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LA PUGNA POR EL PODER JUDICIAL

Por: Juan M. Negrete

A Felipe Cobián Rosales, nuestro director, 

Premio nacional de periodismo 2922, por su trayectoria.

Se dicen demasiados embelecos a la hora de disertar en los concursos políticos. Lo vemos aquí y fuera de casa. Por ejemplo, el señor Biden, quien trabaja de presidente gringo, comparó al grupo palestino Hamas con Rusia. Dijo que ambas instancias son agresoras, son enemigas de la democracia.

Si ponemos atención a estas borucas, tomando en serio lo mostrado arriba, tendríamos que aceptar que tanto Ucrania como Israel son regímenes políticos impolutos, lo que se encierra con el calificativo de democrático. Pero si confrontamos su contenido con los hechos fácticos, se sabe que el régimen actual de Ucrania proviene de un golpe de estado asestado el 2014 al anterior que era prorruso. Del poder en Israel, casi mejor ni abrir la boca. ¿Netanyahu encabeza el liderazgo de una democracia? ¡Por favor, seamos serios!

Pero quedémonos en casa. Esta semana llegó finalmente al congreso de la unión la discusión en torno al presupuesto del año que viene. Es una atribución, según está establecido en nuestras normas constitucionales, propia del poder legislativo. De ahí tiene que salir el dictamen de los dineros que operará el año próximo. No se trata de reformas a la constitución o de otros pasos legales complicados. Basta con la aprobación mayoritaria para darle curso y todos contentos. Aunque no tanto. Veamos.

Lo más álgido de la disputa por el presupuesto a aprobar, según se ve, vino a ser lo referente a los dineros del poder judicial. La suprema corta elevó en su petición una suma que, vista con los ojos de los simples mortales que somos todos los paisanos de a pie, es una exageración. La suma de 85 mil millones de pesos nos resulta estratosférica, pues no se atiene a los patrones comunes que manejamos todos los días, así se nos anden quemando las habas. Ochenta y cinco mil millones nos quedan simplemente más allá del arcoíris. Pero, bueno, así son tales andanzas.

Dentro de la expectativa del tesoro de Alí Babá, con tales cifras se garantizaría el funcionamiento de catorce fideicomisos operativos para la tal suprema corta. Mas en el contenido de la iniciativa, que discutirían los señores legisladores, se propuso darle palo a trece de estos catorce fideicomisos. Es decir, eliminarlos a todos menos a uno. Y se dijo también que esta eliminación implicaba el ahorro de quince mil millones de pesos. Por supuesto que los señores ministros y magistrados de la corta pusieron el grito en el cielo.

El pleito abrió de capa a las dos partes involucradas. Los señores togados, que siempre andan con sus capas a todo lo que dan, montaron en cólera reclamando que su independencia y autonomía estaban siendo laceradas. Y así es como nos hemos venido enterando todos los de a pie que estos angelitos justicieros se llevan al bolsillo, por su impoluto trabajo desde luego, cantidades que superan hasta el medio millón de pesos mensuales.

Los defensores de la iniciativa nos hicieron saber que la eliminación de los tales fideicomisos no afectaría los derechos laborales de la gran mayoría de empleados del poder judicial. Según se filtran cifras, estos trabajadores componen un universo como de 55 mil personas. Se les hizo saber ya de muchos modos que la medida no les afectaría en sus percepciones laborales, ni tampoco en sus prestaciones. Que el mazazo está dirigido a eliminar las prebendas y canonjías de los señores togados nada más. Y como es escándalo que clama al cielo, pues habría que ponerle ya un freno.

Para que la medida prospere, igual que también para ser desechada, tenía que dar tres pasos clave. El primero era que la mayoría simple de los diputados la aprobara. Este paso ya fue dado. Pasó entonces la primera prueba. El segundo paso viene a ser su aprobación por los señores senadores. En esta instancia quiso el grupo opositor, definido como defensor de los togados, meterlo al laberinto de la discusión en comisiones, donde suelen entramparse los procesos. Tampoco pudieron. La mayoría morena les ganó la partida y ya va en línea recta a su discusión en el pleno, donde se vislumbra que se aprobará la tal iniciativa.

El tercer paso viene a ser la mera confirmación de los dos anteriores. Volverá al congreso para la ratificación de los disputados. Depende de cómo la aprueben los senadores. Si le meten mano y le hacen algunos cambios, estas modificaciones se tienen que integrar a la iniciativa y luego ya darle el curso legal correspondiente. Y si no le modifican nada, pues se las devuelven para su ratificación y se acabó el corrido. Tras estos pasos, se publica en el diario oficial de la federación y entra en vigor. Pues así andan las cosas.

Lo extraño de todo este enredo es que los señores togados, que van a ser los afectados si es que se les voltea el chirrión por el palito, no han salido a la calle a que les dé el sol tan siquiera. Porque hay manifestaciones callejeras que se proclaman opuestas a la desaparición de los tales dineros. Los que andan en la calle son sus trabajadores, sus empleados, a los que no les va a afectar. O sea que otra vez estamos parados ante comedias de equívocos, como siempre que ventilamos asuntos políticos, en los que ningunas partes fueron buenas. Ya veremos cómo se desenreda toda esta boruca.

LA PUGNA POR EL PODER JUDICIAL

POR: JUAN M. NEGRETE

Se dicen demasiados embelecos a la hora de disertar en los concursos políticos. Lo vemos aquí y fuera de casa. Por ejemplo, el señor Biden, quien trabaja de presidente gringo, comparó al grupo palestino Hamas con Rusia. Dijo que ambas instancias son agresoras, son enemigas de la democracia.

Si ponemos atención a estas borucas, tomando en serio lo mostrado arriba, tendríamos que aceptar que tanto Ucrania como Israel son regímenes políticos impolutos, lo que se encierra con el calificativo de democrático. Pero si confrontamos su contenido con los hechos fácticos, se sabe que el régimen actual de Ucrania proviene de un golpe de estado asestado el 2014 al anterior que era prorruso. Del poder en Israel, casi mejor ni abrir la boca. ¿Netanyahu encabeza el liderazgo de una democracia? ¡Por favor, seamos serios!

Pero quedémonos en casa. Esta semana llegó finalmente al congreso de la unión la discusión en torno al presupuesto del año que viene. Es una atribución, según está establecido en nuestras normas constitucionales, propia del poder legislativo. De ahí tiene que salir el dictamen de los dineros que operará el año próximo. No se trata de reformas a la constitución o de otros pasos legales complicados. Basta con la aprobación mayoritaria para darle curso y todos contentos. Aunque no tanto. Veamos.

Lo más álgido de la disputa por el presupuesto a aprobar, según se ve, vino a ser lo referente a los dineros del poder judicial. La suprema corta elevó en su petición una suma que, vista con los ojos de los simples mortales que somos todos los paisanos de a pie, es una exageración. La suma de 85 mil millones de pesos nos resulta estratosférica, pues no se atiene a los patrones comunes que manejamos todos los días, así se nos anden quemando las habas. Ochenta y cinco mil millones nos quedan simplemente más allá del arcoíris. Pero, bueno, así son tales andanzas.

Dentro de la expectativa del tesoro de Alí Babá, con tales cifras se garantizaría el funcionamiento de catorce fideicomisos operativos para la tal suprema corta. Mas en el contenido de la iniciativa, que discutirían los señores legisladores, se propuso darle palo a trece de estos catorce fideicomisos. Es decir, eliminarlos a todos menos a uno. Y se dijo también que esta eliminación implicaba el ahorro de quince mil millones de pesos. Por supuesto que los señores ministros y magistrados de la corta pusieron el grito en el cielo.

El pleito abrió de capa a las dos partes involucradas. Los señores togados, que siempre andan con sus capas a todo lo que dan, montaron en cólera reclamando que su independencia y autonomía estaban siendo laceradas. Y así es como nos hemos venido enterando todos los de a pie que estos angelitos justicieros se llevan al bolsillo, por su impoluto trabajo desde luego, cantidades que superan hasta el medio millón de pesos mensuales.

Los defensores de la iniciativa nos hicieron saber que la eliminación de los tales fideicomisos no afectaría los derechos laborales de la gran mayoría de empleados del poder judicial. Según se filtran cifras, estos trabajadores componen un universo como de 55 mil personas. Se les hizo saber ya de muchos modos que la medida no les afectaría en sus percepciones laborales, ni tampoco en sus prestaciones. Que el mazazo está dirigido a eliminar las prebendas y canonjías de los señores togados nada más. Y como es escándalo que clama al cielo, pues habría que ponerle ya un freno.

Para que la medida prospere, igual que también para ser desechada, tenía que dar tres pasos clave. El primero era que la mayoría simple de los diputados la aprobara. Este paso ya fue dado. Pasó entonces la primera prueba. El segundo paso viene a ser su aprobación por los señores senadores. En esta instancia quiso el grupo opositor, definido como defensor de los togados, meterlo al laberinto de la discusión en comisiones, donde suelen entramparse los procesos. Tampoco pudieron. La mayoría morena les ganó la partida y ya va en línea recta a su discusión en el pleno, donde se vislumbra que se aprobará la tal iniciativa.

El tercer paso viene a ser la mera confirmación de los dos anteriores. Volverá al congreso para la ratificación de los disputados. Depende de cómo la aprueben los senadores. Si le meten mano y le hacen algunos cambios, estas modificaciones se tienen que integrar a la iniciativa y luego ya darle el curso legal correspondiente. Y si no le modifican nada, pues se las devuelven para su ratificación y se acabó el corrido. Tras estos pasos, se publica en el diario oficial de la federación y entra en vigor. Pues así andan las cosas.

Lo extraño de todo este enredo es que los señores togados, que van a ser los afectados si es que se les voltea el chirrión por el palito, no han salido a la calle a que les dé el sol tan siquiera. Porque hay manifestaciones callejeras que se proclaman opuestas a la desaparición de los tales dineros. Los que andan en la calle son sus trabajadores, sus empleados, a los que no les va a afectar. O sea que otra vez estamos parados ante comedias de equívocos, como siempre que ventilamos asuntos políticos, en los que ningunas partes fueron buenas. Ya veremos cómo se desenreda toda esta boruca.

FILOSOFANDO: ¡GAZA: REMEMBER THE ALAMO!

POR: JUAN M. NEGRETE

Sábado 14 de octubre de 2023. – El enésimo estallido de la violencia en Gaza, en Israel, no es una mala noticia. Es pésima. Los datos concretos de estos deplorables hechos están abiertos, circulan en todos los medios y son del dominio público. El grupo palestino Hamas realizó una incursión al territorio de Israel. Fue un ataque sorpresivo y cruento, que dejó centenares de víctimas mortales y más alto número aún de lesionados. También se habla de rehenes, a los que se les mantiene en cautiverio, seguramente para obligar a la parte israelí a negociar.

La respuesta del gobierno israelí fue idéntica a la palestina. Bombardearon barrios enteros de la franja de Gaza y están preparando una invasión terrestre, con la consigna de encontrar a los agresores palestinos. El número de las víctimas mortales y lesionados de ambos lados anda parejeando.

El origen de estos cuadros espeluznantes, que siempre concluyen en derramamiento de sangre, se vincula con una sinrazón dual. Por un lado se autorizó la creación de un estado, el israelí, en terrenos que pertenecían a los palestinos. Y por el otro, éste hostiga y persigue a los palestinos para evitar que puedan consolidar y gozar la existencia de su propio estado, en su propio territorio. Es lo complicado del enredo. Es un fondo complicado y no se otea en el horizonte ni la voluntad ni las posibilidades de que se alcance pronto un acuerdo, que ponga punto final a una sangría demasiado larga.

Como siempre, el gobierno israelí y su contlapache gringo calificaron al grupo Hamas, y en consecuencia a todos los palestinos, como terroristas. Condenaron los hechos y desataron sus presiones a todo lo ancho del planeta para que todos los gobiernos constituidos condenen la operación. Descalificar a los palestinos y avalar al gobierno de Netanyahu. Pero no será fácil transitar por pistas tan amañadas y manchadas de cieno. Buscar, mediante presión diplomática, el apoyo a las medidas castrenses y patibularias que aplica Israel a los palestinos complica en serio el reconocimiento del estado palestino que es la demanda en contraparte y que tiene sentido.

En la ONU se aprobó en 1948 la creación del estado de Israel. No se ocupaba crear al de Palestina, pues era el que existía y se asentaba en tal territorio. Han pasado entonces ya 75 años de que se tomaron tales medidas, pero en lugar de cuajar en positivo, se ha generado una serie de atropellos y despojos que no paran. Muchos especulan llevándose el asunto hasta los tiempos bíblicos, a lejanías en el tiempo que son anteriores a la vida de Jesús. Mas los hechos presentes son crueles y hay que afrontarlos.

Cesaron las hostilidades de la primera guerra mundial, en 1918 y se inició un proceso de repatriación de los judíos. Vivían desperdigados en todo el planeta. Como que decidieron poner fin a su antigua diáspora. Los palestinos tenían ocupando estos territorios por lo menos dos mil años. Pero no se opusieron a que se asentaran estos nómadas. Convivían en sana paz. Pero concluida la segunda guerra mundial, las potencias dominantes se sacaron de la manga en la recién fundada ONU la creación de un nuevo estado, el israelí, dentro del territorio ocupado por los palestinos, por supuesto.

A los viejos pobladores se les empujó para hacerles desocupar la mitad de la zona. Dejaron campo a los advenedizos y ahí se fundó el nuevo estado. Por voluntad o por la fuerza, así ocurrieron los hechos. Lo que no se esperaban los viejos posesionarios es que los inquilinos recién llegados se iban a comportar como el sapo que les pidió a los grillos que le dejaran entrar a la cuevita, para protegerse del agua.  Lo dejaron entrar, se empezó a inflar el glo gló y los grillitos abandonaron la cuevita.

Van 75 años de expansión ininterrumpida de los que podríamos calificar como intrusos, que son los israelíes. Tal vez a estas fechas, los viejos posesionarios no ocupen ya ni el diez por ciento de su viejo territorio. El gobierno israelí, sus colonos en junta, no se han detenido en ninguna consideración para apropiarse de estos territorios y desplazar a los viejos ocupantes. Crímenes, desalojos, invasiones, paracaidismo, lo que al caso venga.

El doble o triple rasero con el que se juzgan estos hechos debería obligarnos a pensar en que no todos los mecanismos de convivencia que tenemos aprobados, de los que echamos mano y que calificamos como civilizados, se corresponden a la calificación positiva o aprobatoria que les damos. Haber autorizado la creación de un estado nuevo en un territorio ocupado por otros ¿iba a suscitar los aplausos y la complacencia de los desplazados? Que saquen a los palestinos a patadas de sus propiedades, demoliendo sus casas, criminándoles y hasta asesinándoles, ¿iba a generarles aprobación y respeto para con los intrusos? ¿Ha de calificarse una reacción violenta de la parte agraviada como terrorista, cuando el terrorismo es la medida persistente con que les masacran los agresores, sean o no el gobierno constituido israelí? Somos demasiado inocentes o estamos metidos en dinámicas de estupidización masiva, para ya no llamar a las cosas por su nombre. Y lo peor de todo es que no alumbra luz alguna que reclame el final del túnel. Cómo se parecen estos hechos a los que en 1836 generaron la creación del estado de Texas, despojando a nuestros abuelos de su posesión y empujándoles a desalojar, bajo el grito de guerra: ¡Remember the Alamo! con él les pintaban de terroristas y subhumanos. Caray, mucha gente que no aprende ni se corrige.

LOPEZ MATEOS, ARIETE PARA DERROTAR A LAS OPOSICIONES

Por: Pedro Vargas Avalos.

Dos temas sustanciales para la soberanía nacional, han puesto de relieve el gran espíritu que alimentó el pensamiento del presidente de México, Adolfo López Mateos (1909-1969), quien dirigió los destinos de la nación, del año de 1958 al de 1964. El primer tema se refiere a la electricidad, que él nacionalizó, y el segundo, a los libros de texto gratuito, a los que hizo realidad.


En un apretado resumen de lo realizado en el sexenio del mencionado y muy gratamente recordado primer mandatario, se nos dice que de su gobierno, aparte de la creación de la Comisión Nacional de libros de Texto Gratito y el decreto nacionalizador de la energía eléctrica, sobresalen las mejoras sociales, fiscales y económicas que puso en marcha, el impulso que dio a las obras públicas y la
actividad política exterior, ingreso en la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio y mantenimiento
de su apoyo a Cuba, a pesar de las presiones de Estados Unidos, país con el que solucionó
favorablemente para México la disputa por el territorio de El Chamizal, a causa del cambio de curso del
río Bravo o Grande.(Buscabiografías.com).


Sobre ese gran hecho que fue la nacionalización de la electricidad, culminado el 27 de septiembre de 1960, el mismo gobernante federal manifestó: “La nacionalización de la energía eléctrica es una meta alcanzada por el pueblo en el camino de la Revolución… invitamos al pueblo de México a que, en posesión de su energía eléctrica, acreciente su industrialización para llevar a los hogares de todos, los beneficios de la energía eléctrica y los de la industrialización”. Y enseguida agregó, este también notable orador político: “Ni un paso atrás, fue la consigna de Don Lázaro Cárdenas del Río, al nacionalizar nuestro petróleo. Hoy le tocó por fortuna a la energía eléctrica. Pueblo de México, los dispenso de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses ajenos a la Nación que conformamos”. (Discurso del presidente Adolfo López Mateos, 27 de septiembre de 1960).


De igual mane a, los libros que de forma gratuita se entrega a la niñez del país, arrancan en
1959 por el multicitado presidente López Mateos. El decreto por el que se instauró la Comisión Nacional
de Libros de Texto gratuito (Conaliteg) fue publicado el 12 de febrero de ese año, cuando el gran poeta y
escritor, Don Jaime Torres Bodet (1902-1974) era el secretario de Educación Pública. Al respecto
expresó nuestro bien rememorado primer magistrado: “»En un país de tantos desheredados, la
gratuidad de la enseñanza primaria supone el otorgamiento de libros de texto”. De esa manera, se
garantizó el acceso a la educación a todos los impúberes mexicanos: por esos años, apenas el 50% de los chicos de edad escolar asistían a la escuela, y muchos de ellos tenían que abandonar sus estudios por falta de recursos económicos.


Por todo lo anterior, es que se justifica la ideología que siempre sostuvo aquel destacado presidente y que él mismo resumió: «A mi izquierda y a mi derecha está el abismo. Yo soy de extrema izquierda dentro de la Constitución». Las oposiciones a esas ideas, desde luego que las han combatido, y en ciertos instantes, han logrado tambalearlas.


En el momento actual, se sigue librando la formidable batalla entre los que procuran que nuestra patria avance, y los que se empeñan en que regrese al neoliberalismo, sistema imperante de forma excesiva, a partir de Miguel de la Madrid y especialmente con el mal recordado Carlos Salinas, cuya pésima influencia campeó de una u otra forma, con Fox y Calderón, hasta el período del nefasto. Enrique Peña Nieto, quien concluyó sus funciones en 2018. En fechas modernas, la cuestión de los libros de texto gratuito, ha sido el ámbito en que se enfrentan las dos fuerzas antagónicas.

En general, la edición y distribución de estos materiales para la educación básica (ahora integrada por la preprimaria hasta los niveles secundarios) en el lustro vigente, se llevaba a cabo sin contratiempos mayores. Pero este año, el gobierno de la autollamada Cuarta Transformación (4T) al innovar los ya 70 libros que cubren el espectro educativo básico, desataron una serie de ataques -más que críticas- hacia dichos libros, el gobierno de la 4T y particularmente, del primer mandatario Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Esas casi descalificaciones de las obras en cuestión, sumaron a muchos
comentócratas antiobradoristas, y como afirmó Jorge Zepeda Patterson: “muchos de mis colegas
dedicados al análisis político han decidido, de una vez y para siempre, que son instrumentos perversos
de adoctrinamiento y condenan al atraso a las futuras generaciones.” (Pensándolo bien, 10-08-2023).
Varios Estados, sobre todo los gobernados por partidos de oposición al actual régimen federal,
encabezaron un movimiento para que no se entregaran los antedichos libros. De entre ellos destacó lo
que hizo la gobernadora de Chihuahua, alineada por la ideología panista que el actual guía de ese
partido de derecha, Marko Cortés sostiene, y que se entiende con lo que dijo: en mi opinión, “los
nuevos libros de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ‘tratan de adoctrinar a los pequeños’ por lo
que les pidió a los padres de familia que los quemen y destruyan”. Algo similar ya lo había expresado
Ricardo Anaya, el excandidato panista que anda, a salto de mata, en autoexilio voluntario. (diario
Tribuna, 2-08-023).


Así las cosas, el 4 de agosto pasado, se presentó por el gobierno chihuahuense, la controversia
constitucional «en contra de la Secretaría de Educación Pública, de la Comisión Nacional de Libros de
Texto Gratuitos, del Titular de la Subsecretaría de Educación Básica, del Titular de la Dirección General
de Materiales Educativos, de la Dirección General de Educación Superior, del Titular de la Dirección
General de Formación Continua a Docentes y Directivos, así como del Titular de la Dirección General de
Gestión Escolar y Enfoque Territorial». Ni tardo ni perezoso, el ministro Luis María Morales (de rancio
pensamiento conservador) dio entrada a la demanda y ordenó el viernes 11 del dicho mes, suspender la
distribución de los libros de texto gratuitos de la SEP en el estado de Chihuahua. Al respecto, dijo Maru
Campos, gobernante blanquiazul del gran estado norteño: “La educación de niñas y niños está a salvo en Chihuahua. No vamos a permitir que libros con tantos errores lleguen a manos de las alumnas y los
alumnos de nuestra entidad». (El Economista, 11 agosto 2023).

Desde luego que eso incomodó al presidente López Obrador y gran sector de mexicanos, incluyendo al magisterio que exigía se distribuyeran los libros. Sobrevino la impugnación a tan desafortunado acuerdo del citado ministro, y por fin este miércoles 5, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, decidió echar para atrás aquella actuación del susodicho L.M. Morales: Los ministros coincidieron que la SEP no vulneró el derecho a la educación, por lo que en el reclamo del Ejecutivo local no se sustenta una violación constitucional para la enseñanza-aprendizaje. En consecuencia, se ordenó que los libros se entreguen a sus destinatarios, es decir a los educandos chihuahuenses. El Gran Diario de México, publica en primera plana: “Revés para el PAN, Chihuahua debe entregar libros de la SEP “. De similar manera, la prensa nacional difundió ese mensaje.


En la mañanera del día 6, al referirse el presidente a lo que acordó la Sala de la Corte, se dijo
estar contentísimo, y añadió: “Muchas gracias a los ministros, hay que reconocer. Cuando se actúa bien,
hay que reconocerlo. Estaba mal lo que hicieron, lo que hizo la gobernadora de Chihuahua y lo que hizo
el ministro Aguilar, que le dio entrada a una solicitud de amparo para no distribuir los libros.
Imagínense, los libros de texto, no entregarlos a los niños nada más… por politiquería. Entonces, ayer
resolvieron los ministros por unanimidad —no todos, pero a los que les tocó atender este asunto—…,
que se entreguen los libros a los niños en Chihuahua. Nada más falta Coahuila, pero ya con esto es un
paso adelante”. Los juzgadores del caso fueron Jorge Mario Pardo Rebolledo, Margarita Ríos Farjat, Juan
Luis González Alcántara y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena: a ellos un aplauso.

En conclusión, podemos afirmar, que el ideario de aquel bien recordado mandatario que fue D.
Adolfo López Mateos, de nuevo salió avante, y en respaldo a lo que hace la Cuarta Transformación,
permitió que la educación prosiga su trayectoria en toda la república, a favor de nuestros educandos,
que ni duda cabe, son la esperanza de un México más justo, educado y competente en todos los
órdenes.