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El Valor de la Palabra

Cómo debería reaccionar ante la incertidumbre y falsas promesas si soy parte de una sociedad donde se habla mucho, se entiende poco, y al final de cuentas es como si no se dijera nada.

Vivimos en una sociedad plasmada de mentiras, y ante ellas, pareciera que las personas no las ven, o mejor dicho, se hacen que no las ven, aunque la realidad es que nos damos cuenta de ellas y por sabe que “carajos” las callamos, nos mostramos indiferentes, nos hacemos como que no sabemos. Las razones ante esta forma de actuar podrían ser muchas, y todas podrían ser válidas porque habrá que entender que todas las personas somos diferentes y por esa diferencia vemos y creemos las cosas a nuestro entender.

-Eso realmente no es así, sólo lo inventan para hacernos creer otra cosa.
-Pues yo creo que no es así pero que le vamos a hacer, quien soy yo para cambiarlo.
-Ya qué, ya lo hicieron, ya esta así, pues así que se quede.
-Está mal, luego luego se ve que esta mal, pero quien soy yo para decir algo.
-“Es que” la verdad yo no me meto, no es miedo es precaución, pero mejor desde lejos.
-Pues verás, a nosotros nos dijeron muchas cosas y nos ilusionaron, pero esto ya es muy común, siempre pasa y hay seguimos en las mismas, y sabes qué, así va a seguir siendo.
-Algunos creen que no nos damos cuenta, lo bueno sería que al final de cuentas siguieran creyendo eso y les diéramos una sorpresa para que vieran que no es como ellos creen que es.
-Ojala fuera cierto, pero son puras mentiras y por eso estamos así.

No sé en cual circunstancia te encuentres tú, pero es importante darte cuenta que solamente actuando, organizados, alzando nuestra voz, únicamente con el estandarte de ciudadanos unidos podremos hacer que nuestra voz sea escuchada y valorada.

Esta realidad es palpable y urgente, la indiferencia es la enemiga número uno de los valores. Existe una desvalorización que se está comiendo de raíz no sólo nuestra cultura, tradiciones, espacios, consciencia, sino también al ser humano, y no solamente quienes deben (por compromiso y elección) son responsables totales –pero si directos-, al final de cuentas todos somos responsables, los que deben velar por ello cometen omisión y los que tenemos que hacerlo como personas comentemos indiferencia.

Deseo fervientemente que esa indiferencia se termine para que el VALOR de nuestra palabra no se pierda, como se pierde constantemente y siempre, el valor de aquellos que tienen en sus manos -por elección- la posibilidad de mejorar las cosas.

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Dra Ana Prisci

Jerez  o Tequila?  

HUMOR

«En la cena  maridaje   ofrecida por una de las  vinícolas de
mayor prestigio en  el Valle de Guadalupe, llegó una dama
de buena   sociedad, la recibió uno de   los socios
enólogo de la vinícola, a la  cual  le  preguntó:

 ¿Qué prefiere usted para iniciar esta grata experiencia que hemos
preparado… un jerez o tequila?

«Jerez –repuso ella– lo considero la máxima apoteosis de los vinos.

Su exquisito espíritu enaltece y exalta el corazón humano, y pone en él sublimidades que sólo la fina pluma de  un Petrarca alcanzaría a describir. El ambarino tono, la aromática fragancia del jerez magnifican el alma y llevan a quien lo bebe a las excelsas cumbres del pensar y del sentir.

En cambio con el tequila, «me pongo peda»  y   ¡ aflojo las nalgas !

 

 

EDITORIAL Jardín Mercado

Quiero imaginar que las fiestas en mi Grullo se disfrutan y desarrollan ordenadamente, donde los pequeños tienen sus propios y seguros espacios con sus juegos mecánicos que por estos tiempos están presentes, más los propios que ya están fijos en la Alameda Hidalgo, alejados de tumultuosos, caóticos y ensordecedores ruidos que, a tan solo tres cuadras del Jardín Municipal “Ramón Corona”, se vive con sumo estrés… además, en la Alameda se realizan actividades recreativas, lúdicas, donde se promueve la imaginación, la competición y la cooperación, guiados con personal experto, hay brincolines, juegos de lotería y pintura, en el foro se realizan eventos muy propios para los pequeños, desde teatro guiñol, cine y teatro infantil; se presentan payasos, magos y actos circenses. Es tal el disfrute que los niños y papás de toda la región esperan con ansia nuestra feria para traer a sus niños a la Alameda…

Quiero imaginar que… los eventos culturales gratuitos que se realizan frente al jardín en lo que fuera el Cine Reforma, donde cómoda y plácidamente se disfrutan a plenitud cada uno de los eventos, aislados de estridentes ruidos, distracciones, movimientos e interrupciones; además, por fuera del cine, arriba de los arcos se instala una gigantesca pantalla que muestra en vivo lo que al interior se está desarrollando, asistiendo desde luego las personas que gustan de alimentar su espíritu, en un medio propicio: visual, acústico y con adecuada temperatura, porque para eso el Ayuntamiento, junto con el pueblo cooperativista, año con año se cooperan, para hacerle mejoras a este gigante de la región actualmente orgullo cultural grullense, donde además se continúa con su antigua vocación, proyectando exitosos estrenos y dada su amplitud, a muy bajo costo. Que atinada decisión de S.M.G. de haber adquirido este mueble, de y para el pueblo.

Quiero imaginar que… todos los comercios ambulantes que se ubican en el área, en lo que años antes fuera el mercado o, como anteriormente se decía la plaza, esa franja donde están asentadas las fuentes y donde se coloca la llamada explanada del jardín, desde luego sin esas horribles refresqueras carpas rojas, sino bajo un concepto integrador, donde el wc, las sillas y mesas sean de todos, con meseros independientes que sirven lo que el cliente pide en base a un menú donde están incluidos todos los negocios participantes, otro espacio exclusivo para los que venden chucherías y que en el kiosco, con su propia acústica se den serenatas al natural, sin distorsionadores sonidos electrónicos. Igual ya se están instalando cafés, bares y restaurantes arriba de los arcos, ofreciendo una vista panorámica a cinco metros de altura…

Quiero imaginar todas las vialidades alrededor del jardín libre y peatonal, un carril está libre solo por seguridad para atender emergencias y el abastecimiento a los negocios, se hace con vehículos eléctricos propios para ello…

Si las terrazas evolucionaron dejando de existir, también el llamado callejón de la alegría o del vicio me imagino que puede cambiar su concepto, igual pudieran retomarse los recibimientos en espacios cerrados donde pudieran partir los del barco, así como para llegar entonados al toro de once. Que se organicen bailes populares de calidad, al costo, (pudiendo llevar sus bebidas sin cobro de corcho) como los que organizaban las cajas populares para su onomástico, con todo y reina, algo así como lo que se prepara para los hijos ausentes…
El hecho es que después de 20 días de nuestra caótica feria, se valora el cantar del gallo, el ladrar del perro y el rebuznar del burro… vuelve la quietud de una ciudad, con sabor a pueblo. Una ciudad donde los grullenses contribuyen fehacientemente en mejorar día con día la calidad de vida de todos sus moradores, llegando a sobresalir internacionalmente…así quiero imaginar.

Comer casa