Cumplir 25 años no es tarea fácil: celebrado las bodas de plata de Expresión

Carlos Palomera García

Hace 32 años, un grupo de jóvenes llegó a El Grullo con ánimos de aventura y con muchas ilusiones de trabajo.  Su área laboral se encontraba en el macizo montañoso de la Sierra de Manantlán.  A este grupo, los grullenses los bautizaron “los de las Joyas”, por el nombre de la Estación Científica y del Laboratorio de Investigación de la Universidad de Guadalajara, que decidió tener su cuartel en El Grullo.  La llegada de jóvenes que se salían de las normas y tradiciones causó cierto recelo y suspicacia entre los lugareños: “hombres y mujeres solteros viviendo en las mismas casas”,  “trasladarse en bicicleta en pantalones cortos al trabajo”, “todos trabajando con plantitas y animalitos”, “probablemente se dediquen a cultivar y producir productos no legales porque trabajan en un laboratorio”. En fin, comentarios de este tipo abundaban sobre nosotros.  

Arroyo Sierra de Manantlán, (lugar de los manantiales y del maíz primitivo) de donde proviene parte del agua potable para El Grullo y poblaciones adyacentes

El Grullo era sin lugar a dudas más tranquilo de lo que hoy es. Pocos carros y al menos 12 cuadras pavimentadas… Las demás calles eran de primera, porque era difícil cambiarle a segunda y, menos a tercera, por la cantidad de pozos que las adornaban.  Unas cuantas empresas distribuidoras de agua, y dos personas a la fecha vendiendo agua en sus carretas tiradas de burros (mulas)… La típica nieve del burrito, las caminatas alrededor del quiosco, y qué decir de las fiestas: los recibimientos, las farolas, los toros de once, y de una… Los artistas que venían al Palenque causaban furor y atraían a jóvenes y no tan jóvenes de toda la región: Para los ojos de los de las Joyas, todo esto constituía un viaje a sabores y placeres muy distintos a los que estábamos acostumbrados en la ciudad de Guadalajara. 


Uno de los dos pipones que a la fecha continúan vendiendo agua, ya no tan zarca y sabrosa como la de antaño

En otros aspectos, a mí en lo particular me llamaba la atención la cooperativa de consumo, las cajas populares Sta María de Guadalupe (ahora SMG) y la Agustín de Iturbide, así como la CTM.  Las dos primeras constituían un esfuerzo de trabajo en equipo para el bienestar de sus socios y de la población en general, y junto con la CTM, constituían un polo de atracción económica. La cooperativa era un ejemplo de trabajo en equipo y con precios accesibles, en donde al final del año había reparto de utilidades entre sus socios.  Este buen derecho, y por eso el nombre de cooperativa, quedó en las páginas de historia de la ciudad  Era la principal competencia de la tienda CTM, sobre todo en productos frescos, y sin duda, estas eran una razón que atraía a personas de distintos lugares.   Otra fuente de interés para los fuereños era, y creo que sigue siéndolo, el Centro Naturista.  En 1987, El Grullo era, para nuestros ojos, más activa  económicamente hablando que otros ciudades de la región.  

Eso sí, trasladarse a Guadalajara o incluso a Autlán en transporte público requería armarse de paciencia.  Tan solo ir a Autlán tomaba 1 hora porque no había transporte por el Ingenio. En tiempo de lluvias, y en especial en huracanes, se cerraba el paso por esta ruta porque el puente de una sola vía era usualmente rebasado por el río Ayuquila.

Es en este río en donde varios compañeros empezaron a trabajar para mejorar las condiciones ambientales. El ingenio echaba tal cual sus aguas residuales al río, matando con esto a peces e invertebrados, y causando problemas a ganado y personas que usaban para sustento y recreación las aguas río abajo.  Las investigaciones hechas por el equipo de trabajo y con el apoyo de las comunidades, se logró que el Ingenio cambiara su forma de manejo de residuos y, afortunadamente, las cosas mejoraron un poco. El problema sigue siendo la contaminación por aguas negras que se vierten directamente y que constituyen un foco de enfermedades en toda la región.   

Otra de las cosas que pasaban cuando llegamos, y que se ha modificado un poco, es la forma cómo se fumigaban los cañaverales del valle.  En la década de los noventa, la fumigación se realizaba mediante avioneta. Con ese método, justos y pecadores recibíamos nuestra dosis de plaguicidas, digo, para que no hubiera distinción. “Afortunadamente” eso ya dejó de hacerse. Ahora sólo hay que batallar con los cientos de trabajadores que fumigan sin protección para ellos, y sin las normas que reducirían el impacto a los que por su cercanía pasen.

En 1992, año que inició la publicación EXPRESION,  decidí salir de El Grullo para realizar estudios de posgrado. A mi regreso, dos años después, noté varios cambios que me asombraron. Uno fue ver que había ya muchas mujeres, que no eran de Las Joyas, andando en bicicleta, otra muy desafortunada pero no exclusiva de El Grullo, el inicio del uso masivo de plásticos. Las botellas de vidrio y los cucuruchos de papel periódico y bolsas de ixtle, estaban siendo reemplazados por sus similares plásticos, y con ello la cantidad de basura que se estaba produciendo. En esos años, otro compañero de Las Joyas empezó con la campaña de reciclado, y la ciudad de El Grullo, se convirtió en la primera comunidad del Estado de Jalisco que inició separando sus desechos.  Esta actividad ha tenido muchos tropiezos y obstáculos, pero con todo y las fallas y la falta de participación de todos los grullenses, nuestro Municipio sigue siendo referencia cuando se habla de la separación de residuos.  Ojalá más de nosotros participáramos en esta actividad, y que nuestros cañaverales y canales y caminos dejaran de ser el basurero sustituto. 

Desde 1992, nuestro amigo Leonel Michel, a quien recuerdo trabajando al frente de la biblioteca de la Caja SMG, ha llevado a cabo la laboriosa y no siempre bien aquilatada tarea de editar y producir el periódico EXPRESIÓN. Este agosto se cumplen 25 años en los que casi de manera ininterrumpida, este medio de comunicación ha servido para difundir noticias, recuerdos y formas de pensar de sus varios colaboradores, con el fin de hacer de este Grullo un lugar más informado, más vinculado. Muchos han colaborado y dejado huella. Un servidor estuvo rehuyendo la invitación de Leonel, y hasta hace poco fue que me animé a participar. Sé que ha habido muchas críticas para este medio de comunicación, pero esas críticas no se han traducido en algo que constituya una opción distinta. Expresión celebra sus ¡bodas de plata! Pocos sobreviven los vaivenes de un cuarto de siglo. Pocos podemos jactarnos de trabajar por el bienestar de la comunidad por ese tiempo, y con el gusto que caracterizan al editor de este periódico.Es un ejemplo,  como son los ejemplos de las cajas y la cooperativa, en los que El Grullo es el centro de acción. Así que  MUCHAS FELICIDADES LEONEL MICHEL por este trabajo en aras de un mejor El Grullo. Enhorabuena EXPRESION.

En esta edición especial quise compartir con los lectores algunos de los muchísimos cambios que desde mi llegada a esta ciudad han ocurrido, desde mi corta visión. Dicen que el burro no es de donde nace, sino de donde pace. Llegué para quedarme hace más de 3 décadas, y pues me siento orgulloso de vivir en este lugar, y de tratar, con mis pocas acciones en hacer algo por el bienestar de mi ciudad adoptiva. Me complace también haber colaborado en este medio de difusión de noticias y de saberes.  Muchas gracias.

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