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EL MUNDO ES UN BALON, LOS MEXICANOS FIELES FUTBOLEROS

Por Pedro Vargas Avalos.

Cada cuatro años, el orbe se conmueve con motivo del campeonato mundial de futbol que organiza la Federación Internacional de ese deporte (FIFA), institución que en nuestro país tiene como afiliada a la Federación Mexicana de Futbol (FEMEXFUT). Por esa razón, nuestro planeta pareciera que se transformara en gigantesco esférico, y en general los mexicanos, esperanzados en que la selección nacional haga notable papel, hacemos votos fervientes para que esa meta se alcance.

Anotamos que, en disciplinas balompédicas de menores de edad, incluso las de corte olímpico, nuestra nación ya ha sido la primera del planeta; pero el pueblo lo que quiere es que la llamada “selección grande” sea la que se signifique, lo cual tristemente no h a sucedido, ni siquiera cuando se jugaron los partidos mundialistas en nuestro país, en 1970 y 1986. Dentro de cuatro años, volverá a ser sede de esta máxima competencia, aunque ahora en asociación con Estados Unidos y Canadá. Esto marcará un récord, lo cual no va la par con los resultados deportivos.

En Jalisco, quizás una de las Entidades federativas más futboleras,  no se hace otra cosa que hablar y hablar del certamen más universal que se cultiva desde hace décadas, (son casi 300 millones de personas en la actualidad, pues en 2006, según datos de FIFA rebasaban los 270 millones de practicantes, por lo que hoy por hoy, el número de aficionados deben ser varias veces esa cantidad) y que cada cuatrienio se reúnen para disputar la supremacía mundial; en esta ocasión el campeonato tiene como sede al exótico igual que rico país árabe -emirato- de Qatar, allá frente al lejano golfo Pérsico en el oeste de Asia.

Para los jaliscienses, hasta hace unos lustros, el balompié (traducción de la palabra inglesa football, futbol entre nosotros y fútbol en España y otros lugares) casi era una religión, en virtud del paso impresionante que sostuvieron las afamadas “Chivas” del Guadalajara, equipo fundado en 1906 (con el nombre Unión) con la peculiaridad de estar integrado por puros mexicanos, lo que los hace realmente singulares no solo a nivel nacional sino internacional: este club mexicanísimo, se coronó año tras año hasta alcanzar más de la decena de galardones en la primera división profesional. Debemos anotar que esas coronas las logró en ligas que eran cabales, es decir, a visitas recíprocas entre los contendientes, por lo que su duración era el doble de lo que se estila en estos tiempos. En consecuencia, el mérito de ser reyes repetidamente, les acreditó el título de campeonísimos. Hasta este año, su récord es de trece campeonatos, lo cual, por ser un conjunto de solo nacionales, lo hace figurar como una hazaña.

No podemos pasar por alto a los rojinegros del Atlas (fundación, 1916), que fue la primera oncena que se coronó como campeón del popular deporte, en el remoto año de 1951: por esa razón, su grupo de partidarios (muy entusiastas, perseverantes y bravos) ostentan como divisa el de “Porra 51”. Recientemente lograron ser bicampeones, lo cual los volvió a insertar entre las asociaciones futboleras de primera línea, para satisfacción de la enorme hinchada tapatía, es decir, rojinegros, jaliscienses y demás seguidores de toda la república. Otros clubes deportivos como el Oro (1923) y el Nacional -1916-, (ambos lamentablemente ya fuera de la primera división) pusieron su granito de arena para que el deporte de las patadas fuese todo un rito en el Estado. Las dos instituciones universitarias guadalajarenses, la oficial (UdeG) y la particular (la UAG), pusieron su parte con dos conjuntos de primera división, que lastimosamente ya no están en ese nivel: los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, y los Tecos de la Autónoma.

Ciertamente, los organismos que rigen al futbol, tanto mundial como nacionalmente, e incluso estatalmente, no son lo purísimos que deseáramos. Repetidamente se les señala de explotadores de los jugadores (más si son del género femenino o de las fuerzas inferiores); de ser ingratos con los aficionados y hasta de considerárseles como burladores de impuestos. Pero la FIFA, regentea su ámbito con rígidas reglas y no tolera que, nadie ajeno, ni siquiera los gobiernos de cualquiera índole, intervengan para moderar a sus miembros, so pena de sanciones severas, que van de la suspensión hasta la desafiliación. Por ello es muchas veces tildada de mafiosa.

Es una lástima que los logros de la selección nacional, no hayan sido ni medianamente, correspondientes de la colosal afición de los mexicanos hacia el balompié. Cada cuatro años, con renovada fe, los millones de fieles incondicionales de la tricolor, gastan hasta sus ahorros para contemplar el paso del equipo de sus amores. Y cada cuatrienio (porque México es asiduo asistente -salvo raras excepciones- de los certámenes mundiales del ramo) se regresa con manos vacías y cuentas a deber: los mexicanos somos tan resignados, que tras digerir las eliminaciones -ordinariamente en cuartos de final- recargamos las pilas y volvemos a depositar nuestras esperanzas para el siguiente ciclo de competencias. Alguien cree que el hincha azteca tiene calidad de conformista o resignado.

Al respecto, expresó alguna vez el célebre Edson Arantes Do Nascimiento, el Rey Pelé: «El éxito no es un accidente. Es trabajo duro, perseverancia, aprendizaje, sacrificio y, sobre todo, amor por lo que estás haciendo o aprendiendo a hacer». Y quizás, los pateadores aztecas no aprendieron bien el mensaje, de allí sus medianos resultados en disputas entre naciones, como ya lo dijimos, en el nivel de primera división profesional.

Otro astro de esta materia, el portugués Cristiano Ronaldo, asegura que “»Ganar, eso es lo más importante para mí.” Y quizás no le fatal razón, pero acariciar ese objetivo no se puede sino se aplica lo que mencionamos del brasileño Pelé.

De igual manera que en la tauromaquia, donde se sostiene que no es “graciosa huida sino apasionada entrega”, nuestros pateabalones deben entender que su excelente posición, tanto en fama como económicamente, se debe a lo popular del deporte, y que más que a los organismos que los contratan, se deben a los millones de seguidores futboleros que a diario los siguen. Y a ellos -que es como dar cuenta a la historia- les han de rendir resultados que los satisfagan, ya que tal como dice Ronaldinho, «No se trata solo del dinero, se trata de lo que se logra en el terreno de juego».

En conclusión, confiamos -pero con las reservas del caso para no desilusionarnos- que ya no se nos diga, México jugó cayendo de frente pero perdiendo como siempre, sino que por fin, de perdida se llegue al soñado quinto partido, con lo cual se le daría un grato resultado a la leal y hasta la fecha, sufrida nación futbolera azteca.

EL FUTBOL MEXICANO Y EL PARTO DE LOS MONTES.

Por Pedro Vargas Avalos.

México no ha sido mayor triunfador dentro de las justas deportivas internacionales. Los atletas que a veces hacen brillar nuestra bandera en ese tipo de competiciones, son vistos como verdaderos héroes. Eso se debe precisamente a la escasez de grandes campeones de talla mundial, lo cual se genera, indudablemente, por la pésima política gubernamental en materia atlética y lo poco eficaces esfuerzos particulares en sus diversos ramos.

Quizás es en el boxeo donde más suelen lograrse laureles de notoriedad universal. Pero allí nada tiene que ver el gobierno: es el arresto individual, apoyado por los negociantes de esa disciplina, los que han hecho que México luzca por todo el orbe. Y Jalisco está presente muy relevantemente en tal aspecto. Como ejemplo flamante tenemos al célebre Saúl “Canelo” Álvarez, considerado el mejor púgil libra por libra del orbe, en su división.

En el beisbol tenemos algunos buenos, a veces excelentes, exponentes que nos representan en las Grandes Ligas. En algunas otras ramas, se han dado notables vencedores o ases. Pero el deporte que por excelencia gusta a la inmensa mayoría de paisanos, es el futbol. Y volvemos al caso de los jaliscienses, que al menos nacionalmente han marcado la vanguardia en éxitos. Las afamadas “Chivas” del Guadalajara, son prototipo no solo por ser catalogadas como campeonísimas, merced a los múltiples campeonatos logrados, sino además por ser el único equipo que solo se vale de mexicanos para competir: esto, véase desde donde se quiera, es toda una proeza.

En estos recientes meses, el Atlas de Guadalajara, salió por los fueros del balompié tapatío y hoy por hoy es el monarca nacional. Esto habla de que Jalisco sigue siendo punto de referencia en el deporte número uno de los mexicanos.

Sin embargo, el futbol azteca no ha dado los lauros que merece la enorme suma de sus aficionados y que harían resaltar al país. Desde hace bastantes décadas, el llamado “amor por la camiseta” se sustituyó por un desatado mercantilismo, mismo que generado por individuos o empresas que solo ven el lado de las ganancias, ha hecho trastabillar la elevación de esta actividad. 

En ese rol, la máxima organización futbolera -la Federación Mexicana de Futbol, Femexfut- tiene suma responsabilidad, aunque claro, se dirá que quienes la integran (los dueños de los conjuntos profesionales de futbol) son a la postre los culpables verdaderos. Y quizás no falte la razón, porque para ellos el balompié es un mero negocio, y como tal, debe generar utilidades. En consecuencia, lo que se haga o deje de hacer, se refleja en el vehemente afán del lucro, o al menos, sino se gana, no perder dinero.

Obsesionados por esa idea, ni la Femexfut ni los propietarios de equipos, han cuidado facetas muy importantes, como la seguridad de los simpatizadores de sus clubes y en general de los asistentes al espectáculo que ofrecen. A los aficionados, da la impresión de que solo les interesa como consumidores y desde luego, aportadores de recursos. De allí en fuera no existen estímulos que les ofrezcan. Pero la terca asiduidad de los partidarios o admiradores de este masivo deporte, hace que  no decaiga, y con ello, los dueños continúen con su boyante negocio.

Pero la hebra siempre se revienta por lo más delgado. Y eso aconteció el sábado 5 de este mes, cuando se enfrentaron en el campo “La Corregidora” de la ciudad de Querétaro, el Atlas campeón, contra el local “Gallos blancos” de Querétaro. Dicen las crónicas periodísticas del domingo 6: “barbarie en estadio” (Reforma); “Pelea Campal entre fanáticos deja heridos de gravedad” (El Universal); “Día Negro para el Futbol” (El Heraldo de México); “Bronca en el estadio deja 22 heridos” (Excelsior); “Brutalidad en el futbol” (El Sol de México). Lo anterior en cuanto a la prensa editada en la capital de la nación.

Por lo que ve a los diarios locales, dice El Informador: “Condenan Violencia en juego Querétaro-Atlas”. Mural, anticipa su encabezado así: “Chocan barras de Querétaro y Atlas; policía ausente.” El diario NTR, dice el día 7: “El futbol mexicano vive una espiral de violencia”. Muy dramáticos, hinchas rojinegros dicen a Milenio: “Fue una masacre; atlistas narran la tragedia”. En El Occidental, se publica: “Rechazo unánime a la brutal gresca”. El gobernador Enrique Alfaro, manifiesta su posición en La Crónica: “Hasta que se esclarezcan los hechos y hasta que haya justicia”. En Publimetro, se asegura: “Consternación mundial por actos ‘deleznables’ en Querétaro”. En nuestro semanario Conciencia Pública, afirma su vocero genuino Gabriel Ibarra Bourjac: “¡Barbarie en la Corregidora!”, quien agregó en su análisis que esos acaecimientos violentos: “…deben ser investigados y sancionarse a los responsables con cuya actitud de omisión o complicidad permitieron que se generara esta tragedia…”

De la lectura de esos encabezados periodísticos, nos enteramos cabalmente de la dimensión de los acontecimientos registrados en ese infausto partido. Y con la ansiedad propia de tan tremendo hecho, se esperó la respuesta de la Femexfut y los propietarios de clubes, lo cual se indicó sería en reunión programada urgentemente para el martes 8 de este mes. Mientras, se tomó la decisión de suspender el resto de la jornada a jugarse el día 6.

Y ante la expectante atención de México y medio mundo interesado en el balompié, se conocieron las medidas que acordaron al alimón, dueños y dirigentes del organismo rector: 1) el Atlas gana el partido con marcador de 3 a 0, lo cual a nadie extrañó porque los tapatíos ganaban uno a cero y los queretanos estaban conscientes de que perderían, mas luego de los funestos sucesos; 2) todos los conjuntos de Gallos, jugarán a puerta cerrada como locales: eso poco importa, porque su fuente de ingresos mayor es lo que les paga la televisión. 3) se multó con millón y medio de pesos a los queretanos… ¡una sanción ridícula para giros multimillonarios! 4) la porra gallista solo queda vetada por 3 años como local…lo cual poco sirve, porque cada “fan” podrá entrar individualmente y el castigo será ilusorio. 5) Se inhabilitó a 4 directivos del Querétaro por 5 años, lo cual los salvará de manejar un team con pérdidas. Por consiguiente, el equipo regresa al dueño original (grupo Caliente) que sale ganando sin buscarlo, y además burla de nuevo – con la complicidad de Femexfut- la prohibición de la multipropiedad, pues ya son dueños de Tijuana. 6) El organismo futbolero reasignará la afiliación del club, es decir, el trafique prosigue. 7) se debe implementar un sistema de identificación de porristas…como quien dice: ahogado el niño, tapar el pozo. Además, en vez de acabar de una vez con esos grupos de fanáticos, solo se limitará su número, y se les dice a los equipos que no los auspicien porque se les podrá castigar: esto es, se les amenaza a los dueños con el petate del muerto. 8) finalmente, se prohíbe ingresar mantas, trapos y banderas (¡valiente prevención¡) y se crearán unidades para cuidar seguridad y planear con inteligencia la liga… lo cual nos extraña que no se hubiese tenido, en un negociazo de pingues ganancias.

Como podrá concluirse, los acuerdos de la Femexfut y sus integrantes, no fue sino el remedo de la fábula del parto de los montes: de unas montañas inquietantes se esperaba saliera algo sensacional, y resultó un minúsculo ratón, cuya moraleja es: los que más presumen, son los que menos hacen. Para que mejor se entienda, hablando con palabras de sabor popular: las disposiciones que tomaron los dueños del futbol profesional, resultaron ser como la carabina de Ambrosio.

Casta de Campeones Hijo de tigre, pintito

Leonel Michel Velasco

Efraín Valle Santana, Hijo     mayor de María Elva Santana Rodríguez y Abraham Valle Zárate, apodado “El Costeño”, quien fuera el campeón regional de ciclismo en el año 1958, ganando el primer lugar en las tres etapas de la carrera ciclista de Cihuatlán a Autlán, Jalisco.

Efraín, hijo de Abraham, quien con tan solo 14 años se inició en el deporte de los golpes, peleando en los barrios y comunidades de El Grullo, así como en El Limón y La Ciénega, pronto su fama corrió por la región, al punto de que bajaban de la sierra y poblaciones vecinas a retarlo.

Subiendo al ring el homenajeado a recibir su reconocimiento y trofeo

A los 15 años inició formalmente su carrera boxística, dejando las peleas callejeras en los barrios, teniendo su primera pelea dentro del ring en lo que fuera el Cine Variedades, ubicado actualmente donde está Bancomer y el estacionamiento de la Plaza Santa Fe, otras contiendas en el Cine Reforma, en la Casa Ejidal y en el depósito Corona, donde actualmente se encuentra la mueblería Pérez Rulfo, en dichos lugares, todos en esta ciudad, se instalaba el cuadrilátero a fin de poder realizar las peleas; allí le pagaban entre $250.00 y $300.00 pesos por contienda, cuando el salario en esa época era de

En manos del Director de deportes Eduardo Zamora “Guarro” Efraín recibe trofeo y reconocimiento.

$10 pesos; fueron más de 50 peleas dentro del ring (sin contar las de los barrios y pueblos vecinos) y cabe destacar que nunca perdió ninguna ni en el ring o en los barrios.

A la edad de diez y seis años, en 1968, a diez años de que su padre Abraham, fuera campeón regional de ciclismo Efraín Valle, como hijo de un gran campeón muestra la casta de la que está hecho y se convierte en el campeón indiscutible del boxeo de El Grullo y la región, con un peso de 52 kilos. El “Psicodélico” Valle, apodo del campeón, contaba con sus

Con su esposa algunas de sus hijas y nietos que le acompañaron en el ring, con ganas de levantarlo en hombros

guantes para boxear, bata y pantaloncillo con varios colores, sin olvidar sus zapatillas propias del boxeo.

Sus entrenadores fueron, Martin Ruiz Plasencia+, apodado “el birotero”, y su otro mentor fue el apodado “Nila”; ambos tenían sus gimnasios en el barrio del tamarindo. Su tercer entrenador fue su hermano menor Samuel Valle Santana. Con él, los entrenamientos eran duros, pues tenían la certeza de que condición mata técnica y, para esto, corrían sin parar subiendo con respiración jadeante hasta “los hornitos” o hacia la casa del Padre Pérez. De regreso bajaban precipitados sin

Mostrando su trofeo, haciendo presente su época de campeón invicto

El Psicodélico Valle con sus padres y hermano

detenerse sorteando obstáculos hasta llegar hacia el plan, trotando ya un tanto sosegados. Cuidaba su alimentación consumiendo verduras sobre todo lentejas y garbanza; su fuerza la tenía en sus manos y brazos, considera que su fortaleza le vino echando taloneras y “encorreyando” huaraches, en la huarachería del señor Antonio Guevara, y más adelante con don Alberto Corona García de Alba, “don Beto”; desde la edad de ocho años trabajaba por las tardes después de ir a la primaria, y en tiempos de siembra y cosecha junto con su hermano Samuel, ayudaban a su padre Abraham en las duras labores del campo.

En El Grullo peleó con el “Pájaro” Guzmán +, con el “Lobito”, el campeón Celis, “el Jaulas”, “Parras”, “Jama” y “Chatito Ortega”, quien pesaba 5 kilos más que el “Psicodélico Valle”. Se enfrentó también con jóvenes de las comunidades de Las Pilas, El Cacalote y El Aguacate.

Con familiares: esposa hermanos tres de sus hijas, sobrinos, nietos, un yerno y amigos que le acompañaron en su merecido homenje

Normalmente peleaban en los sitios en donde se entrenaba. En ese tiempo el box estaba de moda, pues en los barrios de El Pocito Santo, El Charco de los Adobes, La Alameda o El Cerrito, tenían sus improvisados lugares de entrenamiento, los más formales eran los del barrio El Tamarindo.    

En una ocasión se enfrentó a un muy buen peleador de la vecina población (ahora ciudad hermana) de Autlán, a quien desde hacía ya dos años nadie le había ganado, un joven apodado el “Yácono Sánchez”; asimismo, le hizo frente a fuertes peleadores de Guadalajara; cada vez que ganaba lo levantaban en hombros; las peleas eran anunciadas en volantes y en la radiodifusora de El Grullo, por el locutor Antonio Pérez González.

Riky Lara, despues de su triunfo, junto con Gilberto Gurrero López y una de las nietas del homenejeado posando para la foto del recuerdo

Ya fincada su fama, recibió la visita de unos representantes de la llamada Arena Coliseo de Guadalajara, (quienes le bautizaron como el “Psicodélico Valle”, dada su indumentaria de fuertes tonos naranja, rojo, azul, amarillo, negro y tinto); llegaron a invitarlo para llevárselo a pelear a la ciudad de Guadalajara, pues les interesaba su trayectoria regional. Le dicen que de aceptar, ganaría más dinero del que recibía aquí en El Grullo. Su ofrecimiento era arriba de $5,000.00 cinco mil pesos por pelea, que en aquellos años era una buena cantidad. Le comentaron que le pagarían todos sus gastos y que lo traerían a El Grullo cada fin de semana. Siendo menor de edad sus padres no estuvieron de acuerdo en que se lo llevaran, entonces “El Psicodélico Valle”, emigró a los  Estados Unidos para trabajar, dejando su carrera como boxeador invicto a la edad de 17 años, en 1970.

Refiere que a sus peleas asistía diferente público, entre ellos un elemento de tránsito, don Toribio apodado el “Toro” fanático del Box. Entre otros aficionados se encontraba José Santana Sandoval, quien más adelante se convirtió en su cuñado; a la edad de 21 años contrajo matrimonio el 29 de diciembre de1973 con la señorita M. Anita Santana Sandoval mujer de una sutileza escencial, originaria del rancho La Alcaparrosa Municipio de Unión de Tula, Jalisco. Del matrimonio de Efraín y Anita nacieron cuatro hijas: María Erika, Arminda, María Azucena y María Fanny. Las tres primeras contrajeron matrimonio, y luego llegaron los nietos, toda una casta de campeones, ya que en sus venas corre sangre deportiva de su abuelo y de su bisabuelo, destacando en los estudios y sobre todo en los deportes: Karen Robles Valle, exitosa estilista, dibujante, canta y canta muy bien; Brenda RoblesValle, se le da la composición desde la edad de nueve años, cursa la carrera de actuación en la Universidad de California, State University; Fátima Dafne Pulido Valle, futbolista y basquetbolista jugando en la liga del Ayuntamiento Municipal “Las Grullas”, juega futbol femenil en El Mentidero, liga de Autlán; jugo en la copa del Tec, en El Progreso y es capitana en la Preparatoria del Cecytecj “El Grullo”; juega en la liga “Chicharrón Globo”; destacados futbolistas los hermanos César, Yael y Fátima Dafne Pulido Valle, y a Dayanara Pulido Valle le gusta el deporte y el baile; va a clases de jazz, proyecta incursionar en el box, ya que parece retornar esta moda en El Grullo y la región.

Efraín Valle Santana, Originario de El Grullo, Jalisco. Nacido el 19 de febrero de1952 celebrando sus 66 años de edad, el pasado 24 de febrero fue objeto de un homenaje por el Ayuntamiento Municipal en coordinación con la Dirección de Deportes entregándole su reconocimiento y un trofeo en el Domo Municipal, además en su honor, se llevaron acabo seis peleas de box Amateur y tres profesionales, siendo la pelea estelar la del grullense Ricardo Lara Guzmán, “Riky Lara”, quien noqueó en el primer round en pelea pactada a ocho y, a quien Efraín le ha pasado algunos consejos de su cosecha. Efraín y sus hijas agradecen a los organizadores del homenaje principalmente al Director de deportes Eduardo Zamora “Guarro”, al Ayuntamiento de El Grullo 2015- 2018 así mismo a “Ricky”, por su rotundo éxito en la velada boxistica.

¡ Un Globero de El Grullo !

Todos esperaban que ganara Chano, el de Autlán, quien por tres o cuatro años había sido el campeón indiscutible de la Carrera Ciclista Cihuatlán- Autlán (122km).

Leonel Michel Velasco     

 

Abraham Valle Zárate, apodado “el costeño”, un genuino grullense fuera de lo común, de trato sencillo, amable, deportista al 100%, aficionado a la cacería y a la música, agricultor y guarachero de profesión, casado el día 06 de diciembre de1950 con María Elba Santana Rodríguez, una mujer de singular belleza, elegante, paciente, de hablar quedo, y dueña de un toque de misterio, costilla ocho años menor y en su trato muy similar al de Abraham, procrearon once hijos de los cuales han surgido 46 Nietos y 42 Bisnietos.

En su casa el pasado sábado 14 de octubre junto con su esposa y tres nietos: Francisco Javier Valle, Armida y María Fanny Valle Santana, hurgando fotografías en el Baúl de los Recuerdos, Valle Zárate nos relato algunas de sus proezas.

Aquí en El Grullo, allá por los años 50 (desde entonces un centro comercial regional por excelencia), el oficio de guarachero era muy competido pero exitoso. En el mercado municipal estábamos, Beto Corona hijo de don Porfirio, el líder de la municipalidad de El Grullo, con quien aprendí el oficio, Ramiro Hernández, los Guevara y su servidor. Salvador Arriola tenía su taller a media cuadra de la plaza, y otro hombre que no recuerdo, más cuatro zapateros distribuidos en el pueblo. Algunos salían a vender a otras poblaciones y rancherías, a otros municipios. Para ello utilizaban motocicleta o camioneta, y claro, de paso visitaban a sus amigos para “echarse” una copa. Yo no salía, mis clientela era de aquí, o de lugares muy cerquita. Me iba bien cargado en mi bici, al El Chante, Lagunillas, Rincón de Luisa, Las Paredes viejas. Yo creo que entre ida y vuelta recorría de treinta y cinco a cuarenta kilómetros cada semana.

Y pues sí, en esas idas y vueltas agarre mucha condición, por eso mi fuerte era la resistencia más que la velocidad. En una de las competencias de El Puente a El Grullo, gané el segundo lugar, y el primero fue para Francisco Pérez Santana (don Chico Pérez), el panadero, aunque mi esposa dice que me habían hecho trampa, pues durante la carrera y con algún pretexto, me entretuvieron por allí…

La primer bicicleta de carreras que hubo en El Grullo, yo se la compré a Manuel González, de Ejutla, el que era dueño de Los Parajes, y con ésta, allá por el año 59 fue con la que gané la carrera Cihuatlán – Autlán. Bien recuerdo cómo hacia los cambios para alcanzar a pedalearle en las bajadas, y en la última, ya para llegar a Autlán, cómo yo iba adelante. Algunos grupitos de personas que se encontraban a los lados me decían –ahí la llevas Chano–  y disfrutando mi victoria les decía no soy Chano. Al llegar a la meta solo algunos pocos me aplaudieron y otros atónitos preguntaban –¿quién es ese? !Un Globero de El Grullo!–. Había banda de música, pero la banda no toco, pues esperaban ver a Chano. Sucedió igual con los premios, el trofeo y la bici, sin aire y “nuevita”, que no me dieron. Recuerdo que Guillermo Corona (la chilaca) agarró la bici y me dijo –toma “vale” es tuya, si quieres nos la llevamos– y le dije vamos a demostrarles que somos deportistas, no interesados; al llegar Chano, abarrajó su bicicleta. Al tiempo supe que murió entrenando,  se le atravesó un tráiler por la curva que le dicen el candil, Q.E.P.D.

En El Grullo me recibieron muy bien, con la banda de música y hasta repique de campanas; también me dieron un trofeo, luego nos fuimos a festejar con carnitas y cerveza al restaurante Los Barriles, del buen amigo Amador, un hijo de Don Guillermo Velasco Águila; posteriormente el autlense y grullense de corazón, el Lic. Sergio Corona Blake, al ver la gran afición ciclista de ese tiempo me dijo que nos organizáramos que él nos ayudaría pero pues no, no logramos organizarnos.

A sus 92 años (que cumplirá en marzo) aún anda en su bici, va hacerse el pelo con Cande. Sus familiares ya no quieren que lo haga, y es que, desde que fue el campeón a sus 33 años ya han pasado 59. Varios de sus descendientes han tomado el gusto por el deporte, lo llevan en los genes. Entre otros, practican las caminatas por el cerro, a donde él los llevaba de cacería aduciendo su excelente puntería, iban a la cueva de Goña, Guadalajarita (la ciudad de grandes piedras vivas), al arrollo la laja, a la casa del Padre Perez y, a la otra casa, la de piedra, esa que está arriba de La Cienega, también los llevaba a trabajar al campo donde él les aventajaba a hijos y nietos de dos a tres surcos y, cuando abrieron la carretera a Ejutla, les animaba para que fueran en la bici. Además de su hijo Efraín Valle Santana,(el Psicodélico) quien repitió la historia al quitarle el campeonato de box a otro autlense a el Diacono, (hecho que posteriormente narraremos), otros de sus descendientes han destacado en danza, alpinismo y artes marciales. En sus alegres reuniones familiares amenizaba junto con su banda tocando los bongos.

Abraham Valle Zárate, conservando memoria fresca, con lujo de detalles y gran gusto reflejado en el brillo de sus ojos, nos explicó sus hazañas, sus retos, reviviendo el recuerdo henchido,  como un ¡UN GLOBERO, DE EL GRULLO! y un genuino representante grullense, fuera de lo común.