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FIN DE PRECAMPAÑAS, ANTESALA DEL ASALTO FINAL.

Por Pedro Vargas Avalos

Cronológicamente, así llegaron a ser precandidatos presidenciales los arriba mencionados. En primer lugar, tras un proceso de la alianza “Juntos Hacemos Historia” (forjada en diciembre de 2020, por los partidos MORENA, PT y PVEM, sustituyendo a la alianza “Juntos Haremos Historia”, que incluía al desaparecido PES -Partido Encuentro Social- coalición que compitió victoriosamente en los comicios de 2018) se determinó por el Consejo General de Morena,  que Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Relaciones Exteriores, Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado, Manuel Velasco Coello, senador del Partido Verde Ecologista de México y Gerardo Fernández Noroña, diputado del Partido del Trabajo, serían los aspirantes que bregarían desde el   19 de junio y hasta el 27 de agosto  de ese año de 2023, para ser nominados coordinador nacional de los comités de defensa  de la llamada Cuarta Transformación (4T), debiendo enseguida nombrarse uno por cada entidad federativa. Se sabía que realmente, quien resultara adelante en las mediciones y encuestas acordadas para ese efecto, sería el precandidato presidencial para definitivamente, convertirse en el candidato a ese cargo en la elección de junio 2 del año 2024. Esto se diseñó así para acatar los tiempos electorales establecidos por la ley y el Instituto Nacional Electoral (INE). Sheinbaum se registró como precandidata a la presidencia de México, el 19 de noviembre pasado, tanto de su partido Morena como de sus aliados Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM). 

Los seis miembros de la 4T hicieron viajes proselitistas siguiendo las reglas impuestas, o sea sin hacer verdaderas campañas electorales, dizque solo para motivar a sus correligionarios, evitar debates y no hacer propuestas de fondo para atraer sufragios; tras varios estudios de opinión, se declaró vencedora a la licenciada en física, maestra en ingeniería energética y doctora en energía por la UNAM, Claudia Sheinbaum Pardo. Esto fue el 6 de septiembre del año pasado, tal como lo habían anunciado. Cuatro de los predichos partícipes de la contienda, aceptaron la decisión, no así el excanciller Ebrard, quien, reaccionando virulentamente, declaró: “No nos vamos a someter a esa señora”. Luego impugnó ante el partido guinda el desenlace, amenazando con una separación que incluía romper la unidad del lopezobradorismo. Tiempo después se fue serenando, y al final terminó

por aceptar los resultados, asistiendo al cierre de Claudia, este 18 de enero en la plaza del monumento a la Revolución, en la capital azteca.  

En segundo lugar, emergió sorpresivamente -pues se creía que competiría para gobernar la Ciudad de México-, la senadora hidalguense Xóchitl Gálvez Ruiz, de palpables afinidades con el Partido Acción Nacional (PAN) mediante un arreglo en el cual, se asegura, el activista empresario anti lopezobradorista, Claudio X. González Guajardo, fue el que decidió, con la dócil aceptación de los componentes de la coalición “Fuerza por México”, (creada en 2020 y  desde 2023 transformada en “Fuerza y Corazón Por México”) que son el PAN, PRI y PRD, los cuales, omitiendo encuestas, debates terminales y hasta auspiciando dimitir a los competidores, cooperaron para esa especie de destape. En este tejemaneje, es claro que la sociedad civil y muy especialmente la ciudadanía, nada tuvieron que ver: evidentemente aquello fue una componenda. En los hechos quien resulte con base a esas mediciones y ocupe el primer lugar, será realmente el candidato presidencial para el 2024, aunque formalmente no se le nombrará todavía como tal, es decir, como candidato o candidata oficial. Se respetará formalmente los tiempos electorales establecidos por el Instituto Nacional Electoral (INE).  

Es pertinente decir, que la oposición se había venido mostrando bastante desacertada en cuanto al proceso para elegir su abanderado, el candidato capaz de enfrentar con posibilidades de éxito, a quien postularan Morena y sus aliados para suceder en 2024 al presidente López Obrador. El mismo primer mandatario, en una mañanera (12 de octubre de 2022) señaló una cuarentena de personajes que podrían representar a las oposiciones. Entre las figuras, enlistó al inefable “Alito” Alejandro Moreno (presidente del PRI), a Beatriz Paredes (senadora tricolor de buena trayectoria) Enrique Alfaro Ramírez (gobernador reiteradamente crítico del primer magistrado); al tremendo Claudio X. González, al resentido Carlos Loret de Mola,  al furibundo jefe Diego (Fernández de Cevallos); al cachorro Enrique de la Madrid, vástago del padre del neoliberalismo, Miguel de la Madrid; también al forjador del FOBAPROA José Ángel Gurría, sin faltar la murmuradora Lily Téllez y obviamente, la dicharachera senadora Xóchitl Gálvez. Advirtió el mandatario, socarronamente, que a final de cuentas el gran destapador de alguna de esas “corcholatas” -término que él mismo creó cuando destapó una decena de posibles candidatos de su partido- sería ni más sin menos que Claudio X. González, como parece que así aconteció. 

El 10 de julio del año retropróximo, se informó que eran 13 los perfiles de quienes contenderían para ser el responsable Nacional para construir el Frente Amplio por México (imitando a los morenistas que elegirían un Coordinador de la 4T): afirmaron que serían extraídos de la sociedad civil, y resultaron en su mayoría, viejos políticos. De esta manera, el Frente difícilmente tendrá un perfil ciudadano. (Montserrat Antúnez, Sin Embargo). Destacan en este rol, Santiago Creel, Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid y se enganchó a exgobernadores investigados por corrupción, como el perredista Silvano Aureoles Conejo, y el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca, oculto o al menos fuera del país. Pero como ya anotamos, el mecanismo diseñado que incluía giras, encuestas, consultas y debates, no se llevó a cabo, salvo unos debates entre solo cuatro aspirantes, según acuerdo del Frente. Se realizaron en agosto, buscando mantener la unidad, como proclamó Santiago Creel el 10 de ese mes, tras el inicial encuentro. Enseguida, quedó fuera de la lid el priista De la Madrid (16 de agosto) y luego, tras rumores de que Beatriz Paredes, crecía en opiniones favorables, la noche del 21 de agosto, Creel, por tercera vez en su vida, dejó su aspiración presidencial (la buscó en 2006 y 2012), con el indudable objetivo de favorecer al panismo. De esa

forma solo quedaron las dos mujeres: Xóchitl y Beatriz. Esta, con mucha experiencia y habilidad, salió avante en varios puntos. No obstante, los sondeos de opinión orquestados por Fuerza por México (aún no cambiaba su nombre) en agosto de 2023, ponían a la hidalguense adelante de la tlaxcalteca Paredes, con dos dígitos. Sin embargo, Paredes afirmó el 22: «Mi declinación haría evidente que lo que pronosticó el presidente Andrés Manuel López Obrador se evidenciara como una realidad”. Así las cosas, contra su palabra de que apoyarían los priistas a su correligionaria, el inefable Alito, desde el 28 de ese mes comenzó a propalar que los sondeos eran desfavorables para Paredes, por lo que el 31 declaró que Xóchitl era la triunfadora y que el PRI la apoyaría; Beatriz Paredes no asistió al evento. AMLO, en la mañanera siguiente, exteriorizó: “Se los dije, desde hace como dos meses” y se sonrió de la decisión de Alejandro Moreno, presidente nacional del PRI, de decantarse por Xóchitl Gálvez y abandonar a Beatriz Paredes; entonces Amlo le expresó: «Beatriz aguanta, el pueblo se levanta».  

Las dos anteriores damas de la política quedaron de esa manera, como las abanderadas de los dos proyectos de nación que contenderán en la elección del 2 de junio de este 2024, en que están en juego además de la Presidencia de la República, 128 senadores, 500 diputados federales, 8 gubernaturas, 1 jefatura de gobierno (la Ciudad de México, que es una entidad federativa), 31 congresos locales, 1580 ayuntamientos, 16 alcaldías -en la capital mexicana equivalen a municipalidades- y de funciones similares son las 24 Juntas municipales de tres estados, donde también se eligen.  

En cuanto al tercer precandidato, Jorge Álvarez Máynez, su lanzamiento está lleno de peripecias. De arranque, nadie pensó fuera aspirante a la candidatura presidencial: es de méritos poco reconocidos y, por ende, de representación muy menuda. Enseguida, tras el retiro como factible precandidato de Enrique Alfaro, solo hubo el nombre de Samuel García, el ejecutivo neoleonés, en vistas de que Marcelo Ebrard no abandonó a las filas morenistas, y siendo amigo de Dante Delgado (real manejador de MC) se consideraba que sería un contendiente de peso, aunque los analistas no admitían que podría llegar a Palacio Nacional. Incluso se rumoró que el mismo Dante podría alzarse como abanderado. De manera inesperada, el 9 de enero de este año, en una informal reunión de tres (Samuel García, su esposa Mariana Rodríguez y Jorge Álvarez), brindando con cerveza y botaneando, se destapó por el “Fosfo-fosfo” (así apodado por el color fosforescente de sus zapatos) gobernante norteño, al diputado plurinominal. El hecho hizo que el mandamás jalisciense, Enrique Alfaro, señalase que ese acto había sido una banalidad, y remató: “usan la idea de lo nuevo para disfrazar lo absurdo”. En ese tenor, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, señaló: “al precandidato emecista lo único que lo mueve es el hueso” y sobre cómo se le postuló, precisó: “da vergüenza, lo reduce a un arreglo entre cuates, entre cervezas y botanas”.  El INE ordenó a García que no se transmitiera el video del desventurado destape. Como quiera que sea, García Máynez ya clausuró sus operaciones precandidatorias, pues se le registró en tal calidad el 10 de este frío enero. 

El cierre de estas precampañas, lo podemos estimar desde muchos puntos de vista, luego de haber mostrado la senda de como arribaron los precandidatos. Claro que no es comparable, (frente a los otros precandidatos) ni en lugar ni en asistencia, el evento de Claudia Sheinbaum, que fue el espacio que circunda el monumento a la Revolución en la ciudad de México, abarrotado totalmente de ciudadanos que coreaban “Es un honor estar con Claudia hoy”. En el presídium, todos

los que compitieron con ella, incluyendo al excanciller Ebrard y al exsecretario de gobernación. Se vio a muchísimas individualidades, de reconocido prestigio, de las que integran sus equipos tanto de campaña, como de redacción del plan de gobierno.  El discurso con palabras sensatas y cierto tinte de triunfalismo, plagado de logros del actual gobierno y compromisos tales como: Mantener la austeridad Republicana, fortalecer los programas sociales, como pensiones a la tercera edad y becas, en todo el país; al salario mínimo, fortalecerlo en proporciones importantes por arriba de la inflación, afirmando: “Nunca más salarios de hambre en nuestro país”. 

También, aseguró impulsar la inversión pública, consolidar los ferrocarriles agregando los trenes de pasajeros, vigorizar el sistema público de salud y la educación pública a través de las becas, además de construir más universidades públicas. Renglón importante dedicó a los pueblos indígenas, así como lograr una vida digna y de bienestar para todas las mujeres, garantizando derechos de las personas de la diversidad sexual. 

Aspecto trascendente -subrayó- aprovechar la posición estratégica de México con el Tratado comercial de América del Norte y la generación de empleos, a la par que se impulse el desarrollo científico y tecnológico. Ramo singular será en sus acciones, acelerar la transición energética hacia fuentes renovables de energía, impulsar políticas de protección y restauración de recursos naturales, salvaguardando el derecho al agua y promoviendo la soberanía alimentaria y apoyo al campo. 

Al concluir su discurso, en que resaltó como frase favorita “Primero los Pobres”, las ovaciones fueron sonoras y el grito de ¡Unidad!, retumbó la plaza, comentando que habían alcanzado la victoria en esta etapa de precampañas y eso lo acreditaban las encuestas, en las cuales donde menos adelanta es con el veinte por ciento a Xóchitl Gálvez. 

Por su parte, Xóchitl estuvo en Acámbaro, Guanajuato, que es una localidad mediana del Estado de Guanajuato, por lo que no podría haber muchísimos asistentes, aun cuando los que acudieron se mostraron muy vehementes. Allí la arroparon los candidatos a senador y diputado; no se vieron a los jefazos de los partidos integrantes de “Fuerza y Corazón Por México”, salvo Marko Cortés y sus subalternos del partido. El discurso fue corto y la voz de la hidalguense acusaba marcada ronquera. Al presidente del país, lo calificó de hacerse “guaje” en su lucha contra la delincuencia, y como en Guanajuato es exagerada, enunció que tal situación no es responsabilidad del blanquiazul, sino del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien se ha dedicado a abrazar a los delincuentes y no a implementar una estrategia de seguridad; en pocas palabras, manifestó la precandidata prianista, que el mandatario federal dedica abrazos para los criminarles y balazos para los ciudadanos. En cambio, ella, si llega a la presidencia, presumió: “yo sí voy a enfrentar a la delincuencia, yo sí tengo las agallas para que ustedes vivan en paz”, agregando que no echará culpas a ningún expresidente sobre la violencia generalizada en la república, sino que la combatirá con toda la fuerza del Estado. 

Sobre su principal contendiente, Claudia Sheinbaum, la acusó de mentir sobre la seguridad que impera en tierras guanajuatenses, (cuando estuvo el 10 de este mes) puesto que es casi igual a la de la ciudad de México, a la cual gobernó, por lo que “no tiene cara para venir a decir y a presumir”. Sin cambiar su estilo de hablar, al referirse a la alcaldesa panista -Claudia Silva Campos- de Acámbaro, la elogió diciendo “aquí tenemos una alcaldesa muy chingona.” La precandidata testificó haber recorrido todo el país, concluyendo que “he encontrado un país muy adolorido”. Empero, explica que: “Yo no voy a culpar al neoliberalismo, tampoco a la cuatro te, pero si es momento de entender

que le entramos ahora o nunca (o) el país se nos va de las manos.” Sobre el problema de los desaparecidos, el gobierno lopezobradorista, “en lugar de buscar a los desaparecidos, decidió borrarlos de la lista”, lo cual con ella eso jamás sucedería, diciéndole a las mujeres buscadoras: “Cuentan conmigo para que encuentren paz y tranquilidad.” 

La senadora con licencia repasó problemas y atrasos diversos de inseguridad, del agua, educación y de apoyos a las entidades federativas (que no gobiernan los lopezobradoristas), para todo lo cual ella presume tener soluciones; por eso expone que ya despojó de su lema a MORENA (La esperanza de México) aseverando que ahora “la esperanza ya es nuestra. Porque ya cambió de manos. Claro que sí.”. Y tras encomiar a Guanajuato en varios renglones, garantizó a sus oyentes: “Van a tener un gobierno que va a apoyar al emprendedor, al que trabaja, al que se levanta temprano. Y a los pobres les digo una cosa, yo voy a trabajar hasta el cansancio para que dejen de ser pobres”. Y así, en medio de gritos de “¡presidenta!” y tras comprometerse para que México sea de las diez economías mayores del mundo, atrayendo inversiones y tener el mejor aeropuerto de América Latina, se despidió, reiterando el lema de ser la esperanza. 

Poco se puede hablar del tercer precandidato, el emecista Jorge Álvarez Máynez. Siendo un emergente, y con tiempo perdido, apenas hizo algunos actos y cerró su precampaña en Monterrey, donde lo cobijan el gobernador del Estado y su esposa. A contrapelo, la senadora Indira Kempis, fallida aspirante a precandidata por lo que renunció a MC, lo describe deplorablemente: “Tiene 38 años, cuatro partidos políticos, ninguna elección propia ganada en 20 años, pero sabe ir al Oxxo por las cocas.” 

Los pronunciamientos de este pálido protagonista (que todo indica, será un candidato nacido para perder), en la plaza Cultura regiomontana, antes que nada, fueron para exaltar a Samuel García -quien estaba entre el público- y consorte. Luego expuso que luchaba contra la vieja política, pues es parte de una generación que no se va a conformar con el México actual. Al PRI y al PAN, en tono bravucón, les advirtió que “no saben con quien se metieron”. 

Debido a su tardío lanzamiento, explicó que recuperaría las desventajas frente a sus dos adversarias, presumiendo tener “un plan para que México cuente con un presidente y un gobierno que atienda las necesidades”. Citó como ejemplares los casos de Nuevo León y Jalisco, “los estados que más han avanzado en crecimiento económico y social”. Y ante un buen número de simpatizadores de MC neoleonés, tras volver a elogiar a la cónyuge de Samuel García, -ahora precandidata a la alcaldía de Monterrey- dio el cerrojazo de su brevísima precampaña. 

Ahora estamos en el paréntesis previo a las campañas formales, que iniciarán el uno de marzo. Los partidos y sus abanderados se aprestan para la gran batalla electoral, cuya jornada cumbre será el domingo 2 de junio. Ojalá que los esfuerzos que se desplieguen no solo se ajusten a la ley, sino que tengan como mira al pueblo mexicano y su porvenir.

A DARSE CON TODO

Juan M. Negrete

Los primeros en levantar el dedo fueron los de la coalición opositora que cambia de nombre según traigan el humor. Para no entrambulicarnos son los que componen la alianza PRI, PAN, PRD. Son los de la flota del poder desde antes de que el PRI se llamara así. Cronológicamente habría que realizar algunas precisiones, porque el PAN se trepó al escenario en 1939 y el PRD hasta 1989. Como se ve, les gustan los nueves. Pero lo que tenemos vivo y a la mano es que pusieron al servicio de sus intereses a lo que llamamos gobierno desde 1982 hasta el 2018, período al que se le denomina nuestro neoliberalismo o nuestra globalización.

Ahí estuvieran todavía encaramados. Pero les fallaron sus pies de barro y ahora son un coloso que se vino al suelo. Andan en la brega, pero bastante desorientados y casi casi perdidos. La prueba más reciente es el malhadado pacto que hasta suscribieron e hicieron público para acomodarse en la brega de los últimos dos años. Primero definieron a Coahuila y al estado de México para candidaturas del PRI, a cambio de que el PAN se colgara la nacional y la ciudad de México. Ya saben bien, porque tienen larga experiencia, que en el juego de la grilla se gana y se pierde. Así que al estado de México no lo pudieron copar con votos, pues se los ganó Morena. Pero en Coahuila sí ganó el PRI. Y ahí apareció el peine.

Markito Cortés, que tiene de político acertado lo que los demás tenemos de astronautas, hasta exhibió el acuerdo, bien suscrito por ellos, de lo que les iba a tocar en el reparto. Lo justifica como denuncia porque el priísta Manolo Jiménez, ya instalado en el gobierno, no les cumplió. Para el PAN iban a ser las posiciones de la fiscalía, el instituto de la transparencia, el registro civil, las recaudadoras, direcciones de escuelas y universidades, seis notarías, la ratificación de un magistrado del tribunal de conciliación y arbitraje y algunas cosillas menores más. ¡Cómo se ve que conocen muy bien y desde dentro el oficio del agandalle!

El gobernador priísta, acusado de incumplido por sus cómplices panistas, justificó que era un acuerdo cuyas cláusulas no se habían cumplido bien por el PAN. Se habían comprometido a aportar un porcentaje de votos del 20% y sólo arrimaron el 6%. Así que ni cara tenían para reclamos. El escándalo aún no concluye. Y menos se apagará porque parece ser la mecha con la que se va a incendiar la pradera. AMLO presentó estos documentos en su mañanera y con ello el asunto recibió la difusión nacional requerida. Así, de esta manera sucia o no, ya estamos enterados todos de cómo masca la iguana.

Pero la suciedad de la coalición opositora no está solita en este escenario de equívocos. Lo que les descalifica de todo a todo es que solos se hicieron del delito y dieron a conocer sus malas mañas. No los estábamos inquiriendo ni investigando a escondidas. Abrieron las cartas y se pusieron de pechito. Y como los mexicanos no somas nada de suspicaces, pues vamos a seguir creyendo en su inocencia e ingenuidad. Y con eso hasta vamos a tapiar las urnas a favor de los candidatos que promuevan. ¡Cómo no! Ha de ser por eso que la señora de las gelatinas anda que no la calienta ni el sol y hasta quiere deslindarse del PAN mismo y del PRI, diciendo ahora que es “candidata ciudadana”. ¿Cómo la ven desde ahí?

En la casa de enfrente, ya no en los patios de la oposición sino en el territorio oficialista, surgió también un imprevisto paquete de ropa sucia. Sanjuana Martínez llegó a directora de la agencia Notimex. Desde su llegada se enfrentó al sindicato de la agencia, al que le coordina sus asuntos jurídicos el abogado laboralista Arturo Alcalde Justiniani. Este abogado es el papá de María Luisa Alcalde Luján, quien ejerció primero como secretaria del trabajo y ahora es la secre de gobierno. O sea, se trata de un equipo familiar bien cercano al propio AMLO. De ahí que los jaloneos en esta parte tengan relevancia mediática y deban ser esclarecidos también y más que en serio.

Sanjuana terminó tirando la toalla de la agencia y el sindicato presentó una lista de personajes para su liquidación. Nombres más, nombres menos, según esta denuncia, dentro de la lista de liquidados algunos que eran simples aviadores recibirán o ya recibieron partidas millonarias, mientras que las de los empleados reales salieron bien maltrechas. Lo de siempre pues. La diferencia es que aquí se trata de asuntos amparados por la mística de la 4T. 

Otro punto negativo que señalado es una partida de 20 millones de este dinero para la campaña de la señora Claudia Sheinbaum. Ésta desmintió de inmediato la especie y el propio Obrador exigió pruebas de lo denunciado. Sanjuana afirmó que las transas no se suscriben ante notario. ¿Cómo de que no? Que les pregunte a los del PRIAN, para que aprenda cómo se realizan tales arreglitos, como el de Coahuila. Pero no nos adelantemos. Esto apenas empieza.

PACTO DEL CINISMO: PRIAN EXHIBIDOS

Por: Pedro Vargas Avalos

El martes 9 de enero, de este naciente 2024, Marko Cortés (tildado como “markititito” -debido a su mediocridad- por muchos comentaristas y bastantes políticos), en su calidad de comandante nacional panista, reveló un documento -arrugado, por cierto- que contiene los acuerdos que habían firmado los del PRIAN, antes de que fuesen las elecciones que condujeron a Manolo Jiménez, en junio del año pasado, a gobernar Coahuila desde el uno de diciembre de 2023. En ese ajuste prianista, participaron, tanto el aludido -entonces aspirante priista- Manolo, como el inefable Alito (Alejandro Moreno), presidente tricolor y su camarada Marko Cortés; asimismo, suscribieron el documento, Rubén Moreira, exgobernador coahuilense y de los mandones entre diputados y parciales de Alito, así como Armando Tejeda, responsable panista en materia de elecciones. El fin era adjudicar candidaturas, cargos y órganos estatales, así como diversas posiciones que se supone son autónomas, como el instituto de información, ciertos puestos universitarios y una magistratura judicial, incluyendo notarías públicas, que absurdamente se conceden no  por méritos, sino como prebendas a recomendados y exfuncionarios que no conocen la ley ni por el forro, lo que va en detrimento de la fe pública.

No se crea que ese tipo de acuerdos son ajenos a los partidos mexicanos. Otro caso del que se tiene registro, ocurrió el 30 de octubre de 2009, cuando la lideresa priista Beatriz Paredes, el dirigente panista César Nava, el leguleyo Fernando Gómez Mont –entonces Secretario de Gobernación de Felipe Calderón– y Luis Enrique Miranda Nava –Secretario de Gobierno en el Estado de México regido entonces por Enrique Peña Nieto– firmaron un documento en el que el PRI comprometía al PAN a “no alianzarse” -por aliarse- con ningún partido para la elección de 2011 -en el Edomex- a cambio de ayudarle para aprobar un incremento de impuestos, que lógicamente, acuchilló a la gente. (Obed Rosas, Sin Embargo, 11-01-2024).

Lamentablemente, la prensa en general concedió poco espacio, tanto a ese tremendo suceso de impudicia, así como tampoco lo otorgó al reciente desatino registrado en Coahuila: hace años, porque estaba cooptada -comprada-por el prianismo gobernante; ahora, porque los medios tradicionales, parecen ser aliados de las oposiciones a la Cuatro T, pues ya no son maiceadas. Al respecto, si vemos las primeras planas de los principales diarios, nos encontramos que o no se ocupan del tema, como Uno más Uno, Excelsior, El Universal, El Sol de México, El Economista, y si acaso, como el Reforma, Público, etc., que hablan del caso Coahuila, pero sesgando la nota, pues informan que se dejó al partido blanquiazul fuera de la alianza en esa Entidad federativa, ocultando el acto de corrupción que firmaron.

Lo anterior dio pábulo para que el primer mandatario se ocupara del tema en las mañaneras del 11 y 12 de enero. Primero señaló que semejante acuerdo de corrupción evidenciado, “es una prueba documental importantísima, es algo histórico que tenemos que conocer todos para que no se repitan estas cosas”. Esa componenda, impresa en un papel firmado, es fantástica o surrealista, muy descarada puesto que lo dio a conocer, el mismo presidente del PAN, aduciendo este que lo hizo para transparentar (¿?) ya que el gobernador y el PRI no le estaban cumpliendo. El pleito prianista, facilitó que el presidente acuñara la sonora locución de: “¡Cuando se reparte mal el botín, hay motín! En un comentario del Templo Mayor, suscrito por un “Bartolomé”, escribe: Muy caro le salió a Marko Cortés dar a conocer la repartición del botín, perdón, el acuerdo electoral con el PRI en Coahuila. En su afán por reclamar posiciones…la alianza opositora se rompió en esa entidad y, además, exhibió de fea manera los pactos más allá de lo político que hacen los dirigentes partidistas”, pues eso de “repartirse un magistrado, el Registro Civil, las oficinas de recaudación y ¡hasta notarías públicas!, nomás no cuadra con la idea de honestidad que quieren vender”. En el enjuague, también se incluye al instituto de información, que supuestamente debe ser ciudadano y autónomo. Y el reparto iba tan en firme, que el mismo gobernador Manolo, expuso que se incumplió porque el panismo no logró un 20% de votación.

En opinión de Álvaro Delgado, el avezado periodista nativo de Lagos de Moreno, ese arreglo prueba lo faccioso de las actuales dirigencias del PRI, PAN y PRD, advirtiendo que éste último, ya ni siquiera es tomado en cuenta para los repartimientos. Para el músico Horacio Franco, lo que Marko hizo al publicar el trato, es enorme desvergüenza y una desmedida torpeza como guía del panismo. En cuanto a Mario Delgado, guía estatutario de MORENA, la liga del PRIAN, la definió como una alianza de intereses para negociar cargos. Y enfatizó: “Lo único que le faltó al convenio es ver si se iban a distribuir el sueldo del gobernador o si se iban a repartir también las mesas y las sillas. Ellos no tienen un proyecto de país, no tienen un proyecto para las entidades donde gobiernan; ven a las instituciones públicas como un botín para apoderarse de él y seguir saqueando el país”. (La Jornada, 11 enero 2024).

Diversos escritores y académicos han censurado severamente este convenio fallido del prianismo en Coahuila. José Antonio Crespo, impugnador de la Cuatro T, sostiene en X, antes Twitter: “Somos muchos quienes hemos criticado duramente a Marko, incluyendo la solicitud de su renuncia”. Por su parte, el académico y escritor Héctor Alejandro Quintanar Pérez, al hablar sobre ese repulsivo acuerdo prianista, subraya que “no es un dislate, no es un exabrupto, es algo que refleja todo un proyecto político” de esas dos fuerzas partidistas, las cuales coinciden ya ideológicamente y con fondo oportunista para dispensar chambas de forma corrompida. Marko Cortes la reveló, no por transparencia, sino de manera cínica.

Es incuestionable, que cuando se cometen actos como el que nos ocupa, se agrede no solo a las instituciones, sin a la comunidad por entero. Por ello tenemos la obligación todos los ciudadanos, de estar bien informados, a efecto de actuar cívica y vigorosamente contra ese modo de corrupción; esta conducta debe practicarse a diario, sin paréntesis, y muy especialmente, el día de las elecciones, cuando el poder de nuestro voto, en una jornada democrática distintiva, decidirá el porvenir de la ciudad, el Estado y mas que nada, de la nación.

OPINAR CON EL HÍGADO, INDIGNO DE PERIODISTAS.

Por Pedro Vargas Avalos.

Ahora bien, antes de que se decida por los votantes, existen los procesos de selección de aspirantes, tanto en los partidos políticos, como entre los grupos de ciudadanos que independientemente se deciden a competir por algún cargo de elección popular. Enseguida sobrevienen los tiempos, tanto de precampañas como luego las campañas formales. En unas y otras etapas, los medios de comunicación son de suma importancia, y desde luego, allí destacan los periodistas, desde reporteros hasta los que opinan, comentan o analizan lo relativo a la política. No cabe duda, que unos y otros deben conducirse con dignidad.

Hoy por hoy, los mexicanos gozamos de indudable libertad y vivimos en un sistema democrático. Por lo tanto, debemos tener la información adecuada para llegado el caso, sufraguemos con madurez. Por lo pronto tenemos a dos mujeres, ambas encumbradas por sus partidarios, en la búsqueda del máximo sitial de autoridad que tiene la nación, es decir, la silla presidencial, desde la cual se ejerce el poder ejecutivo federal, cuyo titular conocemos como presidente de la República, o de forma oficial, de los Estados Unidos Mexicanos.

En razón de lo anterior, es que, dentro de los seguidores -porque aún son precampañas- de cada aspirante presidencial, pero con efectos hacia los que no son sus parciales, se lleven a cabo múltiples actos de respaldo, con el esencial objetivo de ganar adeptos y el día de los comicios, -ya desahogadas las campañas formales- lograr el triunfo electoral.

Vistas de esa manera las actividades político-electorales, todo es normal. Pero como para sinnúmero de los partícipes de la contienda, la política es similar a la guerra, y por ello, equivocadamente, consideran que, en aras de su triunfo, todo recurso se vale. En consecuencia, vemos como en cada bando, aunque lancen la piedra y escondan la mano, recurren a las mentiras (fake news) para urdir descalificaciones, todas fincadas en falsedades, calumnias y difamaciones, dando lugar a lo que conocemos como “guerra sucia”.

En el panorama predicho, recientemente apareció en una revista de larga trayectoria, una portada que despertó la reprobación general. Esa publicación es el semanario que en junio de 1953 fundara un periodista afamado, D. José Pagés Llergo (1910-1989) de origen tabasqueño: por cierto, alguien tildó a Pagés de ser un Quijote de la comunicación, y quizás por ello, este utópico personaje cervantino, se quedó como símbolo de la revista. Desde hace varias décadas, al impreso aludido lo dirige Beatriz Pagés Rebollar, accidentalmente nacida en Guadalajara el 24 de febrero de 1954; sin embargo, la señora ha dado muestras de ser más tabasqueña que tapatía, lo cual es comprensible.

Cuando menos desde que la mencionada persona dirige la revista heredada de su progenitor, tiene gran relación con el exgobernador de Tabasco, Roberto Madrazo Pintado -patrono de la agencia Latín US, archienemiga de AMLO-, también jerarca priista y frustrado aspirante presidencial en 2006, en cuyo equipo colaboró decididamente la multicitada Pagés. Esta, al año siguiente, fue diputada por el PRI. En 2016, con el corruptísimo Enrique Peña Nieto, fue designada para la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.  En 2019 doña Beatriz renunció al priismo, porque decía que el tricolor se había sumado al nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador, que, como todo opositor recalcitrante, suele llamarlo solo “López”.

 La fobia a su casi-paisano, data de siempre, por lo que el arribo de AMLO a la presidencia, fue algo doloroso para ella. Para reafirmar su antilopezobradorismo, se sumó a las huestes de Claudio X. González Guajardo, y allí permanece haciendo la guerra a la Cuatro T. Cuando surgió la entelequia llamada “Si por México”, convertida en alianza “Va por México”, ella fue una especie de vocera y en el discurso inicial, denunció que “hay un gobierno populista, cada vez más autoritario y destructivo, y la alianza propone construir el futuro”. Pagés Rebollar definió ese organismo como “la primera gran convocatoria de unidad nacional”, de quienes expresan un “no rotundo al odio, la división, el resentimiento y la mediocridad”. (El Universal, Juan Arvizu Arrioja, 23-12-020) Paradójicamente, así se comporta ella, según veremos.

Paso a paso, la repulsa al primer mandatario y lo que representa su movimiento, ha crecido, según se lee en los editoriales que ella escribe para su publicación. En una portada, llama “miserable” al presidente. Y así otras caras de la revista, llegando al colmo el pasado 8 de diciembre, ¡cuando “Siempre!» difundió un número (3678) donde aparece la silueta de Claudia Sheinbaum con una cinta alrededor de su cabeza, adornada de profusas esvásticas (suásticas), el símbolo de los nazis asesinos comandados por Hitler. Para que no haya dudas, garrapateó en su editorial: «Si permitimos que pase Morena, si dejamos que gane Sheinbaum, los exterminadores de México no solo serán los SS -los esbirros secretos del Führer alemán- de la 4T, sino una oposición sin coraje para impedir que México quede en las garras de un proyecto despótico y transexenal encabezado ahora por una comunista embozada».

La reacción a la imagen mencionada, fue unánime. La comunidad judía, calificó el uso de esos símbolos nazis en relación a la candidata, de “condenable e inaceptable”. Un grupo plural, conformado por académicos, comentaristas, artistas, intelectuales y periodistas, exigió a Beatriz Pagés Llergo, una disculpa pública, y que la publicación 3678 con el contenido fascista se retire de circulación: Enfatizan en su documento de protesta: “La señora Beatriz Pagés y su equipo editorial cruzaron una línea inadmisible en los tiempos que vivimos. La portada no sólo es deshonesta y ofensiva contra Claudia Sheinbaum, sino con las verdaderas víctimas del fascismo, con sus familiares y con los millones de personas que han luchado por la memoria y la no repetición.” Sumados a la condena, algunos medios tildaron a la portada de marras, de “infame”, de indignante, y otros la llaman “repugnante”. En el programa televisivo de Tercer Grado, del día 13 del corriente, apreciamos lo siguiente: Para Denise Maerker, es increíble se haya hecho esa portada, demostrando que “esa señora no sabe nada de historia”; portada “muy lamentable”, afirmó Leo Zuckerman, agregando: “cuando alguien acusa a otro de nazi, es que ya se quedó sin argumentos”. Se sumó Sergio Sarmiento -reconocido anti Amlo- precisando que es “inaceptable” la portada. Raymundo Rivapalacio, la condena y menciona que es más reprobable porque en el relativo artículo editorial, la autora ni al tema se refiere. Genaro Lozano, explica que, siendo indefendible, nefasta, (la portada) Pagés debería disculparse con Claudia.

Desde luego que la más lastimada, Claudia Sheinbaum, manifestó: “Hay una portada que es infamia, y agradezco… un desplegado en dos periódicos nacionales, de diversas personas, algunas que ni siquiera están de acuerdo con el movimiento, pero que -protestan porque- sí se pasó esta señora, … con esta portada de la revista que lleva suásticas, que es el símbolo nazi. Una cosa de mal gusto, pero que tampoco hay que dejar pasar porque la derecha recalcitrante usa la discriminación, el odio. Así son”. La Jornada, 15-XII-2023). En repudio a la multicitada portada, un colaborador -desde 2009- de la revista, Alfonso Suárez del Real, periodista (premio nacional 2014), promotor cultural y político, laureado con un galardón “Pagés Llergo” en el año 2016, cuando la publicación, señaló, era un espacio abierto a las libertades y respetuoso de las opiniones diversas, devolvió la distinción recibida, porque: “Grima da constatar las bajezas publicadas por quien perdió el más sagrado respeto a la labor del fundador de esa revista y el de sus fallecidos colaboradores”.

Como se difundió en Yahoo! Noticias, sobre el tema: “la publicación de la portada de Siempre! en contra de Claudia Sheinbaum parece poner en evidencia la militancia política de esta publicación, lo que contradice las raíces plurales de la revista”. En relación al suceso, la señora Pagés, pertinaz en sus aborrecimientos, solo cambió la portada y señaló que, al respecto, se habían hecho interpretaciones sesgadas. René Delgado la refutó, estableciendo que no da lugar a errores de razonamiento esa ilustración. Finalmente, Jorge Zepeda Patterson y los más de 150 firmantes del desplegado que comentamos, precisaron: “Beatriz Pagés logró lo que nadie, juntar a personas que piensan distinto para pronunciarse en contra de su grotesca portada. Cruzó una línea inadmisible”. Efectivamente, se aseveró con las vísceras, y ya sabemos el principio muy cierto de que, opinar con el hígado, es indigno de periodistas.