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Entrampado, al borde…

Leonel Michel Velasco

Entrampado, al borde…

Leonel Michel Velasco

Debo empezar a disculparme, pues mi conducción humana me puso en gran riesgo por no decir eminente; mi vida en apoyo de otras, como un llamado a la refriega ¡¡quién sabe nadar!!, me lance como un: león sin armadura, un soldado desarmado, un enamorado Quijote, un impulsivo suicida.

El once de febrero del 22, un día después de celebrar mi cumpleaños, en la playa Boca de Iguanas, a eso de las trece treinta horas, curando la resaca del día anterior, sobre la arena bajo sombra de una sombrilla, que de pronto te invita a moverte siguiendo su cobijo; con despejado cielo húmedo en salada brisa, relajado escuchando el runruneo y observando el vaivén de las olas, entre chelas, tequila, botanas, platicas y alejamientos, distraídos o sumidos en no se que, eso solo cada quien. 

En eso, un grupito de angustiadas personas nos irrumpen dando fin al relax, preguntando, ¡quién sabe nadar! para pronto levante mi mano al tiempo que erguía mi cuerpo, mirando a la chica que pregunto y, el grupito al unísono exclamaron ¡se andan ahogando, se andan ahogando!, al tiempo que apuntaban su vista con su índice; ni voltee a mirar a mi familia, solo medio escuche tras mis orejas a mi hermana que bien me conoce, diciendo ¡no vayas, no te arriesgues!, corrí al encuentro de un destino incierto, con la seguridad de ser un buen nadador sobre todo en ríos y arroyos. 

¡El tiempo apremia!, no lo hay ni para pensar, cuando así reaccioné ya era tarde; solo pensé, espero mi muchacho no haga lo mismo que yo, paré de nadar tratando de mirarlo, para advertirle que se trajera con que flotar, al parecer fue providencial o telepatía, porque mi muchacho reflexiono a medio camino y al querer regresar por algún apoyo, se topo con una tabla de surf que corriente marina dificultaba su avance, mi muchacho la empujo, brincando el bache y acelerando el paso del crucial tiempo, el mar enfurecía como si  estuviera celosamente encabronado. En lo que la esperanza crecía, se aproximaba una amarilla tabla; esperanza más real, que la que yo pude brindar, como si preguntarán ¿quién juega ajedrez?, así me lance al reto, a la nada, donde el tiempo también cuenta.

La vida está en juego, expongo la mía con la posibilidad de salvar tres o sumarme; tras un leve dolor de estómago amenazando náuseas, consecuencia, creo, de botanas, tequila y la angustia, reflexioné mi imprudencia, cuando no soy un salvador, ni de almas y, menos de vidas, en ese momento tardíamente vacilé a escaso siete metros del llamado de ayuda y lastimosos, apremiantes, suplicios ¡ya no puedo más! Al darme cuenta que no podía hacer nada, quise retroceder quedando entrampado, me sumé a los náufragos y les invité a que flotarán como lo hacía yo, pues la desesperación era mucha, vinieron a mi mente las posibilidades de nadar hacía dentro, nadar sesgado…en fin, porque nadar hacia la playa en esos momentos resultaba imposible, (solo siendo un salmón o quizás con aletas o, algún lugareño que sepa mirar las corrientes y desde la playa te guíe y nada, el tiempo pasaba); impotente seguí escuchando el desesperado reclamo de AYUDA, respondiendo —floten, floten, de muertito— poniéndoles según yo la muestra; otra respuesta auxiliadora, ¡estoy igual que ustedes! no puedo hacer nada floten, varios tragos de sal, floten, la sensación de vomito no cedía, en eso gracias a Dios, se aproxima la amarilla tabla, siendo yo el más cercano, el de la tabla dudo, si desviarse escasos dos metros o seguir por los que más, lo necesitaban… y, yo yendo a su encuentro acortando distancia le grité, ¡te ayudo!, mi salvación, y sí ayudé, remamos en equilibrio acelerando el paso y de esa manera llegamos rápidamente; la fuerte agitación de mi respiración por boca y nariz no cesaba, para pronto nuestro Ángel Canadiense, con acento francés preguntó en buen español —¿quién ha tomado agua?—, me vio tan agitado que volteó a verme auscultando, señalándole con mi pulgar que me encontraba bien; se decide que el chaval de renovada esperanza el más afectado subiera a la tabla, nos disponíamos a ir por el otro, un poco mar adentro cuando llegó una rápida lancha de remo, todos le indicamos que no parara, que mirase la cabeza a escasos 15 m., siendo la lancha más ligera que la tabla, tuve la confianza de que el auxilio llegaría a tiempo, además el joven no se quejaba solo flotaba. 

Me olvide de la cabecita flotante, nos organizamos para salir ya con el joven más sosegado sobre la tabla, el canadiense en la cola de conductor, yo y el padre del muchacho a los lados, remando al unísono sin bajar el ritmo, así salimos, no sin antes romper una ola contra la tabla, revolcando a nuestro Ángel héroe, como si el mar se vengara, yo apenas si alcancé clavarme a la base de la ola, que también me dió una leve revolcada o zarandeada vivificante, tocando arena de boca iguanera. 

Ya de pie respiré tan hondo como pude, una y varias veces, como para sentirme más vivo. Espero vivificarme y agradecer cada hora de por vida, agradecer, respirar, hacer ejercicio y mantener una actitud mental positiva, por lo que resta.

Solo entonces el Ángel canadiense (a quien en ese momento tuve la oportunidad de agradecer,) y yo, nos percatamos en elevado montículo de arena, que la lancha de remo no había llegado a tiempo, por unos segundos la esperanza finalizó, se fue. La nuestra aún persistía esperando ver surgir la cabeza que algunos minutos la vimos tan de cerca. Posteriormente me mostraron un video del jovencito sano, sonriente, lleno de vida de escasos 20 años. 

Y gracias a quien no agradecí a la chica que me pidió auxilio, pues pues posteriormente me enteré que esta misma chica, encontró la tabla amarilla, la tabla de la esperanza, que un anciano cargó corriendo hacia la playa y ella preguntando — quién sabe manejarla —. 

Bien recuerdo que en el trayecto de salida con los náufragos, el padre del muchacho le dijo, — o eras tú o era él y, me decidí por ti—…, no pregunté nada, solo pensé que el otro también era su hijo, a lo que resultó haber sido un amigo que les acompañaba. Q.E.P.D.

Dos días después de mi cumpleaños, en apacible nublado y medio lloviznado amanecer ocultándose una luna casi llena del día 12, rondándome el luto del jovencito del día anterior, se me vino a la mente el hecho de que nunca me detuve a pensar, en quedarnos  en vez de dar vuelta a la tabla amarilla y, quedarnos, no tanto como espectadores, más bien apoyando con nuestra presencia, porque a lo mejor el joven no miró la lancha que se aproximaba, solo nuestro alejamiento, perdiendo toda esperanza…a lo mejor.)

En solitaria comunión, frente al mar, cabizbajo caminé a mi derecha por la playa divagando, de pronto no se si realmente lo vi o aluciné, a mi izquierda un alargado lanudo perrito blanco, por la orilla medio jugueteando con las olas y confundiéndose con la blanca espuma, que luego ante mi vista después de dos confundidas, por fin desapareció… solo reflexioné: ¿sería el espíritu buscando su cuerpo?, ¿realmente lo ví o fue un fugaz alucín? Continué caminando de frente, hacia las rocas de donde realmente vi salir un alargado blanco como vapor o nube en movimiento, que resultó ser un perrito que desapareció. Seguía entre meditando y divagando, al llegar a las rocas, me encontré con una cueva, dentro una virgen que de pronto no supe distinguir y algunas, recién apagadas humeantes veladoras, de guía almas al encuentro de la luz, sumándose a otras veladoras sin guía, sin humo.  

De regreso al campamento, ya olía a café y un pájaro carpintero picoteaba una palmera,  entre tomar fotos, sorbos de aromático café y la algarabía del recién llegado hijo mayor,  fueron despertando cabezas saliendo de las casitas sumándose al café, en circular plática de fresca y mojada mañana, el último en salir fue el hijo menor con su pareja quienes llegaron de madrugada.

Todos juntos y me dije ánimo, estamos aquí y no me lloran. GRACIAS Sr. por la dicha de tener a la familia reunida, junto con mi hermana todos con bien, en celebración de mi cumple; donde tu presencia Señor, fue ampliamente sentida. Y otro día me acompañaste y protegiste. Con el milagro de la vida.   

Una gran disculpa. 

A mi hija, quien al verme salir apresuró su abrazo, mi doceañera, que el solo pensar en la pérdida, se entristeció y los dientes apretó; le pregunte recordándole, cuándo andábamos buscando su estrella Sirio,  ¿si recordaba la perdida de su primer diente aguilotado?, entre lágrimas y entrecorta voz solo me dijo —hay apá— situación que aproveché para ahondar un poco más sobre el sentido de las perdidas, explicándole —así como a mi me tocó vivir la de tantos seres queridos desde mis cuatro abuelos, mis padres, primos, amigos y conocidos. Algo que es muy posible tendrás que afrontar. De manera evasiva me interrumpió, pidiéndome menos explicaciones. Lo entendí como ir más al grano sin rodeos. 

A mi señora, quien contactó a los encargados del lugar, pidiendo apoyo llena de angustia.

Posteriormente continúo protestando por la falta de señalamientos y adecuados apoyos;  a quién al llegar de mi naufragio, le dije — Aquí tienes, tu peor es nada— , mi padre así se refería con mi esposa, agregué — para que me dejaste ir —, entre su abrazo solo me dijo — menso — .

A mi hermana, con quien hace algún tiempo, renacimos en una curva del chorrillo rumbo a El Grullo, en mí VW (asunto de otra historia…), quien identificó a la virgen de Talpa con la foto en la cueva y me llevará a visitarle. 

A la pareja de mi segundo hijo, quien solidariamente vivió nuestra angustia y esperanza. 

A mis tres mosqueteros guerreros, a quienes la confianza les acompañó, pues su padre sabe flotar de muertito, horas flotando en olas de Melaque; así le contestaron por el celular a su madre, supongo para darle confianza en lo que sucedía el evento. 

De entre mis meditaciones post acontecimiento del día 11, recuerdo a mi abuelo Mariano, pues el 11 era su cumpleaños y, quien fue un excelente nadador con solo una pierna, flotaba por horas en olas embravecidas de Barra de Navidad, donde yo no me he atrevido. 

Así mismo las enseñanzas ejemplarizas de mi sabio carpintero padre, de pocas palabras, y característica calma, quien me enseñó a trabajar quien desde chico me llevaba a pescar al rio, nadar, sembrar la milpa, atender granja porcina, detener tablas y troncos frente a ruidosas y polvorientas maquinas estimuladoras de estornudos. 

Siendo uno de los pocos privilegiados que conocieron y convivieron con sus padres y sus cuatro abuelos, además de conocer y convivir con todos los tíos y hermanos, en la reflexión me llegó una ráfaga de acontecimientos vividos creando una serie de propósitos tales como: al despertar con profundas respiraciones agradecer al Señor, ser positivo y, no olvidar las respiraciones cada hora de por vida.

Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose. 

Julio Cortázar

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Bajando a todos los Santos 

Pilar Michel Velasco

! Leonel…! _ le grité con todas mis fuerzas, _ NO te arriesgues! _ .. y no me escuchó, pues el ruido de las olas chocando en la playa de ése mar embravecido no le dejaron oír; como un resorte se lanzó al agua con un gesto instintivo de prestar auxilio, y de una manera tan espontánea movido por una fuerza  mágica, sin pensarlo dos veces se lanzó a salvar a alguien que se ahoga.

Me quedé parada absolutamente inmóvil, como paralizada;  el recuerdo de esa escena me oprime todavía hoy la garganta. —El sabe nadar y flotar me dijo Gaby y corrió a buscar a los salvavidas y a Jesús—, Jesús llegó corriendo y me preguntó : —¿ Y mi papá?—.  con un dedo le señalé el horizonte, se lanzó al agua y ayudó a meter la tabla amarilla que el oleaje sacaba.

Yo solo alcanzaba a ver dos puntos negros que con el vaivén  de las olas aparecían y luego desaparecían hasta que de pronto alcancé a ver la tabla amarilla y a Leonel tomado de ella y remando con el brazos.  —Hasta entonces me bajó el alma al cuerpo, pude tragar saliva y se me fue disipando el miedo, un miedo terrible de que algo espantoso le fuera a pasar.

Las miradas de todos los que estábamos en la playa vagaban hechizadas a la expectativa, hasta que el mar arrojó de golpe la tabla con sus tripulantes.  —Leonel caminó hacia nosotros tambaleante y se dejó caer en una silla; callado con la respiración agitada y una  expresión de vencimiento y desesperación.  —¿Por qué no me detuvieron?—  nos dijo con la cara desencajada cómo nunca lo había visto.  —¿lo sacaron?— le pregunté, y movió la cabeza negativamente. Y la tristeza nos invadió por el resto del día.

Ya no vimos la puesta del sol, ya no vimos el firmamento porque por la noche una ligera llovizna se dejó de caer. Imposible dormir imaginando una y otra vez la situación vivida unas horas antes y la imagen de una chica corriendo desesperada por la playa que preguntaba : —¿Quién sabe nadar?  Quién sabe nadar?—  Y minutos más tarde la misma joven corriendo: —¿Quién sabe usar ésto? Quién sabe usar ésto?— seguida por un anciano cargando una tabla amarilla.

Mañana nos vamos a la playa, quiero ir otra vez a acampar, ver el firmamento, la puesta de sol… ¿vamos? — para entonces yo estaba leyendo por segunda vez la novela de Stefan Sweig «Veinticuatro horas en la vida de una mujer» . _ lo que vivimos ahí (porque finalmente fuí), fueron Veinticuatro horas en la vida de una familia, veinticuatro horas que no olvidaremos tan fácilmente ya que Gaby, Victoria, Jesús y Alex tendrán me imagino recuerdos similares .

De regreso a casa volví a retomar la novela en la página 52 donde Stefan narra las horas vividas llenas de impresionantes acontecimientos que vivió y que me animaron a escribir, aquí los narro sin lujo de detalles porque fueron muchos en tan solo 24 horas.

LA CRONICA JALISCIENSE CONTINÚA.

Por Pedro Vargas Avalos.

La crónica es una actividad que nos permite preservar, conocer y afirmar nuestra identidad.  Como tal, la historia se vivifica con los cronistas y estos a su vez, renuevan su labor y proyectan los valores culturales.

En Jalisco se desarrolló una intensa actividad de la crónica desde hace muchos años. Podemos afirmar que desde la conquista, con las cartas y testimonios que los conquistadores generaron, se inició tan importante labor entre nosotros. La divulgación de esos puntos de vista e informes, fueron reproducidos el siglo pasado gracias a la tenacidad de un cronista de feliz memoria: el licenciado José Luis Razo Zaragoza,  paisano nuestro nativo de La Barca y cronista tanto de su localidad natal como de la Perla Tapatía.

Recordamos que los más ameritados estudiosos de nuestros anales, fueron franciscanos: Fr. Antonio Tello, Fr. Francisco Mariano de Torres y Fr. Nicolás de Ornelas Mendoza y Valdivia; a ellos se sumó en tiempos recientes, Fr. Luis del Refugio  Palacio y Basave. Hoy por hoy, un sacerdote tapatío se ha sumado, d. Tomás de Híjar Ornelas.

En nuestra Perla tapatía,  tuvimos oficialmente el primer cronista en la persona de un notable jalisciense e historiador: Luis Páez Brotchie. Fue nombrado con motivo del Cuarto Centenario de la capital del estado, en 1941. Su libro “Jalisco, historia mínima”, que ha sido editado en uno o dos tomos, es todavía un volumen indispensable para estudiosos o sencillos amantes del pasado estatal.

Desde 1995, se creó la Asociación de Cronistas Municipales de Jalisco, un 23 de noviembre, razón por la cual se acordó que en tal fecha o en sus cercanías, debería de celebrarse una reunión con el título de Congreso. En él, se leen informes, presentan libros, se proponen actividades y toman decisiones para asegurar la vida institucional del organismo. Solo la terrible calamidad que aún agobia al mundo entero, la fatídica pandemia del Corona virus, impidió la continuidad de esas asambleas, precisamente al irse a celebrar la número 25. 

Pero esa epidemia solo es otro obstáculo para los cronistas, que están forjados con fibras resistentes e invencibles. Ahora han realizado ese XXV  Congreso, teniendo como sede, el bello teatro de Atequiza, en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillo, muy cerca de Chapala. Por cierto, en ese lugar en 1896, se filmaron tomas extraordinarias: jarabe tapatío, suertes charras, faenas típicas campiranas, etc. El cronista del lugar y el presidente municipal, unieron esfuerzos para recibir a una cincuentena de exponentes de la crónica de Jalisco. Y fue un éxito.

Para darnos cabal cuenta de lo que producen estos quijotescos promotores de nuestros valores culturales, daremos un vuelapájaro a la revista de El Cronista Municipal que con laudables esfuerzos publican. Iniciamos con la portada, que es una foto de esa joya arquitectónica que es el teatro de Atequiza. Rememora las fotos del inigualable fotógrafo nativo de esta población, Octaviano de la Mora, sobrino por cierto de la  tapatía Ignacia Resh o Reachy, que luchó contra la invasión francesa.

Luego leemos una biografía de un bachiller en artes y teología singular: Serafín García  Cárdenas, que siendo oriundo de Madrid,  estudió en La Habana, luego en San Ildefonso, y vino a ordenarse  presbítero en Durango. Estuvo en Bolaños, en Chapala de 1797 a 1800, y luego en Tala, hasta 1821. Fue electo en 1812 como diputado suplente a las Cortes de Cádiz, que produjeron la singular Constitución gaditana de 1812, de cuya significación hizo apología.

Carlos Boyzo, trata sabrosamente el tema de la visita de Porfirio Díaz, en 1896, cuando se inauguró el ferrocarril de Guadalajara hacia Ameca, y luego estuvo en Chapala, villa a la que solía acudir para descansar. De importante participación en esa región y el Estado, fue Manuel Cuesta Gallardo, de quien nos da cuenta José Chávez, cronista de Tlajomulco.

Del amor de Agustín Yáñez a Chapala, nos habla el poeta David Aréchiga Landeros. Y el cronista honorario de Atequiza, Francisco J. Michel Padilla, nos cuenta la historia de la Hacienda de ese lugar, que fuera opulenta finca propiedad de los Cuesta Gallardo.

Guillermo Tovar, cronista de Autlán de Navarro, la colonial de la Grana, nos habla de su paisano Alfonso Corona Blake, cimero cineasta mexicano. De la hacienda de La Calera, cercana de Guadalajara, se ocupa  José Octavio Guevara, coordinador de la crónica tlajomulca. Y para evocar los caminos de hierro, hace un buen trabajo el cronista de Etzatlán, Carlos Parra.

Otros personajes gloria de Jalisco, como Consuelito Velázquez o Juan José Arreola, son motivo de la correcta pluma del cronista zapotlense Fernando G. Castolo. Por su parte, Ignacio Gómez Zepeda de El Grullo, narra la interesante vida de Tarsicio Jiménez Romero, conocido como el “Mandamás del Mercado”, quien amasó una fortuna y ésta se diluyó entre envidias y dramas.

Como cada año, la publicación recoge la letra del Himno a Jalisco, pieza cívica que debe interpretarse en todo evento cívico, cultural o político, y que al parecer es olvidado por todos, empezando por los políticos.

Como puede comprenderse, los cronistas municipales jaliscienses, demuestran con hechos, que su amor por la cultura,  la proyección de nuestra historia local y el afán de servir a la comunidad, es patente y no decae. Son verdaderos misioneros y a veces, ante la incomprensión, se les convierte en mártires. Pero no desmayan y este XXV Congreso que realizaron, es la prueba de ello.

LOCUCIONES SIGNIFICATIVAS PARA NUESTRO TIEMPO.

Por Pedro Vargas Avalos.

Existen frases que, por lo singular de su contenido, son adoptadas por personas, grupos o pueblos enteros para enfatizar sus expresiones. Es decir, permiten enunciar mejor ciertas ideas y así ser entendidas cabalmente por quienes nos escuchen o lean. Si cada una de esas voces, se dijeran aisladamente, su significado sería diverso al que deducimos de la asociación de palabras que integran la locución. Estas en ocasiones son verdaderos proverbios y hasta pueden transformarse en auténticos refranes o dichos populares.

Cuando decimos, “de tal palo, tal astilla” no necesitamos mucha ciencia para entender que la cosa o persona que aludimos, es de igual calidad que de aquella esencia o persona de la que se deriva. De igual manera, decir que “poderoso caballero es don dinero”, es que con plata o capital, todo se puede o al menos se facilita.

Leer o en su caso oír, a ciertos individuos, es aleccionador, no solo por sus ideas, sino porque suelen recurrir a las máximas, las sentencias y los refranes, con lo cual hacen más entendible sus principios o posturas. En tal situación se encuentra leer o escuchar al analista y profesor ibero Juan Carlos Monedero (Madrid, 1963).

La semana pasada, dicho politólogo, sostuvo una entrevista muy interesante, en el programa Los Periodistas, del portal “Sin Embargo”, que conducen el jalisciense Álvaro Delgado y el chihuahuense Alejandro Páez. El tema central fue la cuestión de las empresas españolas que con arrogancia se han dedicado a obtener enormes ganancias en nuestro país, utilizando para ello a políticos y altos funcionarios mexicanos, a los que corrompieron a la par que premian con sustanciosas pagas. 

Y es que conforme el adagio: “Roma paga bien a sus traidores”, lo que hicieron (solo como botón de ejemplo) Felipe Calderón y su secretaria de energía, Georgina Kessel, no tiene más nombre que “vendepatrias”. En voz del presidente López Obrador, esas sociedades de energía, “Nos ofendieron cuando se llevaron a trabajar a su empresa a la que era secretaria de Energía, la señora Kessel, y… nos ofendieron muchísimo cuando nombraron consejero de Iberdrola al ex presidente Felipe Calderón”. (Mañanera, 27-X-2020).

Y dentro de esa tesitura, en España también se fueron hasta la cocina y ahora lo pagan muy caro sus habitantes. Una constante -afirma el entrevistado-  es que los presidentes o ministros  hispanos, tras dejar el poder, entran a trabajar a esas empresas, lo cual es un beneficio, un privilegio indebido, cuyo origen es la corrupción. Y ahora que una administración los quiere sujetar, se comportan dichas compañías como “los matones del barrio” y aun llegan a amenazar al gobierno. Incluso, pagan a quien traiciona y subvierte,  incorporándolo como consejero, cual fue  el caso  del socialista Antonio Miguel Carmona, ahora vicepresidente de Iberdrola España, lo que irritó al gobierno de Pedro Sánchez, lo que se calificó de “puñalada” pues se libra plena batalla de las eléctricas contra el Ejecutivo por las medidas adoptadas en las últimas semanas para abaratar el recibo de la luz ante los desorbitados precios del mercado mayorista. De esta manera, Iberdrola, le dice al gobierno: “Para gallos, yo”. Nuevo concepto en la península es el de “pobreza energética”, gracias a la conducta de Iberdrola, que hace no se bañe un abuelo o un niño,  se desconecten aires acondicionados, se inutilicen electrodomésticos, etc.

No se puede entender -sigue hablando Monedero- como funcionarios con información privilegiada, pagan hoteles de lujo e invitan empresas para que vayan a invertir, bajo la base de luego se les pagará con puestos jugosos. Y las firmas que aceptan, van soberbias, altaneras y en vez de llevar dinero, hasta lo consiguen en México.

Estas empresas son sostenedoras de partidos de la derecha. Pagan sobornos y campañas electorales, que al final los costearán los mexicanos. El Partido Popular, amigo del PAN y hasta del pri neoliberal, es aliado de las estructuras corruptas mexicanas. Pero eso se preveía, pues este partido conservador nació con Manuel Fraga, quien para triunfar pidió dinero a los narcos gallegos y luego todo lo corrompió. Incluso, los bancos españoles participan de esa corrupción. Lo más alto de este mal, lo representa el exrey Juan Carlos, quien, teniendo como manipulador a Felipe González, manejó las Cumbres Iberoamericanas, y allí se fraguaron esos tipos de negocios sucios: por ello presidentes y elevados funcionarios latinoamericanos, están en la cárcel y uno (Alan García) prefirió suicidarse. Al respecto, dijo un líder de Iberoamérica: Los pueblos van de valle en valle y los presidentes de cumbre en cumbre. 

No cabe duda de que “Roma paga muy bien” a sus renegados: es el caso de José Ma. Aznar, quien se prestó para que Estados Unidos justificara la invasión a Irak, y luego, los destrozos que hizo Al Qaeda, los achacó a ETA para ganar elecciones: ahora Aznar es dirigente de Atlas Net Word, organismo que verifica los bulos¡!  La zorra cuidando el gallinero.

Hay cosas que no conviene acelerar, porque de cuanto peor, más peor.  Eso pasa con los malos comportamientos de políticos y relevantes servidores públicos que aplican el proverbio: Para lo que me queda en el convento, me ensucio dentro.

En el reciente affaire de la “pausa” que manifestó el presidente de México, lo que debió haber hecho el ministro español Albares, fue decirles a las transnacionales aludidas: Cuando salgan fuera, no se comporten como lo hacen aquí, porque manchan a España. O sea, no defender los intereses de los accionistas, sino la imagen de España. Y agregarles: no sean empresas arrogantes, engreídas ni altivas; no falten el respeto a un gobernante, porque es una forma de agraviar a una nación.

Esas compañías, sus líderes y los organismos que apoyan, se dedican a corromper ciudadanos. Ahora -propone Monedero- debería haber un nuevo delito: Corrupción de mayores. Porque se envenena a los adultos, para que vivan con miedo y odio, con el fin de manipularlos. La extrema derecha capta el enfado popular, con el exclusivo objetivo de denigrar a sus contrarios y buscar tener el poder.

Los cuatro huecos del corazón: pensar y estar en las instituciones, para disminuir las desigualdades; seguir presionando en las calles, para no ceder ante la derecha; tener un relato de lo que acontece, y saberlo adecuar a momentos diferentes y, finalmente, señala este destacado analista: Pido a México que no olviden la alegría, porque si se olvida, estaremos casi derrotados. 

Tres años de liderazgo empático

Por Ramón Montes Barreto 

Les comparto una historia que comenzó en la primera mitad de la década de los años setenta. Recuerdo que, en las principales calles de la ciudad de México, entre otras la avenida Paseo de la Reforma, justo donde hace esquina con la avenida Bucareli –ahora ahí se encuentra la Estación Caballito del Metrobús– yo estuve participando en una marcha con otros estudiantes de la UNAM quienes apoyábamos al presidente Salvador Allende y al pueblo chileno, días antes del asesinato del primero y el sometimiento del segundo a la dictadura que ahora todos conocemos y que inició en el año de 1973.

Reconocía en don Salvador Allende a un gran líder. Para mí, él representaba un ser carismático que me inspiraba esperanza, respeto y confianza, esas características que sólo se observan en las personas comprometidas con su destino y las causas sociales.

Haber conocido a alguien así marcó mi vida, cuando los universitarios nos estábamos recuperando del trauma que nos habían dejado los eventos de Tlatelolco en 1968 y el Jueves de Corpus en la plancha del zócalo capitalino durante 1971. Recordar a los líderes de mi época estudiantil me lleva al comandante Ernesto Guevara, a Salvador Allende, pero también trae a mi mente a personajes como Nelson Mandela, pues ellos representan mi gusto personal por emprender batallas ligadas a la defensa de los derechos humanos y a la búsqueda de la equidad entre los seres humanos.

Otros grandes ejemplos de liderazgo los encuentro en quienes fueron inspiración para mi abuelito Rosalío Barreto. Me refiero a Emiliano Zapata, quien sostenía que la tierra es de quien la trabaja; y Doroteo Arango, mejor conocido por su hipocorístico Francisco (Pancho) Villa, un revolucionario que operaba en el norte de nuestro país, a quien lo identificaba la divisa de quitar a los ricos sus bienes para entregarlos a

los pobres que lo acompañaban en sus aventuras, habiendo luchado ambos personajes a favor y en defensa de varios presidentes constitucionales de México en las dos primeras décadas del siglo pasado.

Al citar a otros líderes, pero ya de la era moderna, quiero referirme a un fenómeno social que imperó en el ámbito tecnológico, a quien la humanidad ahora le debe mucho. Se trata de un personaje cuyo estilo era temerario para los negocios, su nombre era Steve Jobs, dotado de grandes dones para la comunicación, un enorme ingenio y trabajador apasionado para lograr sus sueños, mismos que otras personas consideraban inalcanzables. Siempre motivaba a su equipo con muy pocas, pero significativas palabras, invitándolos a hacerlo mejor, sin criticar el trabajo del equipo que le apoyaba, siempre tomando la mejora como un reto, lo cual motivaba a su gente, consiguiendo los resultados que todavía se pueden observar en teléfonos celulares y computadoras personales que llevan la marca especial de una manzana mordida.

Me voy a referir también a don Amancio Ortega Gaona, un líder empresarial español del ramo textilero quien se caraterizó por tener un talento especial para los negocios, con la particularidad de que compartía la toma de decisiones con su esposa doña Rosalía Mera. Se distingue por ser un hombre sencillo, exigente y con gran capacidad de aprendizaje. Su legado consiste en que el trabajo en equipo es una clave determinante para obtener éxito. Empezó su negocio a partir de una pequeña tienda llamada Zorba y terminó siendo el dueño de Zara, que en la actualidad es una de marca importante en el mundo entero.

Me gustaría continuar con más y más ejemplos de personas a quienes admiro por su liderazgo y estilo de dirigir, pero creo que con los hasta aquí expuestos es suficiente para lo que les quiero comentar.

Resulta claro que, un buen líder requiere contar con cualidades como las que se han citado de esos hombres del pasado, pero la parte más valiosa que necesitan demostrar es la de saber y entender la importancia de hacer trabajo en equipo; conducirse con honestidad; poder inspirar a otras personas; que tome riesgos al hacer decisiones; que trabaje con una gran pasión distinguiendo lo bueno de lo malo y con la sabiduría para optar por lo bueno.

Pero, ¿Es posible encontrar a un líder así? Es decir, a una persona que sea humana, carismática y que inspire confianza, respeto, así como, compromiso con su gente, siendo exitosa al mismo tiempo.

Bueno, ahora me gustaría expresar algunos conceptos sobre el presidente de la república mexicana don Andrés Manuel López Obrador y su estilo personal de ser líder al gobernar. No es necesario hacer una investigación profunda para asegurarles que su forma de hacer gobierno es, por mucho diferente, pero muy divergente de los estilos que ejercieron quienes fueron presidentes antes que él.

Para muestra basta un botón, les comento sobre cómo veo la Austeridad Republicana. Será muy sencillo si, por ejemplo, se establece la diferencia entre hacer los vuelos oficiales en el TP-01 (el avión presidencial de Peña Nieto, ese que ahora nadie quiere comprar) y los viajes que hace nuestro actual presidente en vuelos comerciales. Otro sencillo ejemplo es la diferencia de precios de los trajes que el anterior presidente (EPN) compraba en famosa tienda de Nueva York, con valor aproximado de cinco mil dólares, versus los trajes que AMLO manda a hacer con su amigo, un sastre del Estado de México, en mil quinientos pesos. Sobre las comitivas presidenciales y los sueldos de servidores públicos, les platicaré en otra ocasión.

Porque ser un buen líder y refrendarlo siendo un buen gobernante requiere de una gran dosis de aquello que sostiene John Steinbeck (1968) que “solo puedes entender a la gente si la sientes en ti mismo” i, a ese sentimiento en psicología positiva se le conoce como -empatía-. Sostengo que Andrés Manuel López Obrador es una persona que combina perfectamente el poder con la empatía, lo cual se puede apreciar en la frase que refiere frecuentemente: “nada humano me es ajeno”.

Ese aprendizaje que sirve para ser empático con la gente, surge cuando andas por los valles y montes, cuando cruzas las “montañas de la vida”, es decir, cuando a veces subes y otras veces bajas –incluso hasta tocar fondo– como cuando tienes que pedir prestado para llevar de comer a tu esposa e hijos. Esos aprendizajes, les puedo asegurar, los he tenido.

He sentido la arrogancia de tener un buen ingreso y recibir invitaciones de la alta sociedad para ir a sus comidas y fiestas, pero también he sufrido caídas al no tener trabajo e ingresos, junto con ello la desesperanza y la pérdida de amistades –te das cuenta de que no te invitan cuando no “eres alguien en la nómina o en la empresa”.

Considero que mi aprendizaje, fue internalizado cuando, al volver a subir en otro pico de “esa montaña de la vida” ahora lo hice con más humildad y discreción, pues sé que puedo volver a caer y, al mismo tiempo, cuando eso ocurra también habré aprendido a conservar la fe, valor y autoestima porque habrá crecido mi confianza en un futuro triunfo no muy lejano.

Quiero destacar que, al cruzar por los valles y montañas por las que atravesó AMLO antes de llegar al lugar desde donde ahora ejerce la presidencia, debieron dejarle grandes aprendizajes y competencias. Por ahora, me quiero concentrar en la empatía que ha desarrollado y los teóricos de la materia sostienen que ésta, se consigue a partir de los siguientes componentes: a) La autenticidad: que se da cuando eres “el verdadero tú” en términos de lo que sabes, lo que crees, lo que piensas y cómo te sientes. b) La propia empatía: que encaja con el estilo de liderazgo donde las personas son lo primero, se fundamenta en crear armonía y construir lazos emocionales. Es excelente para incentivar la acción de las personas en los momentos difíciles; se presta atención a las fortalezas y valores de cada persona, así como a sus sentimientos. Finalmente, c) La lógica: que se necesita para comunicar de manera efectiva la información que respalda la acción que se está defendiendo.ii

Es aquí donde quiero hacer énfasis en el estilo de AMLO, desde el poder, desde la Presidencia de la República, en donde encontramos un líder que tiene una gran empatía que se expresa en su amor por el pueblo mexicano. De manera indiscutible AMLO se erige en el representante real del pueblo y en la lucha por los derechos fundamentales de las personas, ello porque, ya lo dije anteriormente, sólo una persona empática puede sentir afecto, interés, amor y la preocupación por la gente del pueblo.

El amor de Andrés Manuel por su pueblo se puede sentir, se siente vibrar y ahora aprovecha la posibilidad de ejercer el poder para, con sus decisiones, actuar en consecuencia. Este amor, además de cruzar por

valles y montañas todo el país, es el que explica su empatía, su comprensión para el que menos tiene, su humildad, su sencillez, su honestidad, encontrar todo esto en un líder, resulta muy difícil.

Comparto con ustedes otro ejemplo para evidenciar que el gobierno de AMLO se preocupa por las personas, como es el caso de las mujeres, que necesitan apoyo con políticas públicas afirmativas e incluyentes, quiero citar a una estudiosa de género y la administración pública, Adriana Olvera Esquivel quien realiza una investigación para “demostrar con pesos y centavos que el actual gobierno federal ha dedicado más recursos en su presupuesto de egresos que otros gobiernos del pasado” sostiene, a partir de la siguiente gráfica:

Fuente: Olvera E., Adriana (2022). La Política Pública de protección durante la pandemia por Covid- 19 y su impacto en la violencia contra las mujeres en Puebla, México, 2020-2021. (El caso del Municipio de Puebla). Los datos fueron procesados en STATA (versión 13) y fueron tomados de: Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio 2022 (Presidencia de la República, pp.70) Disponible en: https://bit.ly/3GzuGQN con fecha 5 de febrero de año 2022.

En resumidas cuentas, se puede observar que durante el año 2018 el Gobierno Federal asignó 47.9 mil millones de pesos para acciones que promueven la igualdad entre hombres y mujeres; en el año 2019 asignó 64.5 mil millones; en el 2020 asignó 100.7 mil millones; en 2021 asignó 128.3 mil millones y para el año de 2022 que inicia, asignó 232.4 milpage5image23422720page5image25577344

millones de pesos, estos importantes incrementos presupuestales en la materia, dejan patente que la palabra empeñada por nuestro presidente, se refleja en hechos concretos para promover la igualdad entre géneros, la erradicación de la violencia contra la mujer y abatir cualquier forma de discriminación de género durante su administración.iii

Todos los mexicanos habrán de recordar por siempre aquella reiterada frase dicha por AMLO: “No puede haber gobierno rico y pueblo pobre”

Andrés Manuel es un referente mexicano, que ha emergido hasta alcanzar espacios internacionales en ciertos espacios geopolíticos, con base en su extraordinaria lucha por los que menos tienen; pero también por su intenso trabajo desde muy temprano por las mañanas informando y poniendo la agenda nacional, con mucha confianza en sí mismo. Empujando o arrastrando con su gran capacidad de trabajo, perseverancia y valor.

Todos los mexicanos habrán de recordar por siempre aquella reiterada frase dicha por AMLO: No puede haber gobierno rico y pueblo pobre

Quiero agradecer por su lectura y aportaciones al doctor Andréi Rosas León -cercano colega en actividades en el ámbito del Bienestar Social-, así como a la maestra y doctorante en Administración Pública, Adriana Olvera Esquivel por los datos estadísticos y el gráfico del presupuesto federal dedicado a temas de género que prepara para su tesis doctoral.

i John Steinbeck fue el ganador del Premio Pulitzer en 1940 y fue el Premio Nobel de Literatura en 1962. Mi obra preferida de este autor es: Steinbeck, John (1968) Zapata. Sexto Piso-Editorial Herder. Nueva York, USA.

ii Si se revisa el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022 para la Secretaría de Bienestar, se podrá observa que es congruente incrementar en un +59% el capítulo 4000 (transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas -como las que entrega el Programa de Pensiones para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores-), mientras se observan disminuciones del -36% a servicios personales, -63% a servicios generales y -83% a materiales y suministros. Es decir, primero las personas para ser ayudadas, esa es la inspiración de un gobernante con empatía, en el proceso de construcción de la 4ta transformación. CdMx el día 4 de febrero de 2022.

iii La información se presenta con permiso de su autora la maestra Adriana Olvera Esquivel, con base en su tesis doctoral sobre políticas públicas de protección para las mujeres durante la pandemia actual, misma que se encuentra en proceso bajo la dirección académica de quien esto escribe.page6image25638592