enrique Javier Alfaro A.) lo cual ocasionó que el gobernador terminara sus estudios en otra institución, “Queda claro, pues, que la de Alfaro y Padilla ha sido una relación pendular, de encuentros y desencuentros según la coyuntura política que beneficie a sus intereses y proyectos personales y de grupo”.(El Inf. 25-V-022) Por su parte, la diputada por “Hagamos” (padillista) Mara Robles, hija de un médico, notable luchador social (Joel Robles, de grata memoria), sostiene: el pleito terminaría, si el mandatario deja de condicionar “el presupuesto universitario a que se deje de criticar al gobierno”.

Conforme la visión del distinguido periodista Pedro Mellado, (Video Columna y Los Periodistas, 21 y 26- V- 022) al margen de los antecedentes de desavenencias y pactos entre Alfaro y Padilla, a éste le cortó aquél los veneros para el faraónico Centro Cultural Universitario -que ya se acerca a los cinco mil millones de pesos de inversión, donde está el Museo de Ciencias Ambientales, aparente manzana de la discordia-, lo que resquebrajó sus relaciones. Por ello, dice el aludido comentarista sobre este pleito de callejón: “dos políticos tan ambiciosos, inevitablemente tenían que chocar. La gran duda en esta disputa del poder en Jalisco, es quien entregará a quien, y finalmente, cual de los dos liderazgos logrará el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien será el fiel de la balanza”.

Agroecología densa y sabrosa 

Por: Veronica Villa

El fin de semana pasado se celebró en El Limón el Tercer festival de semillas y frutas nativas, con dos días de intercambios de semillas, venta de conservas, salsas, guisos, dulces, bebidas, cosméticos naturales, artesanías y herramientas; talleres para preparar compostas, soluciones nutritivas para los suelos y reproducción de microorganismos benéficos. Pláticas sobre los problemas del campo, el agua, la ganadería, la comercialización de la producción local y cuestiones que se pueden proponer a las autoridades para que la agroecología se vuelva verdadera política pública.

El Limón, en el sur de Jalisco, fue declarado el primer municipio agroecológico del país en mayo de 2021. Los habitantes decidieron formalizar la agroecología en sus leyes para asegurar la vida de sus niños y niñas, ante el horror que sufren las familias en El Mentidero, comunidad próxima, donde números abrumadores de adolescentes presentan pesticidas en sangre y orina, y muchos están perdiendo sus riñones.1 En el Limón, el Grullo y Autlán, municipios colindantes, cada vez más gente se organiza para renunciar al uso de agrotóxicos y aprender a restaurar los suelos envenenados por décadas de fertilizantes sintéticos, insecticidas y monocultivos. Tienen la certeza de que nadie puede hacer ese esfuerzo en soledad, mucho menos en el estado que presume de ser “el gigante agroalimentario de México”.

Cuentan los organizadores (el Grupo de Agricultura Orgánica de la Ciénega, el municipio de El Limón y el Colectivo por la Autonomía) que la expectativa por el Tercer festival de semillas y frutas nativas creció de forma imparable las últimas semanas. Cientos de personas de todo el estado confirmaron a último minuto, y las familias limonenses tuvieron que reorganizarse varias veces para recibir a los asistentes en casas y en el área de campamento.

La agroecología en México se ha vuelto un tema caliente. Ante la Organización de Naciones Unidas, México, India y Senegal son ejemplo de agroecología porque son países con una enorme población campesina que sigue produciendo vastas cantidades de alimentos sin destruir los territorios. No es por los programas de los gobiernos, sino pese a ellos.

¿Qué es entonces la agroecología? “Es como un regreso a la vida campesina, a celebrar la milpa, a guardar las mejores semillas, a sembrar limpio, a lo que era la agricultura antes de la Revolución Verde. Como ha habido tanta destrucción, la agroecología también significa volver a aprender y recuperar lo que ya sabíamos”, cuentan los organizadores del festival.

Los magnates de la agricultura quieren definir la agroecología como una serie de recetas tiesas para “sembrar mejor”. Si una corporación utiliza fertilizantes etiquetados como naturales, ya puede considerarse agroecológica, sin importar que las comunidades mejoren sus vidas. Sin importar si el bosque, la cuenca o la montaña siguen siendo devastados. Muchos nuevos empresarios agrícolas se montan en la agroecología y con el puro verbo consiguen prestigio y subsidios. Y hay otros extremos: en Ecuador, un programa para que la palma de aceite se cultive con máquinas, sin que los campesinos participen, se llama “cultivo agroecológico de la palma”, sin que importe que las máquinas dejen una cauda de desempleo, que la palma de aceite esté desplazando comunidades y otras especies y que su producto final se use para freír la comida chatarra.2

Más allá de las definiciones formales y las grillas por financiamientos, cada vez más gente quiere sembrar sin destruir y sin agroquímicos, que además cuestan mucho dinero. Es un movimiento que también surge para asegurar que vivan las generaciones futuras. Que sus riñones no se echen a perder. Que las pandemias no nos agarren llenos de “comorbilidades”. Y para que siempre haya campo, naturaleza y comida.

Quienes ven en la alimentación y la salud un mero negocio, quieren una agroeocología sin historia, sin pueblos y sin lucha por los territorios. Dejarla en recetas. Pero son las comunidades campesinas quienes definen la agroecología verdadera, como en El Limón.

El festival estuvo consagrado a las niñas y los niños. Toda la región está volcada hacia ellos, para que su perspectiva de la vida incluya el campo y para que logren crecer sanos. Se discutió la Reconfiguración agroecológica alimentaria y de salud para prevenir daños renales y neurocognitivos en niñas y niños por la exposición a pesticidas, proyecto que considera crucial la alimentación limpia, producida en huertos familiares y comunitarios, para evitar los daños por los agrotóxicos de la agricultura industrial.3

Niños y niñas guiaron recorridos por las parcelas escolares, jovencitas mostraron cómo reproducir hortalizas con semillas y esquejes, y enseñaron a medir la humedad, la viabilidad de la germinación y pureza de las semillas. Estudiantes de prepa montaron talleres para enseñar a los más jóvenes botánica, taxonomía y herbolaria. Para los chiquititos, premios por reconocer semillas de cultivos y plantas locales.

LOS ENTERRADORES DEL PRI.

Por Pedro Vargas Avalos

Desde hace buen tiempo se ha escuchado que el Partido Revolucionario Institucional, desaparecerá, debido a su desprestigio y sus magros logros electorales. Cuando el parlanchín Vicente Fox llegó (año 2000) a la presidencia de la república, mucha gente creyó que ese final se había acercado. Pero como casi todo lo que hace ese ex conserje de la empresa mayoritaria de refrescos de cola, son estropicios, con su lamentable actuar más bien resucitó al tricolor.

Cuando el año 2018, tras el podrido gobierno de Peña Nieto, se consideró que el priismo no levantaría electoralmente, al comentar las elecciones de Tamaulipas y las pésimas maniobras del dirigente del PRI estatal, (Sergio “checo” Guajardo) muy similares a como se operó nacionalmente, se afirmó que sus dirigentes habían cavado la tumba priista. (CNT, 8-II-2018).

Luego del repaso que el pueblo les dio a panistas, perredistas y tricolores hace tres años, el panorama se tornó todavía más sombrío para el antiguo partido hegemónico.

Luego vinieron las votaciones de junio de 2021, intermedias entre las jornadas en que se elige funcionarios federales, incluyendo al presidente de la república. En tal ocasión, no pudieron ser peor los resultados, para los integrantes de la oposición bajo la divisa de “Va por México”, los cuales fueron derrotados en líneas generales. Pero los tricolores lo fueron de forma más tremenda, pues perdieron todas las gubernaturas que se renovaron, incluyendo Campeche, donde con descaro, el líder del priísmo nacional quiso imponer a un sobrino (Christian Castro Bello) quien, evidentemente, le cubriría las trapacerías que cometió su tío. En consecuencia, hubo protestas de los correligionarios: “Eres una vergüenza para el PRI, Alito. ¡Renuncia!”, se leía en las pancartas que esos descontentos priístas mostraron afuera del edificio del tricolor, como parte de sus movilizaciones.

En días pasados, analizando los inminentes comicios de junio de este año de 2022, en que se renovarán ejecutivos de seis Estados, atestiguó el destacado periodista Jorge Meléndez Preciado, que el otrora gran partidazo, “se podría quedar sin gubernaturas, y eso hunde a cualquiera”.

De Campeche han surgido ciertas grabaciones que se atribuyen al actual dirigente nacional priísta, quien, como ya lo anotamos, fue “desgobernador” de esa Entidad federativa. Tras difundirse masivamente dichos audios, en que una voz que se escucha se asegura es la del presidente nacional priísta (Alejandro Moreno, Alito) nos damos cuenta de que el señor exigía moches, además de otros tipos de “apoyos” ilícitos, para ganar elecciones. Al respecto, el cercano 5 de mayo, escribió Citlalli Hernández, secretaria general del morenismo nacional, a través de su cuenta oficial de Twitter: “Es gracias a estas prácticas corruptas que @alitomorenoc será recordado como el sepulturero del PRI nacional”. 

En las condiciones actuales, hasta exdirigentes nacionales priístas, y no pocos exgobernantes, manifiestan su temor de que su añejo gran organismo, ahora sea catalogado como un partido de la chiquillada, término despectivo usado para describir a los institutos políticos que casi son de puro membrete, rol que actualmente ya ostenta el PRD de los “chuchos”.

Un paso muy criticado, fue la unión del priismo con el panismo. Ambos eran adversarios tradicionales, y quien lo dijera, ahora están hermanados por los dirigentes de la derecha mexicana, que encarna Claudio X. González. Sobre eso, sorprende escuchar a Humberto Moreira, el expresidente tricolor que expresó con tristeza: “Eran nuestros enemigos históricos, y ahora uno los ve de la mano…”

Pero según el comentarista Gerardo Hernández del medio digital “Zócalo”, hace seis meses insistió que un sepulturero del PRI sería Rubén Moreira, al que define como sujeto “megalómano y oportunista de toda la vida”. Para decir eso, asevera que en Coahuila, la cuna del Apóstol de la democracia, D. Francisco I. Madero, Moreira (Rubén) sepultó a la democracia; luego agrega: el coahuilense Manuel Pérez Treviño, fue legendario líder del PNR, raíz del triunfador PRI, institución del que ahora será (el susodicho Rubén) malhadado sepulturero. Y resulta que tal señor es el segundo de Alito, por lo que éste tiene un excelente colaborador para tan macabra tarea.

Pero el inefable Moreno Cárdenas, no oye y menos hace caso, de lo que le adjudican sus críticos -dentro de su mismo instituto- y por el contrario, sostiene que aun cuando las encuestas proyectan nueva debacle para sus dirigidos, “un partido político no se mide por el número de gubernaturas” que tenga, y en cuanto a su presidencia, no renunciará porque fue electo para un período de cuatro años (2019-2023). (Diario 24 horas, 20-V-2022). En tal postura, tiene el ostensible respaldo de su tapadera, la secretaria general del priísmo (Alma Carolina Viggiano Austria, ahora candidata a la gubernatura de Hidalgo, destapada por ¡el PAN!), esposa del señor Rubén Moreira.

Así pues, de acuerdo a Álvaro Delgado, “Alito” será el presidente priísta más perdedor de toda la historia política del país, galardón negativo para cualquier adalid de organización política. Por todo lo anterior, escribió en junio del año pasado, Israel Mendoza Pérez, (del portal “Dominio Público”), sobre este exgobernador de Campeche:  En el momento de armar una alianza con las dos históricas fuerzas rivales, PAN y PRD, e imponer candidatos que responden a sus designios e intereses, factores en alto porcentaje causa de las derrotas del en otros tiempos partido aplanadora, lo único que Alejandro Moreno Cárdenas ha logrado, ni duda cabe, es convertirse en virtual sepulturero del PRI.

LAS ENCUESTAS POLITICAS Y SU UTILIDAD.

Por Pedro Vargas Avalos.

En los tiempos presentes, las investigaciones denominadas “encuestas” están de moda. En nuestro país realmente llegaron tarde, especialmente en el renglón político-electoral. Humorísticamente, los mexicanos solíamos decir: para que preguntar quien ganaría en una contienda electoral, si desde que se sabía quien era el candidato del partido todopoderoso, (Partido Revolucionario Institucional, PRI) en esa época casi único, todo mundo vislumbraba que ese aspirante sería el triunfador. Por ello incluso, los ciudadanos manifestaban que votar no servía de nada, pues el ganador de la elección, chueco o derecho, sería quien fuese postulado por el partidazo (PRI).

La centuria pasada, se desarrollan e intensifican mundialmente los estudios “demoscópicos”. Esta palabra deriva de la voz “demoscopia”, la cual proviene del griego “demos” (pueblo) y “skopeo” (ver, examinar) y el sufijo “ia”. Así pues, nos dice el diccionario: “demoscopia” es la disciplina de la ciencia política y de la sociología dedicada al estudio de la opinión pública. En resumen, es un sistema para estudiar sentires, aficiones y comportamiento humanos a través de sondeos de opinión. 

En México inician estas prácticas a fines del siglo XX, sin embargo, fue hasta un escrutinio realizado en 1988, con motivo de los comicios presidenciales de ese año, que se dice arrancan realmente los estudios serios en la materia. Recordemos que, en esas elecciones se “cayó el sistema”, y con el estigma de fraude electoral, triunfó el priista Carlos Salinas de Gortari, prototipo del neoliberalismo y por lustros, censurado como el “villano favorito” de los mexicanos.

A partir de entonces, se incrementaron los ensayos demoscópicos en el medio nacional. Desde luego que cuando se trata de elegir titulares del poder ejecutivo, los procesos son más llamativos para el pueblo. A los ciudadanos les importan las opiniones de los posibles votantes, cuando de comicios presidenciales se trata; en segundo lugar lo relativo a elecciones de gobernadores y finalmente de alcaldes. Senadores, diputados (federales o locales) y regidores, tienen mucho menos valor para el gran público.

Actualmente estamos inmersos en los comicios para elegir, en seis entidades federativas, entre otros cargos, el de sus gobernadores. En consecuencia, los sondeos de opinión están a la orden del día. Esto hace que se vean con la reserva del caso, pues lamentablemente, a la par que proliferan tales investigaciones, se resienten irregularidades que acusan a ciertas encuestas como “cuchareadas”, es decir, hechas amañadamente, con el torcido objeto de favorecer por empeños tortuosos a funcionarios, partido o candidatos.

Teniendo en cuenta lo anterior, es de sumo interés la información publicada el pasado día diez de mayo, por el periódico Reforma y sus hermanos (El Norte de Monterrey y Mural de Guadalajara). Ya se sabe que dichos diarios, por lo general son impugnadores de la Cuatro T y del primer mandatario federal, por lo que cobra especial sentido lo que informa dicho sodeo.

Sobre Andrés Manuel López Obrador, se informa que subió su aprobación cuatro puntos. Según el estudio, el 62% de los interrogados aprueba la manera en que el presidente ejerce su encargo, mientras que afronta un rechazo del 32%. Estos números lo sitúan al mismo nivel que el año anterior: El renglón mejor evaluado es el de líneas sociales, en tanto que la seguridad es el área en que tiene menor calificación. Sobre este tema, como referencia podemos citar que esa cifra de AMLO, es superior a la aprobación que tuvieron durante igual lapso, los expresidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quienes destinaban enormes sumas para tener contentos a comentócratas y dueños de medios, especialmente en la capital de la nación; esos “apoyos” se suprimieron y en consecuencia, todos ellos, hoy están muy descontentos con el Presidente.

Otro de los grandes asuntos que atraen la atención de los mexicanos, es la sucesión presidencial. Aunque algo lejanos aún (será en 2024) es tema preferencial. Al respecto, nos dice el estudio a que nos referimos, que la carrera la encabeza el canciller Marcelo Ebrard, quien obtiene un puntaje de 34 por ciento, seguido por la gobernadora de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum, con porcentaje de 33, o sea, apenas un punto abajo, aunque anotamos que dentro de MORENA la mandamás de la capital tiene 34 por ciento ante un 26% del canciller. Sorpresivamente, el estudio le da un 26% al joven alcalde de la Sultana del Norte, Luis Donaldo Colosio Riojas, a quien lo que más le vale es el apellido paterno, junto el hecho de que el examen se realizó por regiomontanos. Muy atrás figuran personajes como Margarita Zavala con 14%, Ricardo Anaya el 13% y Ricardo Monreal apenas con el 11%.

Por lo que ve a partidos políticos, si la elección fuese en este mes, la ventaja para los morenistas es muy clara, pues el 47% los apoya, mientras que los panistas solo tienen el 19 por ciento y los priístas llegan al 18; muy atrás esta Movimiento Ciudadano, con raquítico porcentaje de seis y de otros partidos con registro, la verdad que ni se les menciona. Muy interesante es la pregunta de ¿por cual partido nunca votaría?, y la respuesta es contundente: el 45% dice que, por el PRI, jamás sufragaría.

Otro ámbito que reviste trascendencia, es el de los gobernadores en los seis Estados en que se renueva el poder ejecutivo local. Las ventajas evidentes para MORENA son en cuatro Entidades federativas, (Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo y Tamaulipas). Por lo que ve a Aguascalientes y Durango, con jerarcas blanquiazules, la pelea está cerrada con ventaja para el PAN, que la tenían muy amplia sobre los morenistas, pero se han cerrado los porcientos y esta situación  indica que, son factibles hubiese en tres semanas, números inusitados.

De Oaxaca no causa sorpresa la gran delantera de los seguidores del partido guinda y sus aliados, pues el Presidente ha beneficiado considerablemente a tal Estado, con visitas y programas sociales a los sectores pobres, que es la inmensa mayoría. Por ello, Salomón Jara Cruz de la alianza Juntos Haremos Historia, va en caballo de hacienda. De igual manera podemos hablar de Hidalgo, donde a pesar de la influyente priísta-panista, Carolina Viggiano (secretaria general del CEN tricolor) esposa del exgobernador de Coahuila, Rubén Moreira, el abanderado de la coalición morenista Julio Menchaca, tiene un tremendo 61%, frente al 32% de la prianista.

En Quintana Roo, la candidata de Morena, Mara Lezama, se coloca a la cabeza de las preferencias electorales, con 46.86 %, frente a un deprimido 13.6 de la aliancista Laura Fernández, y un más lejano aspirante de MC, José Luis Pech (senador morenista) con 12.6%; el PRI quiso competir por sí mismo, abanderando a Leslie Hendricks, quien obtiene escuálido 5.2%. Y si vemos por partido, Morena arrasa, con 48.83%, seguida por el PAN con modesto 7.63%, y eso que el todavía mandatario Joaquín González, es de su bando. Movimiento Ciudadano tiene 6.07% de las preferencias. El desangelado PRI, apenas recibe 4.28%. Los demás, mejor ni nombrarlos.

Tamaulipas es la Entidad en que su “gobernante”, en libertad gracias a varios amparos y gruesos deslices monetarios, Francisco García Cabeza de Vaca, hace hasta lo imposible para mantener su control; empero, parece no tendrá escapatoria y el candidato morenista, Américo Villarreal, saldrá avante, según todas las encuestas, salvo alguna “cuchareada” de firmas desconocidas, que aventuran va adelante el candidato prianista apodado “El Truko” (por algo será). Por lo que ve a Durango, gobernada por el panista José Rosas Aispuro, hoy por hoy, los sondeos mantienen a Esteban Villegas (prianista) y a Alma Marina Vitela (morenista) en un empate técnico, por lo que todo puede suceder. En Aguascalientes, María Teresa Jiménez, de “Va por Aguascalientes” (réplica estatal de Va por México) ha punteado invariablemente, por más que la morenista, Nora Ruvalcaba, remonta puntos y ya está 9 (46 contra 37 por ciento) debajo de aquella: si la “suspirante” del partido Verde y el PT, Marta Márquez, se sumara a ella, es verosímil la balanza sufra una voltereta.

En conclusión: las encuestas en el ramo político, son excelentes instrumentos para que el ciudadano sepa las tendencias, fortalezas y debilidades de gobernantes, candidatos y partidos. Pero reiteramos: habrán de evaluarse con cuidado, para evitar que estudios sesgados, nos hagan adoptar decisiones incorrectas. En todo caso, tengamos presente que las encuestas no remplazan la inteligencia, ni tan siquiera los presentimientos y mucho menos las simpatías.