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ASPIRANTES PRESIDENCIALES: DOS ANTAGONISTAS Y UN TESTIGO.

Por Pedro Vargas Avalos

Si bien, cada una de las elecciones antedichas son importantes, la que se lleva una atención mayúscula es la correspondiente al presidente de la nación. Por ello es indispensable conocer tres aspectos: a) quienes se postulan para tan importante cargo, b) que instituciones partidistas los sustentan, c) cuales son sus planes de gobierno. 

En cuanto a las personas aspirantes a la presidencia, diremos que los cargos recientes que han detentado, y que dejaron para buscar ese elevado puesto público, sucintamente se exponen así: Claudia Sheinbaum (CS), es hija del químico Carlos Sheinbaum Yoselevitz y la bióloga Annie Pardo Cemo. Él nació en Guadalajara, Jalisco, mientras que ella nació en la ciudad de México, igual que su hija, la cual vino al mundo el 24 de junio de 1962, por lo que actualmente tiene 62 años. Estudió en la Facultad de Ciencias de la UNAM graduándose de licenciada en Física; continuó con su carrera académica y obtuvo los grados de maestría y el doctorado en Ingeniería en Energía. Ha sido luchadora universitaria en su época de estudiante, y luego partícipe de movimientos sociales. Siendo gobernador del Distrito Federal, el actual primer mandatario de México, la llevó a colaborar como secretaria del medio ambiente. Posteriormente logró ser titular de la Delegación Tlalpan y en 2018, gobernadora de la Ciudad de México. Habla inglés, impartió clases de física en la universidad y es madre de dos hijos, producto de su primer matrimonio con Carlos Imaz, de quien se divorció; a la fecha está casada con el doctor en física, Jesús María Tarriba. Fue fundadora de Morena y siempre ha permanecido en tal organismo.

Conforme todas las encuestas publicadas hasta la fecha, en tanto que Sheinbaum las encabeza con holgada ventaja (entre 20 y 40 puntos) sobre la candidata de “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez, esta senadora plurinominal con licencia, es nativa de Hidalgo, hija de Heladio Gálvez, profesor bilingüe de educación básica y de Bertha Ruiz, mestiza con raíces otomíes dedicada a las labores del hogar. Nació el 22 de febrero de 1963 en Tepatepec o Francisco I. Madero; emigró a la capital mexicana, donde estudió y se graduó en 2010 de ingeniera   en computación por la UNAM. Fundó varias empresas de su ramo y las hizo prosperar, hasta lograr una posición económica bonancible. El panista Vicente Fox la invitó a participar en su administración, nombrándola directora de la Oficina para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que transformó en Comisión Nacional; su labor en tal área se valoró como bueno. En 2010 participó en el proceso electoral para gobernador de Hidalgo, avalada por el PAN, el PRD el PT y Convergencia (hoy MC), pero perdió la elección. En las votaciones del Distrito Federal de 2015 fue candidata a jefa delegacional de Miguel Hidalgo por el PAN, ganando los comicios y desempeñándose en ese cargo del 1 de octubre de 2015 al 15 de marzo de 2018. Apoyada, aunque no afiliada de ese instituto, llegó a senadora de representación proporcional. Se mencionaba insistentemente, incluso ella lo declaraba, como precandidata al gobierno de la ciudad de México, pero finalmente fue lanzada -con el respaldo de Claudio X. González y los partidos del ahora FCM- como aspirante a la presidencia de la república.  Como se puede colegir, aun cuando navega como sin partido político, invariablemente ha competido por el PAN. Su pareja se llama Rubén Sánchez, viviendo en unión libre; tienen dos hijos, a los cuales Gálvez incorporó a su equipo de campaña.

El tercer aspirante para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador, Amlo, (surgido inesperadamente tras la claudicación del gobernador de Nuevo León en su anhelo de ser candidato presidencial) es el diputado federal de representación proporcional Jorge Álvarez Máynez, afiliado al MC y actualmente con licencia. Este político, nació en Zacatecas, Zacatecas el 8 de julio de 1985, lo que indica que es el más joven de los candidatos presidenciales. Es hijo de Felipe Álvarez Calderón y de Gabriela Máynez.        Contra el hecho de ser el más joven aspirante presidencial, en su carrera ha sido un verdadero saltimbanqui, o como se les califica popularmente, un chapulín. Véase los organismos en que ha militado: Movimiento Ciudadano (desde 2013); Partido Revolucionario Institucional (2010-2013); Nueva Alianza (2010); Partido de la Revolución Democrática (2003-2009) y finalmente, MC. Fue regidor en su ciudad natal, diputado local zacatecano y ya diputado federal, se le eligió coordinador de la bancada naranja (la de MC), donde declaró: “Soy un optimista racional y militante de las causas perdidas”: todo un profeta. En cuanto a su preparación, anotamos de su currículum, que de 2003 a 2006 estudió la licenciatura en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). De 2006 a 2008 estudió la maestría en administración y políticas públicas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y en 2010 concluyó la maestría en estudios internacionales en la misma institución. De 2017 a 2019 desahogó la maestría en derecho constitucional y derechos humanos en el Centro de Estudios Jurídicos Carbonell. En cuanto a su vida personal, en 2015 se casó con la actriz Karina Gidi, de quién se divorció luego de un año.​ Tiene un hijo nacido en 2018.

Frente a los datos de cada candidato presidencial, ya podemos tener idea suficiente de cual de ellos tiene mejor perfil, más recomendable experiencia y mayores méritos -además de opciones- para llegar a ser primer magistrado de nuestra patria. Otro aspecto, que puede redondear la información sobre ellos, es el referente a los partidos que los avalan. Los mexicanos tenemos ya un concepto de cada partido político, a partir del hecho de que, para conquistar el poder público, necesariamente se debe hacer postulado por una institución partidista. Los que optan por la vía independiente, en las difíciles circunstancias vigentes que rigen esa posibilidad, la verdad que están destinados a perder: por ello, en esta ocasión no existe ningún aspirante libre del requisito partidario.

La opinión que tienen los votantes, en general, sobre los institutos partidistas y sus dirigencias, es -salvo naturales excepciones- casi deplorable: los tachan de poco confiables, corruptos, antidemocráticos, vividores e ineptos. Con esas apreciaciones de plano lo único que impera es la frase que expresó un marchista el 18 de febrero: como hay que votar, lo haré por el que considere menos corrompido. La cruda realidad nos revela varias verdades: el partido mayoritario, sin duda alguna, es Morena, acosado por el desgaste del poder; el que le sigue a gran distancia, pero muy criticado por su alejamiento del pueblo y cercanía con el capital, es el PAN. El partido en plena decadencia es el tricolor (PRI) y el más disminuido, próximo a desaparecer, es el PRD. Verdadera calamidad, el PVEM y deslucido el PT; finalmente, sobre el MC, se le considera feudo de un dinosaurio (Dante Delgado) y cazador de despojos de otros organismos.

Para concluir, diremos sumariamente las divisas simbólicas de cada candidato (a) para conseguir el triunfo en las urnas. Claudia Sheinbaum afirmó en el zócalo capitalino: gobernaremos con la máxima del Humanismo Mexicano, por el bien de todos, primero los pobres. También señaló algo trascendente: afirmar la división entre poder político y poder económico, enfatizando:  “Nunca me someteré a ningún poder económico, político o extranjero”.  La paladina del lopezobradorismo, subrayó que combatiría cualquier forma de discriminación, racismo y clasismo. Dedicó sensible mensaje para los connacionales que viven en Estados Unidos: “Protegeremos y defenderemos los derechos de nuestros paisanos, héroes y heroínas, del otro lado de la frontera”. Algo que se había perdido en la Constitución, anunció se recobraría: “No debe haber reelección a ningún cargo de elección popular”. Dijo muchas propuestas y compromisos, englobados en cien puntos -desde salud, educación, justicia, salarios, ferrocarriles, carreteras, puertos, medio ambiente, agua, campo, etc., precisando apoyos a las ciencias básicas, naturales, sociales y a las humanidades, definiendo que la cultura es un derecho del pueblo y México será un país de lectores. Después de lo que propiamente es un prólogo del plan de su gobierno, recalcó:  “protesto ante ustedes no mentir, no robar y nunca traicionar al pueblo de México ni la dignidad de la República”.

“Por un México sin miedo” es la bandera de Xóchitl Gálvez, al arrancar su campaña en Fresnillo; allí mismo, dijo que, si gana, no echará culpa a los expresidentes sobre la inseguridad reinante, sino que ella misma será la responsable de recuperar la tranquilidad social. Ofreció edificar un centro penitenciario modernísimo, que servirá -según cree ingenuamente- para intimidar a los delincuentes. Enseguida, en Guanajuato, selló con sangre de su dedo, un papel en que sostiene que los programas sociales vigentes, no serán revocados. En su página oficial de internet, hizo públicas varias propuestas:  prioridad del crecimiento económico, éxito y prosperidad de las MiPyMes; crear el Sistema Nacional de Cuidados a favor de la mujer, para que ya no sea solo su ocupación el atender niños y familiares; distribuir la tarjeta ‘Mi Salud’ para la familia, a efecto de que se trate a sus miembros en cualquier clínica. Planteó urgente solución en relación con el ejército, sobre lo cual propone “rescatar” a las fuerzas armadas, por lo que sacaría a los soldados y marinos de las tareas civiles. En fin, criticando todo lo que hace la Cuarta Transformación (4T) y a la familia del presidente, asevera que las encuestas -que no la favorecen- están pagadas por su adversaria morenista, pero apuesta que ganará los comicios de junio.

Finalmente, el tercer candidato, Jorge Álvarez Máynez, endereza sus ataques a las dos candidatas, que para él son la vieja política. Pretende representar a la juventud, y que esta tomará las riendas de la nación. Debutó en su campaña formal en Lagos de Moreno, Jalisco, y formuló promesas locales para despertar simpatías en sus oyentes: hacer crecer a Jalisco y convertirlo en una prioridad nacional; ampliar a cuatro carriles el libramiento norte “que tanto merece Lagos de Moreno” y arreglar el aeropuerto del bello Lagos. Luego barruntó sus propósitos: pacificar el país, acabar con la impunidad y la injusticia, erradicar la violencia contra las mujeres y niñas; proteger a cualquier víctima de la inseguridad y en general ofreció que devolverá el derecho a un México mejor. El hecho de que las encuestas le dende 3 a 6%, dice no le preocupa porque en lo que resta para los comicios, remontará esos porcentajes.

Como podrá considerarse de lo brevemente aquí glosado: iniciadas las campañas electorales presidenciales, de los tres aspirantes, dos mujeres y un varón, da la impresión de que realmente compiten dos viables pretendientas y las acompaña un iluso suspirante cuyo papel no pasará de ser testimonial. 

ASPIRANTES PRESIDENCIALES: DOS ANTAGONISTAS Y UN TESTIGO.

Por Pedro Vargas Avalos

Si bien, cada una de las elecciones antedichas son importantes, la que se lleva una atención mayúscula es la correspondiente al presidente de la nación. Por ello es indispensable conocer tres aspectos: a) quienes se postulan para tan importante cargo, b) que instituciones partidistas los sustentan, c) cuales son sus planes de gobierno. 

En cuanto a las personas aspirantes a la presidencia, diremos que los cargos recientes que han detentado, y que dejaron para buscar ese elevado puesto público, sucintamente se exponen así: Claudia Sheinbaum (CS), es hija del químico Carlos Sheinbaum Yoselevitz y la bióloga Annie Pardo Cemo. Él nació en Guadalajara, Jalisco, mientras que ella nació en la ciudad de México, igual que su hija, la cual vino al mundo el 24 de junio de 1962, por lo que actualmente tiene 62 años. Estudió en la Facultad de Ciencias de la UNAM graduándose de licenciada en Física; continuó con su carrera académica y obtuvo los grados de maestría y el doctorado en Ingeniería en Energía. Ha sido luchadora universitaria en su época de estudiante, y luego partícipe de movimientos sociales. Siendo gobernador del Distrito Federal, el actual primer mandatario de México, la llevó a colaborar como secretaria del medio ambiente. Posteriormente logró ser titular de la Delegación Tlalpan y en 2018, gobernadora de la Ciudad de México. Habla inglés, impartió clases de física en la universidad y es madre de dos hijos, producto de su primer matrimonio con Carlos Imaz, de quien se divorció; a la fecha está casada con el doctor en física, Jesús María Tarriba. Fue fundadora de Morena y siempre ha permanecido en tal organismo.

Conforme todas las encuestas publicadas hasta la fecha, en tanto que Sheinbaum las encabeza con holgada ventaja (entre 20 y 40 puntos) sobre la candidata de “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez, esta senadora plurinominal con licencia, es nativa de Hidalgo, hija de Heladio Gálvez, profesor bilingüe de educación básica y de Bertha Ruiz, mestiza con raíces otomíes dedicada a las labores del hogar. Nació el 22 de febrero de 1963 en Tepatepec o Francisco I. Madero; emigró a la capital mexicana, donde estudió y se graduó en 2010 de ingeniera   en computación por la UNAM. Fundó varias empresas de su ramo y las hizo prosperar, hasta lograr una posición económica bonancible. El panista Vicente Fox la invitó a participar en su administración, nombrándola directora de la Oficina para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que transformó en Comisión Nacional; su labor en tal área se valoró como bueno. En 2010 participó en el proceso electoral para gobernador de Hidalgo, avalada por el PAN, el PRD el PT y Convergencia (hoy MC), pero perdió la elección. En las votaciones del Distrito Federal de 2015 fue candidata a jefa delegacional de Miguel Hidalgo por el PAN, ganando los comicios y desempeñándose en ese cargo del 1 de octubre de 2015 al 15 de marzo de 2018. Apoyada, aunque no afiliada de ese instituto, llegó a senadora de representación proporcional. Se mencionaba insistentemente, incluso ella lo declaraba, como precandidata al gobierno de la ciudad de México, pero finalmente fue lanzada -con el respaldo de Claudio X. González y los partidos del ahora FCM- como aspirante a la presidencia de la república.  Como se puede colegir, aun cuando navega como sin partido político, invariablemente ha competido por el PAN. Su pareja se llama Rubén Sánchez, viviendo en unión libre; tienen dos hijos, a los cuales Gálvez incorporó a su equipo de campaña.

El tercer aspirante para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador, Amlo, (surgido inesperadamente tras la claudicación del gobernador de Nuevo León en su anhelo de ser candidato presidencial) es el diputado federal de representación proporcional Jorge Álvarez Máynez, afiliado al MC y actualmente con licencia. Este político, nació en Zacatecas, Zacatecas el 8 de julio de 1985, lo que indica que es el más joven de los candidatos presidenciales. Es hijo de Felipe Álvarez Calderón y de Gabriela Máynez.        Contra el hecho de ser el más joven aspirante presidencial, en su carrera ha sido un verdadero saltimbanqui, o como se les califica popularmente, un chapulín. Véase los organismos en que ha militado: Movimiento Ciudadano (desde 2013); Partido Revolucionario Institucional (2010-2013); Nueva Alianza (2010); Partido de la Revolución Democrática (2003-2009) y finalmente, MC. Fue regidor en su ciudad natal, diputado local zacatecano y ya diputado federal, se le eligió coordinador de la bancada naranja (la de MC), donde declaró: “Soy un optimista racional y militante de las causas perdidas”: todo un profeta. En cuanto a su preparación, anotamos de su currículum, que de 2003 a 2006 estudió la licenciatura en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). De 2006 a 2008 estudió la maestría en administración y políticas públicas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y en 2010 concluyó la maestría en estudios internacionales en la misma institución. De 2017 a 2019 desahogó la maestría en derecho constitucional y derechos humanos en el Centro de Estudios Jurídicos Carbonell. En cuanto a su vida personal, en 2015 se casó con la actriz Karina Gidi, de quién se divorció luego de un año.​ Tiene un hijo nacido en 2018.

Frente a los datos de cada candidato presidencial, ya podemos tener idea suficiente de cual de ellos tiene mejor perfil, más recomendable experiencia y mayores méritos -además de opciones- para llegar a ser primer magistrado de nuestra patria. Otro aspecto, que puede redondear la información sobre ellos, es el referente a los partidos que los avalan. Los mexicanos tenemos ya un concepto de cada partido político, a partir del hecho de que, para conquistar el poder público, necesariamente se debe hacer postulado por una institución partidista. Los que optan por la vía independiente, en las difíciles circunstancias vigentes que rigen esa posibilidad, la verdad que están destinados a perder: por ello, en esta ocasión no existe ningún aspirante libre del requisito partidario.

La opinión que tienen los votantes, en general, sobre los institutos partidistas y sus dirigencias, es -salvo naturales excepciones- casi deplorable: los tachan de poco confiables, corruptos, antidemocráticos, vividores e ineptos. Con esas apreciaciones de plano lo único que impera es la frase que expresó un marchista el 18 de febrero: como hay que votar, lo haré por el que considere menos corrompido. La cruda realidad nos revela varias verdades: el partido mayoritario, sin duda alguna, es Morena, acosado por el desgaste del poder; el que le sigue a gran distancia, pero muy criticado por su alejamiento del pueblo y cercanía con el capital, es el PAN. El partido en plena decadencia es el tricolor (PRI) y el más disminuido, próximo a desaparecer, es el PRD. Verdadera calamidad, el PVEM y deslucido el PT; finalmente, sobre el MC, se le considera feudo de un dinosaurio (Dante Delgado) y cazador de despojos de otros organismos.

Para concluir, diremos sumariamente las divisas simbólicas de cada candidato (a) para conseguir el triunfo en las urnas. Claudia Sheinbaum afirmó en el zócalo capitalino: gobernaremos con la máxima del Humanismo Mexicano, por el bien de todos, primero los pobres. También señaló algo trascendente: afirmar la división entre poder político y poder económico, enfatizando:  “Nunca me someteré a ningún poder económico, político o extranjero”.  La paladina del lopezobradorismo, subrayó que combatiría cualquier forma de discriminación, racismo y clasismo. Dedicó sensible mensaje para los connacionales que viven en Estados Unidos: “Protegeremos y defenderemos los derechos de nuestros paisanos, héroes y heroínas, del otro lado de la frontera”. Algo que se había perdido en la Constitución, anunció se recobraría: “No debe haber reelección a ningún cargo de elección popular”. Dijo muchas propuestas y compromisos, englobados en cien puntos -desde salud, educación, justicia, salarios, ferrocarriles, carreteras, puertos, medio ambiente, agua, campo, etc., precisando apoyos a las ciencias básicas, naturales, sociales y a las humanidades, definiendo que la cultura es un derecho del pueblo y México será un país de lectores. Después de lo que propiamente es un prólogo del plan de su gobierno, recalcó:  “protesto ante ustedes no mentir, no robar y nunca traicionar al pueblo de México ni la dignidad de la República”.

“Por un México sin miedo” es la bandera de Xóchitl Gálvez, al arrancar su campaña en Fresnillo; allí mismo, dijo que, si gana, no echará culpa a los expresidentes sobre la inseguridad reinante, sino que ella misma será la responsable de recuperar la tranquilidad social. Ofreció edificar un centro penitenciario modernísimo, que servirá -según cree ingenuamente- para intimidar a los delincuentes. Enseguida, en Guanajuato, selló con sangre de su dedo, un papel en que sostiene que los programas sociales vigentes, no serán revocados. En su página oficial de internet, hizo públicas varias propuestas:  prioridad del crecimiento económico, éxito y prosperidad de las MiPyMes; crear el Sistema Nacional de Cuidados a favor de la mujer, para que ya no sea solo su ocupación el atender niños y familiares; distribuir la tarjeta ‘Mi Salud’ para la familia, a efecto de que se trate a sus miembros en cualquier clínica. Planteó urgente solución en relación con el ejército, sobre lo cual propone “rescatar” a las fuerzas armadas, por lo que sacaría a los soldados y marinos de las tareas civiles. En fin, criticando todo lo que hace la Cuarta Transformación (4T) y a la familia del presidente, asevera que las encuestas -que no la favorecen- están pagadas por su adversaria morenista, pero apuesta que ganará los comicios de junio.

Finalmente, el tercer candidato, Jorge Álvarez Máynez, endereza sus ataques a las dos candidatas, que para él son la vieja política. Pretende representar a la juventud, y que esta tomará las riendas de la nación. Debutó en su campaña formal en Lagos de Moreno, Jalisco, y formuló promesas locales para despertar simpatías en sus oyentes: hacer crecer a Jalisco y convertirlo en una prioridad nacional; ampliar a cuatro carriles el libramiento norte “que tanto merece Lagos de Moreno” y arreglar el aeropuerto del bello Lagos. Luego barruntó sus propósitos: pacificar el país, acabar con la impunidad y la injusticia, erradicar la violencia contra las mujeres y niñas; proteger a cualquier víctima de la inseguridad y en general ofreció que devolverá el derecho a un México mejor. El hecho de que las encuestas le dende 3 a 6%, dice no le preocupa porque en lo que resta para los comicios, remontará esos porcentajes.

Como podrá considerarse de lo brevemente aquí glosado: iniciadas las campañas electorales presidenciales, de los tres aspirantes, dos mujeres y un varón, da la impresión de que realmente compiten dos viables pretendientas y las acompaña un iluso suspirante cuyo papel no pasará de ser testimonial.

FILOSOFANDO: ARRANCAN LAS CAMPAÑAS

Por: Juan M. Negrete

También se renovarán los gobiernos de nueve estados de los treinta y dos que componen la república. Es casi un tercio del espectro. Por supuesto que al renovar el gobierno estatal se tiene que entrar a la disputa por el poder ejecutivo, pero también a la de las curules de su poder legislativo. Poco a poco vemos entonces que el abanico a presentar para la elección de opciones se volverá alto o nutrido, como mejor se quiera entender. Esto anuda con más lazos la disputa por los puestos federales.

Y, por si fuera poco, ya en la parte baja de la tabla de la atención, está la renovación de las autoridades municipales que son una vastedad. Estamos hablando entonces de una sacudida de puestos demasiado extensa y a la que pocos mexicanos se mantendrán indiferentes. Si no les pica el aguijón de su interés por la disputa en la cresta, puede ser que se entusiasmen por los jaloneos de la media tabla o por la del suelo raso. Es decir pues, que habrá para todos y en alguna de esas plazas nos encontraremos.

Llamarle a esta movilización en plural es correcto entonces, pues son demasiados los procesos de disputa electoral que se han de escenificar. Al acudir a las casillas a emitir el sufragio, en algunos sitios habrá tres, cuatro y hasta siete o más urnas para distribuir la oferta de papeletas. No nos ocurren siempre procesos tan concurridos, pero éste será uno de ellos. Dentro de noventa días pasaremos a este ejercicio colectivo y nos desgarraremos las vestiduras por sus resultados, como lo hacemos siempre. Ya lo veremos.

En medio de tanta parafernalia, la disputa que se lleva la palma de la atención es la que se escenifica por la titularidad del poder ejecutivo. El popular AMLO va a dejar la silla y hay tres candidatos a sustituirlo. Casi todo el público afirma que tocará a una mujer el relevo, lo cual vendrá a ser una novedad en nuestra historia. A tal sitial nunca ha llegado una fémina, ni por equivocación. No es profecía, pero pareciera que el vaticinio es correcto. Son dos las mujeres que andan en la lisa, acompañadas de un varón nada más. El señor Máynez del partido del Movimiento Ciudadano es el único personaje masculino trepado al ring. Mas parece que todos coincidimos en que su número porcentual de votos no rebasará siquiera un dígito. O sea, por adelantado lo estamos dejando fuera de combate.

Las dos señoras que abanderan la colisión sí tienen momios de respaldo suficiente como para suponer que trepará una de ellas a la silla disputada. A las dos las conoce de sobra el público sufragante y el voto colectivo se dispersará para ambas según la preferencia que han despertado. A la señora Xóchitl Gálvez Ruiz la propuso, desde hace casi un año ya, el grupo oligárquico que comanda Claudio X. Desde el sexenio de Peña Nieto, los tres partidos que eran entonces mayoritarios (PRI, PAN y PRD) celebraron una alianza a la que llamaron dizque ‘Pacto por México’. Y ahí siguen. Ellos son la plataforma de lanzamiento para esta señora y le siguen sirviendo de sostén. Ya veremos la suerte que les seguirá en la presente confrontación.

La candidata a vencer, de acuerdo a los números que han estado arrojando las encuestas y los pulsos de opinión desde hace varios meses y cuyas tendencias no muestran variaciones al arrojar la preferencia a su favor, es doña Claudia Sheinbaum Pardo. Ya ha ocupado puestos dentro del funcionariato del país. El último, del que saltó a la presente candidatura, es el del gobierno de la ciudad de México, la capital de la república. Por supuesto que se trata de una política profesional y ya han tenido tiempo los ciudadanos para pulsar su experiencia de gobierno. No será entonces una improvisada para estas tareas, si es que se confirman las tendencias por su favoritismo a la hora de la votación.

No hay que caer en la vieja indolencia a la que las rutinas del PRI nos habían acostumbrado, de que desde antes de que se celebraran las elecciones ya sabíamos quién iba a ser el ganón. Así que la campaña era, más que período de proselitismo, la etapa descarada de la cargada. Se arrimaba el cuerpo al ganón para alinearse con él y hallar acomodos en el presupuesto. Son malas aficiones que habrá que sepultar, si es que haya aún equipos que jueguen estas cartas marcadas. Hoy no sabemos que ya haya ganador seguro, desde antes de que se celebren los comicios. La 4T o Morena en el poder ha abierto la puerta a la competencia real y no más simulada y es el respaldo al que invoca doña Claudia para su legitimidad. Parece que se dirige a esta meta con pie firme y sí lo conseguirá. Ya lo veremos pues, que en esta danza

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FILOSOFANDO: EN LA UDEG NO APRENDEMOS

POR: Juan Manuel Negrete

Se trata de un asunto sobre las pensiones de los trabajadores de nuestra benemérita alma mater. Cuando atracaron la bolsa recaudatoria que atesoraba el fondo para jubilación a todos los trabajadores del país, viniendo la orden del gobierno federal, a los que laborábamos en la UdeG no nos azotó el viento. Aquí se jugaron los dados de otra manera.

La orden del atraco se promulgó como ley el año de 1997, cuando se dispuso que los fondos para el retiro ya no se rigieran con la modalidad del beneficio definido, sino que se convirtiera el monto de cada trabajador en una cuenta individual personalizada. Obviamente había que abrirle una cuentita a cada trabajador en una institución bancaria. Y esa institución le iba a administrar su fondo, a cuidárselo y a pagarle intereses. Cuando se llegara el momento de su retiro se lo iba a entregar. Eso no ocurriría antes del año del 2021. Las administradoras se llamaron Afore. Todo esto ya nos es bien conocido.

Lo nuevo de la modalidad consistía en que el monto mensual de la pensión iba a resultar raquítico. Ni cuándo que se contemplara que el pensionado fuera a recibir la misma cantidad de lo que percibía cuando estuvo en activo. Cuando mucho recibiría la mitad de tal cantidad, si le iba a ir bien. Y eso, mientras le durara lo que había atesorado en su cuentita personal. Acabándosele las monedas a la bolsita, se acabaría la pensión. ¿Y qué va a hacer el viejito? Pues rascarse con sus uñas e irse con su música a otra parte. Así de justos y así de generosos nos vemos en estos nuevos tiempos neoliberales. Bueno, pues para ahorrarnos estos malos tratos, la UdeG nos sacó a todos de las nóminas del IMSS. No estábamos inscritos con lo que devengábamos realmente, sino con uno o dos salarios mínimos. Nos sacaron y nos armaron una bolsita propia, dizque para que no pasáramos calenturas ajenas. Montaron un fideicomiso del que se tomarían los fondos para el retiro, cuando ya se llegara su tiempo. Ese fondo se armó con un capital semilla y luego con otras aportaciones. Pero lo grueso de la aportación consistió en un descuento permanente del diez por ciento del salario de cada trabajador. La patrona (léase UdeG) iba a aportar una cantidad igual a la de los trabajadores.

Con este fondo, bien administrado desde luego, íbamos a llegar al 2038 sin necesidad de tener que revisarlo ni complicar nota alguna. Podíamos dormir el sueño de los justos. Era período más que amplio y suficiente para dedicarse a otra cosa, mariposa. Si los descuentos empezaron en el 2003 y se garantizaba un período de seguridad hasta el 2038, estábamos hablando de treinta y cinco años de seguridad financiera. Claro que para eso el tal fondo debería permanecer intocado, no desviado para otras tareas y además sólo estaría invertido en cuentas seguras y no de riesgo, para que no se fuera a perder nada en tales maromas, que suele pasar.

Pues pasó. No sólo le estuvieron metiendo mano para otros fines, como un préstamo de setenta millones que le facilitaron al congreso del estado y otro de ciento veinte millones que le dieron al equipo de los leones negros. También se pusieron a hacer inversiones de riesgo y, como es previsible para estos casos, la bolsa sufrió perdidas en la inversión y se le desplomó su solvencia. Por supuesto que los reportes de los rendimientos de estos fondos, que se hacían públicos al principio, como se volvieron negativos dejaron de publicarse. La página se oscureció. Este punto particular sigue pendiente.

Apenas en la edición pasada de la FIL había dicho el rector Villanueva que el régimen de pensiones de la UdeG era el más sano del mundo y que estaba garantizada su vigencia hasta el año del 2038, como era la cantaleta triunfalista de siempre. Un mes después, en enero de este año, nos salió con la sorpresa el mismo personaje de que era muy necesario que se ampliaran las aportaciones que hacemos los trabajadores al fideicomiso, pues ya no estaban garantizados los pagos. El quebranto estaba a la vista.

Citaron a sesión al Consejo General Universitario para este jueves 22 de enero y ahí, por vergonzosa unanimidad de 170 votos a favor, ninguna abstención y ninguno en contra, aprobaron que se nos descuente más a los trabajadores. Ahora será el uno por ciento de los aumentos al salario que nos vengan en los próximos cinco años. Determinaron hacer lo mismo con el dos por ciento de las prestaciones. Y que todo ese dinero se vaya al fideicomiso.

170 votos completitos. ¿Cómo le harán? ¿Todo mundo está de acuerdo y de manera total en cada una de sus cláusulas? ¿170 votos universitarios deciden legalmente por el destino de una parte del dinero de 22 mil trabajadores? ¿Qué está haciendo ahí, en esta cuenta, el tercio de votantes que representa a los estudiantes y que no llevan vela en este entierro? ¡Más respeto, señores consejeros! Ya es tiempo de haber aprendido al menos las formas atinadas de las decisiones colectivas y de atenerse al buen sentido por el que se ha de conducir el tequio. Pero a lo que vemos, no aprenden un ápice de las lecciones necesarias de la vida. Ya veremos qué se siga de tanto despropósito. O ¿nos iremos a dejar lastimar otra vez los siempre perjudicados?