En primera plana Luis Fernando García

Y los caminos de la innovación y la creatividad 

Entrevista
Cometida por
Videoconferencia

Entrevista por:
Nestor Daniel Santos Figueroa

El pasado mes de mayo, durante los Juegos Intercampus El Grullo 2017, de los Institutos Tecnológicos y de los cuales El Grullo fue anfitrión, se presentó un espectáculo de video mapping, técnica que consiste en proyectar o desplegar una animación o imágenes sobre superficies reales, normalmente inanimadas, para conseguir un efecto artístico y fuera de lo común basado en los movimientos que crea la animación sobre dicha superficie.
El espectáculo, que por cierto tuvo una recepción inolvidable por parte del público, fue diseñado y coordinado por Luis Fernando García, Ingeniero en Sistemas por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), quien con este acto obtenía el reconocimiento de la ciudad en cuyas calles creció, compartió y descubrió el camino que seguiría hasta hoy.
Lo conocí en la niñez. Era vecino de mi abuela, a la cual visitaba constantemente, y más adelante, en la adolescencia, fue el responsable de la grabación del primer video de la banda de rock “Llanomás” de la que fui guitarrista. Él apenas cursaba –si recuerdo bien- primero de secundaria. Hoy en día parece juego de niños grabar un video al existir aplicaciones que hacen posible hacerlo desde un simple teléfono celular, pero esto ocurrió en 1995 y apenas contó con una videocámara y dos videocaseteras, su enorme capacidad y, por supuesto, su talento.
Coincidimos algunos años más en El Grullo. La música y el interés por actividades socioculturales alternativas en las que participamos me permitió de alguna manera seguir sus pasos y proyectos, hasta que me instalé definitivamente en Guadalajara. Al enterarme del proyecto realizado en los juegos, me di a la tarea de buscarlo para entrevistarlo y tras un intento fallido para entrevistarlo presencialmente, finalmente tuvimos una breve charla a distancia, por medio de Skype, ¿de qué otra manera podría ser?
Luis Fernando García nace en Guadalajara, Jalisco, por emergencia. Ya desde antes, durante la gestación y según le contó su madre, causaba problemas, presagio quizás de una vida destinada a irrumpir en todo cuanto se viera involucrado, de un talento proclive a la búsqueda, a la innovación, a no quedarse en el límite de lo cotidiano, en la línea de lo estrictamente aceptable. Fue registrado ahí mismo, en la capital del estado, donde vivió los primeros seis meses de su vida, y hasta entonces llegó a El Grullo por vez primera.
Aunque a partir de los tres años, debido al trabajo de su madre, tuvo que vivir en Tonaya y La Barca, regresaría a terminar la secundaria y cursar la preparatoria. Se ausentaría cinco años más, el tiempo que le tomó estudiar la ingeniería, y volvería para establecerse definitivamente en esta ciudad. Sin embargo, radicar en El Grullo no le ha impedido seguir creciendo en conocimientos, pues su especialización, asegura, consiste precisamente en mantenerse innovando, aprendiendo, estudiando, en cursos, diplomados, involucrándose en diversos proyectos, etcétera, tanto en el país como en el extranjero.
De sus primeros pasos en la informática, nos cuenta:
“En el BTG conocí la programación gracias al maestro Rubén Figueroa, quien es actualmente el director y a quien considero uno de mis mejores maestros. También me inspiró mucho el maestro Jorge Fajardo, quien siempre andaba al último grito de la moda con noticias de tecnología. En la prepa me tocó concursar a nivel estatal en Lagos de Moreno y aunque los padres de familia que tuvieron que cooperar para poder llevarme al concurso y el director de aquellos años no me tenían mucha fe, aun así gané el primer lugar y representé al estado de Jalisco en la asignatura de computación a nivel nacional.”
Sus años de estudiante universitario los compartió con otra de sus grandes pasiones: la música.
“Tuve la suerte de que mi mamá me pudiera pagar mis estudios, pero no le gustaba que yo anduviera de rapero. Tenía una banda de Hip Hop con mi amigo Balam que se llamaba Zoociedad Anónima, le echábamos muchas ganas. Organicé por 5 años consecutivos el “Hip Hop Show”, sin patrocinios y pocos colaboradores. De hecho, en la universidad tengo bajas calificaciones porque a la vez yo estaba muy metido en cuestiones de audio y video, de ingeniería y creatividad, tal vez por eso nunca le gustó a mi madre, pero eso fue justo lo que me hizo ser quien soy ahora, una combinación entre artista e ingeniero.”
La música ha sido parte medular en su vida, pues la considera una de sus guías cuando sigue lo que le dicta el corazón. Y no es improvisado, pues siempre ha estado rodeado de músicos, incluyendo a varios familiares, su padre es escritor y siempre ha estado cerca de la música. Este aspecto de su vida, ligado íntimamente a la música, al arte, se afianza en la herencia de su madre, que a pesar de no tener estudios universitarios, logró una exitosa carrera laboral y era muy buena para el cálculo, los números y su parte filosófica, explica.
Recuerda con afecto los años de su adolescencia en El Grullo, “Las circunstancias, los amigos, El Grullo, algo que nos tocó vivir como una cuna del movimiento artístico alternativo. En la inauguración de COMPELEC se hizo una contrata. Fui el primero en llevarse su computadora. Después de un año, a la última persona a la que le entregaron su compu ya incluía un CD-ROM. Así me di cuenta que eso de la tecnología cambiaba muy rápido. Luego tuve que vender mi bicicleta para comprar un quemador de CD con el que hice mi primer negocio, traer 500 pesos en la prepa era como ser millonario para mí.”
La innovación ha sido su ventaja competitiva, asegura. Después de participar en un video entre amigos roqueros en 1995, con aparatos que apenas conocía, 22 años después, está involucrado totalmente en el video mapping, una de las disciplinas que apenas explotan en el mundo. Llegó a él gracias a esa capacidad que da la insatisfacción de buscar siempre algo más, de ir más allá.
“Lo primero que busqué, fueron herramientas para hacer mapping, encontré una técnica y compré un programa, y en lugar de haberme guardado ese descubrimiento, subí un video tutorial a youtube sobre cómo hacerlo. Eso cambió mi vida. El mapping se puso de moda un año después y cuando las agencias creativas buscaban cursos para aprender a hacerlo, me contrataban para enseñarles. Impartí un total de 27 cursos de mapping en 8 estados de la república y 2 de EUA. En tres días que duraba mi curso ganaba más que con mi sueldo mensual en mi trabajo actual, hecho que me motivó a renunciar y arriesgarme a trabajar 100% por mi cuenta. Todo gracias a que compartí un poco de lo que aprendí por Internet”
Llamó la atención a tal grado que los medios lo buscaron para entrevistarlo, destacando entre ellos TV Azteca. Al compartir conocimientos se le abren las puertas, las empresas lo contactan pero quedaba pendiente compartirlo con su pueblo, en donde hubo un primer intento para proyectar en el festejo de los 100 años como municipio.
“Propuse hacer un mapping cuando se formó un comité para celebrar el centenario, fue cuando de igual manera se propuso crear el obelisco. En la propuesta del mapping para festejar los 100 años solo tendríamos que hacernos de dinero para la renta del equipo, yo no estaba cobrando honorarios. A todos les gustó la idea pero nadie se apuntó para hacernos del dinero. De haberlo hecho seríamos los primeros en toda la región de hacer un mapping y pues nos ganó Autlán con el Nocheztli. ¿y el obelisco? Más o menos, gracias…”
Para poder realizar proyectos, menciona, es necesario un buen equipo interdisciplinario y, sobre todo, venderlos. Su experiencia en el mapping se concentró en la impartición de cursos, al grado de dejar su trabajo como profesor universitario en el 2012. Y es hasta este año cuando el Instituto Tecnológico José Mario Molina Pasquel y Enríquez fue sede de los juegos intercampus, y es contactado para desarrollar el proyecto. Formó su equipo con amistades: Chuy Pelayo, Chalo, Akoatzin, el güero Saray, Balam, Marcela y Edgardo, creativos todos ellos.
De parte del equipo organizador recibió total libertad creativa. “Cuando te dan libertad creativa es porque confían mucho en ti o porque no saben lo que quieren. No creo que sea tantísima la confianza en mí.” Pero el proyecto fluyó y obtuvo el resultado que todos conocemos. Agradece especialmente a todo el equipo del Tecnológico Mario Molina campus El Grullo y a la Secretaría de Innovación del Estado de Jalisco quienes hicieron posible el evento.
Actualmente, trabaja con un equipo especializado en solucionar las necesidades informáticas de empresas, como las cooperativas. Está abierto a irse de El Grullo y, aunque no es su sueño trabajar para una empresa, si la oferta fuera muy conveniente, estaría dispuesto a irse.
“No creo en el talento… talento es aquello que las personas sin disciplina creen que las personas exitosas tienen, solo quien se saca la lotería le va bien de la noche a la mañana, los demás tenemos que sacrificar nuestra zona de confort y muchas otras cosas que nadie ve, no para alcanzar un sueño, sino para seguir aprendiendo. Creo que cuando te preparas y te interesas genuinamente en algo, los sueños llegan a ti, solo hay que aguantar y nunca voltear para atrás.”
Es el consejo de un profesional, que ha triunfado y nunca descansa en el trabajo de innovar, de crecer y trascender. Grullense, orgulloso de sus raíces, siempre dispuesto a aportar y dejar en alto el nombre de su pueblo.
La presente entrevista fue realizada en julio, por ese motivo añado el siguiente dato:
El pasado 6 de octubre, en el Edificio Arroniz de la Secretaría de Cultura se llevó a cabo la final de la cuarta edición del VJ Mapping Tournament, que se realizó en el marco del Congreso Internacional sobre Industrias Culturales y Creativas. En total fueron ocho finalistas de distintas nacionalidades que, tras dos días de eliminatorias, mostraron lo mejor de su repertorio para que el jurado calificara “el uso del espacio arquitectónico, la reactividad al audio y el contenido de la proyección”.
El ganador del primer lugar y de un viaje a Amsterdam para competir en la siguiente edición del certamen fue Luis Fernando García. ¡Enhorabuena y felicidades!

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